"El empleo formal probablemente seguirá creciendo, pero con una fuerza insuficiente como para absorber a los 270 mil jóvenes que entran al mercado laboral cada año buscando trabajo", señala Saavedra (Foto: Andina)
"El empleo formal probablemente seguirá creciendo, pero con una fuerza insuficiente como para absorber a los 270 mil jóvenes que entran al mercado laboral cada año buscando trabajo", señala Saavedra (Foto: Andina)
José Carlos Saavedra

El desempeño de la este año dependerá de diversas fuerzas. Por un lado, en el frente externo hay definiciones pendientes que generan incertidumbre y limitarán el impulso de esta, como las elecciones en , la discusión de una nueva Constitución en , el impacto del en , entre otros.

Por otro lado, en el frente local, luego de la elección del nuevo Congreso, la incertidumbre sobre los cambios normativos que puedan surgir y la falta de motores de crecimiento económico, vemos seis tendencias que probablemente marcarán el avance de la economía peruana.

1. Crecimiento moderado. El consenso de analistas espera que la economía crezca cerca de 3% en el 2020 (Apoyo Consultoría, 2,7%), un ritmo lento, sostenido por rebotes puntuales en la inversión pública y la producción minera. Pero la tendencia más saltante será el estancamiento de la inversión privada. Esto debido a la incertidumbre y a que muchas empresas están operando por debajo de su capacidad instalada, por lo que no tienen necesidad de hacer expansiones; pero sobre todo por la falta de grandes proyectos nuevos, tanto mineros como de infraestructura, que permitan sostener el impulso de los últimos años.

2. Familias ajustadas. El empleo formal probablemente seguirá creciendo, pero con una fuerza insuficiente como para absorber a los 270 mil jóvenes que entran al mercado laboral cada año buscando trabajo. Como resultado, los salarios promedio caerán en términos reales por segundo año consecutivo.

3. Empresas remando fuerte. En este contexto de crecimiento moderado, las empresas buscarán sostener la expansión de sus ventas a punta de esfuerzos comerciales, la implementación de nuevas tecnologías y la exploración de nuevos mercados, según un sondeo realizado entre cerca de 500 ejecutivos del SAE de Apoyo Consultoría. Esto dará lugar a una intensa competencia en diversos sectores económicos.

4. Calma financiera. La buena noticia es que la economía peruana se mantiene sólida y poco riesgosa. Gracias a esto, los costos de financiamiento probablemente se mantendrán en niveles bajos para las familias y empresas. Así, habrá oportunidades para mejorar balances financieros o para financiar emprendimientos.

5. Populismo microrregulatorio. Pese a que esperamos una menor confrontación entre el Congreso y el Ejecutivo en comparación con el año pasado, el riesgo de que se planteen iniciativas populistas –en ámbitos como la legislación laboral, previsional y la defensa al consumidor– se mantiene elevado (Gianfranco Castagnola explicó este riesgo en su artículo “La lenta demolición del modelo” del 12/2/2020).

6. Empaquetamiento de proyectos. El Gobierno buscará acelerar la inversión pública y los proyectos del Plan Nacional de Infraestructura a través del “empaquetamiento” de obras y mecanismos modernos de contratación como los usados en los Juegos Panamericanos. Además, ha dictado medidas que podrían destrabar la inversión en algunas concesiones. Si tiene éxito, esto podría generar una importante fuente de crecimiento económico para los próximos años.