En momentos de crisis, la música se convierte en una aliada para expresar las emociones. En este sentido, en el mundo, han reaparecido canciones emblemáticas que buscan la unión y la esperanza.  (Ilustración: Giovanni Tazza)
En momentos de crisis, la música se convierte en una aliada para expresar las emociones. En este sentido, en el mundo, han reaparecido canciones emblemáticas que buscan la unión y la esperanza. (Ilustración: Giovanni Tazza)
Diana Gonzales Obando

Ciertas canciones llegan a formar el playlist de la vida. Otras se convierten en símbolos de momentos de la historia, de una revolución, de la construcción de un país o de una época de crisis. En estos momentos, en todo el mundo, artistas de diversas nacionalidades encuentran en la música una forma de comunicar unión y esperanza para encarar la tragedia. “Bella Ciao”, “Color esperanza”, “Contigo Perú” o “Resistiré” son algunas de las más representativas que se han rescatado durante el actual aislamiento. Con este mismo espíritu, pero dos siglos atrás, Ludwig van Beethoven (1 770-1827) creó la partitura que llevaría a lo más alto el valor de la alegría a través de su Sinfonía n.° 9, la misma que hoy representa —en sus diversas interpretaciones— la hermandad del mundo. ¿Cómo se convirtió esta sinfonía, que nació en un momento crítico para Beethoven, en un himno universal?

Contenido sugerido

Contenido GEC