Los entusiastas de la elucubración y la futurología empapada de ciencia ficción llaman ‘Singularidad’ a ese momento no muy lejano en el que se romperá de manera definitiva e irreversible la barrera que separa a los humanos de las máquinas. Cyborgs e inteligencias artificiales que dialogan permanentemente con nosotros son parte de la fantasía colectiva de oradores e inventores como Ray Kurzweil. Pero si acaso hubiere de llegar, los primeros adelantos de la Singularidad son un poco menos espectaculares y más pedestres, por decirlo de algún modo.
Dangerous Things es el nombre de una compañía en Estados Unidos que te brinda la posibilidad de ‘hackear’ tu propio cuerpo implantándote un microchip. De esa manera, introduciendo un dispositivo electrónico de manera subcutánea, uno puede evitarse la molesta tarea de recordar passwords o tener que cargar con un fotocheck para entrar al trabajo o al centro de estudios.
Y así lo hizo Evan Bryer, estudiante de 18 años de la Universidad de Carolina del Sur. Bryer realizó él mismo el procedimiento en su propia casa, guiándose por las pautas que le dieron en un foro de usuarios de la misma empresa, afirma un artículo publicado en el portal The Daily Beast. En una mano, Bryer introdujo su identificación, así como su pase de acceso a la universidad. En la otra, algo tanto o más vital: sus claves de acceso a sus cuentas de redes sociales. El futuro es hoy.