(Foto: Reuters)
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Redacción EC

El aumento de los está comenzando a propagarse por las fábricas que producen motores tradicionales, generando un conflicto con los trabajadores preocupados por su futuro en la línea de producción.

Los trabajadores de la mayor planta de motores de en Stuttgart, Alemania, reducirán la producción a partir del próximo mes en medio de una disputa por los planes de la empresa de instalar una planta de baterías en el lugar. BMW AG está reduciendo las opciones de personalización para liberar efectivo para su iniciativa de vehículos eléctricos. Las metas de rentabilidad de Schaeffler AG están disminuyendo a medida que la empresa lucha por seguir el ritmo de las crecientes inversiones en nuevas tecnologías.

Esta serie de anuncios, en menos de una semana, apunta a un cambio drástico en la industria automotriz, que sigue siendo el mayor empleador en Alemania -hogar de la mayor fabricante de automóviles del mundo Volkswagen AG así como las gigantes de coches de lujo Daimler AG y BMW. Líderes indiscutidas durante décadas, estas empresas están encontrando que deben poner todos los recursos que tienen para defenderse de compañías como Tesla Inc., o arriesgar quedarse desfazadas.

"La industria está cambiando muy rápidamente", dijo Frank Deiss, jefe de la división de propulsión de Daimler, a periodistas en una conferencia telefónica. "Estamos experimentando impactos perjudiciales en muchos niveles".

"Los cambios que van a suceder en los próximos ocho a quince años afectarán directamente a plantas como Untertuerkheim", dijo Wolfgang Nieke, representante de los trabajadores en el sitio, que emplea a 19.000 personas. "Si no sentamos las bases para este cambio ahora, será más difícil en el futuro".

En particular, la fricción está creciendo entre los trabajadores que fabrican vehículos de combustión interna -los cuales siguen siendo el pilar de la mayoría de las ganancias de los fabricantes de automóviles- y los gerentes que buscan posicionar a sus compañías para un futuro de vehículos impulsados a baterías.

TURNOS DE SEDÁN
La última señal del difícil camino que enfrentan surgió el jueves. En protesta por las condiciones ofrecidas por Daimler, la matriz de Mercedes, que negocia la adición de nuevas instalaciones de fabricación de baterías en su planta de Untertuerkheim en Stuttgart, Alemania, la compañía dijo que el personal dejará de trabajar horas extras el próximo mes. Eso reducirá la producción de motores, obligando a la empresa a cancelar turnos para montar el sedán E-Class, dijo Daimler.

Mercedes, que está invirtiendo 10.000 millones de euros (US$11.400 millones) para producir 10 modelos eléctricos, espera que el 25 por ciento de sus ventas provenga de la nueva tecnología para 2025, lo que ha generado preocupaciones por la seguridad de los empleos, especialmente en las plantas de motores.

Daimler y representantes sindicales han mantenido conversaciones desde mayo sobre el plan de la compañía de comenzar a fabricar baterías y otros componentes de automóviles eléctricos en Untertuerkheim, un sitio de 110 años cerca de la sede de Daimler.

El consejo laboral ha rechazado los compromisos propuestos por el fabricante en cuanto a salarios e inversiones futuras. Los representantes de los trabajadores tienen una influencia significativa en las empresas alemanas y participan en la configuración de la estrategia y las inversiones.

Daimler replicó que el sitio tendrá que competir con fabricantes de baterías de todo el mundo, lo que indica que puede optar por invertir en otros lugares si los términos no son correctos.

Fuente: Bloomberg

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