Hoy se publicó la tercera entrega de la publicación online Durará este encierro. Escritoras peruanas en cuarentena, una obra colectiva que reúne los textos de 46 mujeres peruanas escritos entre la claustrofobia, la incertidumbre, el estrés del encierro y la respiración profunda. ¿El motivo? Crear y leer en aislamiento, inventar mundos, revivir realidades. Se trata de historiadoras, periodistas, poetas, narradoras, antropólogas y mujeres peruanas de diversas disciplinas que entregaron textos inéditos de ficción y no ficción para un público, también, en aislamiento. Todos están alojados en la web cultural Lima En Escena. Esta es la ruta: https://limaenescena.pe/durara-este-encierro-3/
El proceso
Esta publicación colectiva ha sido editado por tres mujeres con una trayectoria reconocida alrededor de la literatura peruana: Ana María Vidal, Victoria Guerrero y Anahí Barrionuevo. Esta última nos comenta cómo maduró la idea y el proceso de reunir a las escritoras peruanas en un contexto crítico. Vale decir que algunas de las convocadas no pudieron participar porque les resultaba imposible sentarse a escribir ante esta grave situación: "En medio de la incertidumbre provocada por el COVID-19 y la necesidad de la cuarentena, Ana María Vidal tuvo la iniciativa de hacer algo relacionado con esta situación, que es inédita para todas las generaciones vivas en este momento, y que viene afectando a, literalmente, todo el mundo. Se lo comentó a Victoria Guerrero, que a su vez consideró incluirme a mí en el proyecto. Juntas fuimos delineando la manera de hacerlo y así, comunicándonos por videollamadas, definimos una convocatoria, un procedimiento y unos objetivos. Desde un inicio supimos que haríamos un publicación online, dadas las circunstancias y también dada la premura. Y en eso, cuando tuvimos los textos listos, encontramos el compromiso y la colaboración de Lima En Escena. También consideramos desde un inicio la posibilidad de hacer una publicación impresa cuando las cosas vayan normalizándose o más adelante. Porque nos parece relevante este conjunto, que es testimonial y documental de una circunstancia excepcional”.
¿Cómo fue el proceso de convocatoria?
Quiso ser amplia y diversa. Quisimos que hubiera escritoras de todos los registros y de distintas disciplinas, que estuvieran fuera y dentro del Perú. Hemos convocado, así, a poetas, a novelistas y cuentistas, a escritoras de libros infantiles y juveniles, a historiadoras, periodistas, arqueólogas, antropólogas, a académicas. Y nos abrimos a sus impulsos, sugiriendo que escribieran ficción o no ficción, según quisieran en este momento urgente. Procedimos a tono con los tiempos, a través de correos y mensajerías online. Aquí es necesario decir que todas acogieron el proyecto con generosidad y entusiasmo. El desafío de escribir en este presente, cada una bajo su singular circunstancia, no les puede haber sido fácil, y las editoras solo podemos agradecer ese esfuerzo y su generosidad. Algunas nos han entregado sus textos más allá de los plazos requeridos y los incluiremos más adelante.
En redes sociales, varias escritoras y escritores están realizando el ejercicio de leer frente a una cámara y subir el video a sus cuentas, publicar sus textos, liberar sus libros, compartirlos en pdf... ¿Cómo la lectura puede ayudar, de alguna manera, a sobrellevar el encierro?
La lectura resulta positiva con o sin encierro. Creo que pasan las dos cosas: que el encierro ayuda a la lectura y que la lectura ayuda en el encierro. Libres, en este momento, de las urgencias y los trajines (tantos de ellos innecesarios) de la vida contemporánea, muchos que viven apartados de la lectura habrán podido volver a ella. Pero este encierro, por no ser voluntario y por estar motivado por una amenaza, está revestido de incertidumbre y de temor. Siendo así, la lectura, de todo tipo de textos, sin duda representa más que nunca una puerta abierta al mundo, un viaje, una oportunidad y también una evasión. Los textos de Durará este encierro están hechos sobre todo para acompañar este momento, para reconocer emociones y sentimientos compartidos; para, de cierto modo, aliviar colectivamente la carga que este instante nos impone a todos.
Conozca la relación de escritoras que participan en Durará este encierro:
Alessandra Tenorio
Alina Gadea
Andrea Cabel
Andrea Ortiz de Zevallos
Andrea Paz
Becky Urbina
Cecilia Zero
Christiane Félip-Vidal
Claudia Cisneros
Claudia Paz
Claudia Rosas Lauro
Claudia Salazar Jiménez
Doris Bayly
Erika Stockholm
Fietta Jarque
Gabriela Freyre
Giovanna Pollarolo
Grecia Cáceres
Irma del Águila
Isabel Menéndez Ibárcena
Jacqueline Fowks
Julia Wong Kcomt
Karen Luy de Aliaga
Kathy Subirana
Katya Adaui
Leydy Loayza
Lisette Balabarca
Hoy se publicaron los textos de:
María José Caro
María Luisa del Río
Mariana de Althaus
Mariela Dreyfus
Mariemma Mannarelli
Myra Jara
Nataly Villena Vega
Patricia Castro Obando
Rocío Uchofen
Rommy Balabarca
Este martes 7 de abril se publicarán los aportes de:
Rosalí León-Ciliotta
Roxana Crisólogo
Sophie Canal
Susanne Noltenius
Tania Castro
Teresa Ruiz Rosas
Teresina Muñoz-Nájar
Ulla Holmquist
Valeria Román Marroquín
¡A leer!
Una muestra
El peso
Por Doris Bayly
Estábamos hechas de salidas y llegadas.
/vienes/nos vemos/voy tarde/me falta/no tengo/ya casi/ la hora/ te quiero/¿cómo?/es hora
Hemos llegado.
/perdí palabras
Saldremos diferentes.
/voy por aire
La ficción era esto (fragmento)
Por Fietta Jarque
Le llaman realidad virtual, ¿no? Parece un oxímoron, un concepto que surge de un choque de palabras que se contradicen. ¿Cómo va a ser real lo virtual? Sí, claro, la poesía se nutre de expresiones que en el duelo de sus significados generan su propia lógica reveladora… No, madre, me dijiste, esto no es literatura. Tampoco es real, ni lo imaginas, pero se vive. Y me lo demostraste. La realidad virtual es esto, insistías y me pusiste ese casco aparatoso que hacía que mi cabeza pesara el doble o que mi cuello se adelgazara como el de un pájaro. Y yo no lo sabía pero justamente me convertiste en un ave poderosa, en un águila. Sí, se llama Eagle Flight, me explicaste. Y como un fogonazo, inesperadamente, todo sucede dentro de mi cabeza. Con ella y ciertos desplazamientos del tronco dominas tus movimientos, porque de pronto estás volando a una altura vertiginosa y a una velocidad a la que no estás acostumbrada. Pero lo sobrecogedor es lo que ves. Es la ciudad de París, totalmente despoblada, con plantas que han invadido calles y edificios, animales que campan libremente por las calles. Y yo vuelo sin poder detenerme. Soy torpe, no sé de videojuegos. Me cuesta bajar o subir en este vuelo sin chocar con los edificios, entrar a callejones que quizá fueron pintorescas calles con cafés llenos de gente y ahí solo hay maleza, abandono, una extraña ruina sin destrucción. Solo ausencia. Una jirafa, una cebra. ¿Por qué? El zoológico abierto, quizá. Y ninguna persona. La humanidad desaparecida por completo. Sin explicación alguna. Solo la intriga del águila, si es que ella se pregunta qué pasó con todos ellos. [...]