Si tienes dificultades para aceptar comentarios negativos en el trabajo, puede que sea por tu "estilo de apego". (Foto: Alamy)
Si tienes dificultades para aceptar comentarios negativos en el trabajo, puede que sea por tu "estilo de apego". (Foto: Alamy)
BBC News Mundo

Una infinidad de factores afectan la forma en que te relacionas con tus colegas.

Están los tipos de personalidades que confluyen en la oficina, el tipo de jefe que tienen y la cultura de la empresa en general.

Sin embargo, si te encuentras una y otra vez repitiendo los mismos patrones, ya sea que te cuesta aceptar comentarios negativos, que evitas pedir ayuda o que temes fracasar, podría ser que la fuente de tus problemas es una poco conocida.

El tipo de relación de tus padres, especialmente si lograban resolver los problemas de manera amigable y constructiva o si lo hacían recurriendo al conflicto, puede haber moldeado tu forma de relacionarte con los demás.

Aquello que en la jerga psicológica se llama “estilo de apego” puede ser un factor arrojando una nube sobre tu capacidad para formar relaciones saludables en el trabajo.

EL APEGO

Hay muchos factores que contribuyen al estilo de apego que desarrollamos.

Ejemplos de ello son las respuestas de nuestros padres así como nuestra propia personalidad, que en sí misma refleja una combinación de factores ambientales y genéticos.

Sin embargo, también es relevante la relación de nuestros padres entre sí.

Durante la infancia, los padres proporcionan un modelo de cómo deben resolverse los desacuerdos en relaciones cercanas (si es que se logran resolver) e investigaciones recientes sugieren que esto tiene consecuencias para el estilo de apego durante la niñez y más allá.

Una de las limitantes de estos estudios es que los participantes suelen compartir genes, por lo que las similitudes en el comportamiento pueden estar influenciadas también por el ADN.

Hecha la aclaración, un estudio de la Universidad del Estado de Nueva York en Stony Brook (EE.UU.) que involucró a 157 parejas encontró que aquellos individuos cuyos padres se habían divorciado cuando eran niños tenían más probabilidades de tener un estilo de apego inseguro como adultos.

En otro estudio realizado por psicólogos de la Universidad Purdue de Indiana (EE.UU.) se le pidió a 150 estudiantes de secundaria que recordaran la cantidad de conflicto en la relación de sus padres y luego calificaran su estilo de apego. Aquellos que recordaron más conflictos, tendieron a tener estilos de apego más ansiosos y evasivos.

Durante muchos años, la teoría del apego se usó principalmente para examinar cómo el estilo forjado durante la infancia influye en las relaciones románticas adultas.

Sin embargo, los psicólogos del trabajo están recurriendo cada vez más a la teoría del apego para ayudar a explicar el comportamiento de los empleados en la oficina.

ESTILO PERSONAL

Hay varias formas en que tu estilo de apego podría estar afectando tu comportamiento laboral.

Por ejemplo, si tienes un apego ansioso, podrías tener más miedo a ser rechazado ante un caso de desempeño pobre.

Si tienes un estilo de apego evitativo, es más probable que desconfíes de tus jefes y colegas.

Estos procesos psicológicos profundamente arraigados también afectan a los jefes. Por ejemplo, aquellos con un estilo de apego seguro están más inclinados a delegar.

Tales hallazgos se confirman en historias personales.

"(La relación de mis padres) impactó mi enfoque al momento de trabajar en equipo, porque tampoco invitaba a la discusión abierta", señala Kiran Kaur, consultora de gestión empresarial. (Photo by Streeter Lecka/Getty Images)
"(La relación de mis padres) impactó mi enfoque al momento de trabajar en equipo, porque tampoco invitaba a la discusión abierta", señala Kiran Kaur, consultora de gestión empresarial. (Photo by Streeter Lecka/Getty Images)
/ Streeter Lecka

Sabrina Ellis, de 32 años, enfermera de salud mental y psicóloga organizacional, recuerda la violencia verbal y física entre sus padres y, más tarde, entre su madre y su padrastro.

"En mi hogar no tenía adultos en quienes pudiera confiar e incluso de muy joven ya sentía que tenía que protegerme a mí misma", cuenta.

Ellis cree que esto le generó problemas al principio de su carrera, especialmente al momento de reconstruir la confianza con colegas masculinos que la decepcionaron.

Kiran Kaur, una consultora de gestión empresarial de 34 años, cree que la relación de sus padres le influyó tanto positiva como negativamente.

Entre ellos evitaban los conflictos y presentaban un frente unido, algo que Kaur ha emulado en su equipo de trabajo.

Pero, al mismo tiempo, excluían a otros con perspectivas alternativas. "Esto impactó mi enfoque al momento de trabajar en equipo, porque tampoco invitaba a la discusión abierta", explica.

CÓMO CAMBIAR

Todo esto no quiere decir que tu estilo de apego sea inamovible.

Investigaciones recientes han demostrado que el estilo de apego evoluciona en cierta medida a lo largo de la vida en respuesta a las circunstancias.

Si tienes la suerte de tener una pareja confiable y amorosa, es probable que esto aumente la confianza contigo y con los demás, lo que deriva en un estilo de apego seguro.

Este es un proceso que se ha llamado la “paradoja de la dependencia”: tener a alguien de quien depender aumenta nuestra autonomía.

Puedes canalizar lo "aprendido" en tu infancia para ser productivo y crecer como líder. (Foto: Alamy)
Puedes canalizar lo "aprendido" en tu infancia para ser productivo y crecer como líder. (Foto: Alamy)

Además, ser más consciente de tus tendencias, derivadas de tus experiencias de la infancia, pueden permitirte tomar medidas a tu favor.

Kaur dice que la necesidad de evitar el conflicto y la mentalidad cerrada, que ella cree que aprendió de sus padres, es algo que comenzó a abordar hace 10 años cuando un colega se lo señaló por primera vez.

"Ahora invito a la discusión y trato de ser lo más abierta posible", dice.

Ellis también ha logrado adaptarse de manera positiva: "A lo largo de mi carrera, aprendí nuevas formas de resolver problemas y abordar inquietudes profesionalmente".

"Esto ha sido muy productivo y me ayudó a tener éxito como líder de equipos y como colega".

Puede parecer que la forma en que te relacionas con tus compañeros de trabajo tiene raíces demasiado profundas, pero si hay algo que nos ha enseñado la psicología es que tenemos la capacidad de aprender a lo largo de la vida.

Eso se aplica tanto a tu estilo y personalidad de apego como a adquirir un nuevo idioma o practicar un nuevo deporte.

Ser más consciente de estos procesos interpersonales y sus raíces te puede ayudar a adaptarte y convertirte en un colega o jefe más efectivo.

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