Está demostrado que estar pendientes, colaborar o, simplemente, dar una mano a quien lo necesita en estos días tan complicados hace bien a ambas partes.
Está demostrado que estar pendientes, colaborar o, simplemente, dar una mano a quien lo necesita en estos días tan complicados hace bien a ambas partes.
/ alvarez
Juan Luis Nugent

Ocurrió finalmente. Ha pasado ya una semana desde que el presidente Vizcarra comunicara al país las medidas excepcionales para evitar la propagación del virus. Se espera que, con ellas —y con el rigor con el que sean cumplidas—, se pueda prevenir el escenario catastrófico que, al momento de escribirse estas líneas, ya le ha costado a Italia más de 2.500 muertos.

Es posible que estas disposiciones excepcionales tengan que extenderse o volver a implementarse en un futuro próximo. Por ello, conviene recordar que, así como se hace un esfuerzo especial por cumplir con ellas, también se debe hacer un esfuerzo por cuidar de nuestra salud. La OMS ha compartido una serie de lineamientos y pautas a través de su página web.

Entre ellas, destaca la importancia de no sobreinformarse. Del mismo modo que no es recomendable googlear para autodiagnosticarse alguna enfermedad, tampoco lo es buscar compulsivamente, minuto a minuto, información sobre el coronavirus. Se recomienda consultar fuentes oficiales del Gobierno, de medios serios o de entidades mundiales, como la OMS, un par de veces al día y no difundir mensajes que no provengan de fuentes confiables.

Está demostrado que estar pendientes, colaborar o, simplemente, dar una mano a quien lo necesita en estos días tan complicados hace bien a ambas partes. Apelar a la comprensión, la paciencia y la buena disposición en lugar de confrontar y buscar conflictos innecesarios: esto vale para relaciones entre familiares, vecinos o cualquier otra persona con la que invariablemente vamos a tener que aprender nuevas rutinas y hábitos de convivencia. Finalmente, establecer rutinas que implican dedicar tiempo a la comida, al aseo personal y de la casa, así como al descanso apropiado por las noches fortalece las defensas y robustece los ánimos. Y no cuesta nada, realmente.


¿Trabajo forzado?

Para muchos, el teletrabajo forma parte de su rutina diaria, pero, para algunos, puede ser un camino difícil.
Para muchos, el teletrabajo forma parte de su rutina diaria, pero, para algunos, puede ser un camino difícil.
/ Geber86


En estos tiempos, si va a cumplir con tareas laborales en casa, lo mejor es estar cómodo con lo que se tenga a la mano. Pero, contra lo que muchos creen, trabajar desde la cama puede atentar contra este propósito. Evítelo por todos los medios. Con hijos en casa o con personas que requieren de cuidados especiales, es difícil ser riguroso con el orden y los tiempos, pero tener la certeza de que te has cambiado el piyama, has tendido tu cama, te has puesto zapatos y has comido sin tener la computadora prendida resulta muy importante.

En cuarentena, las rutinas nos ayudan a crear sentido y a preservar el orden en medio de la incertidumbre. Como señala un artículo de The Atlantic, nos hemos pasado más de un siglo perfeccionando esquemas y sistemas de trabajo que solo funcionan en oficinas. No todas las personas responden de la misma forma a este tipo de trabajo, además. Paciencia, buen humor y sentido de humanidad.


Modelos para seguir

Un modelo matemático que considera cómo evoluciona un virus (o un tuit) puede anticipar 
su alcance.
Un modelo matemático que considera cómo evoluciona un virus (o un tuit) puede anticipar su alcance.

La desinformación es un elemento que puede contribuir a agravar la emergencia de salud pública. Eso lo sabe un grupo de investigadores de la Carnegie Mellon University que acaba de publicar un estudio en el Proceedings of the National Academy of Sciences, en el que, mediante una teoría matemática, permiten introducir variables evolutivas (tanto de un patógeno como de una noticia falsa) para generar modelos predictivos más realistas sobre el impacto que estos pueden tener.

Para lograrlo, generaron una serie de simulaciones en una computadora en escenarios de una epidemia en un hospital o un tuit con una noticia falsa que se vuelve viral. De esta forma, este método permitiría anticipar la propagación masiva de enfermedades infectocontagiosas o campañas de desinformación. Y eso va a ser muy útil en el futuro inmediato.

*El Comercio mantendrá con acceso libre todo su contenido informativo sobre el coronavirus

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