In memoriam: Jimena Pinilla Cisneros

Curiosidad, entrega y periodismo. Ese es legado de Jimena Pinilla Cisneros que queremos recordar a diez años de su partida. La curiosidad, esa apasionante inquietud por conocer algo que uno ignora, está en el origen del periodismo, tanto como el afán de compartir los resultados. Y gracias a los reportajes, crónicas y artículos que Jimena Pinilla Cisneros publicó regularmente hasta hace ya una década en diversas secciones de "El Comercio", pudimos apreciar esta innata inquietud por desvelar la escurridiza verdad en los temas que le interesaba abordar, siempre valiéndose de un estilo ágil que expresaba con claridad y elocuencia, imitando perfectamente la oralidad, lo que hacía muy amena su lectura. 
    Jimena logró un perfeccionismo casi flaubertiano en la elaboración de los títulos de sus reportajes, y en las frases iniciales de estos. De su manifiesta admiración por el estilo del francés, ella heredó la necesidad de encontrar la palabra precisa que, además de designar exactamente el concepto que buscaba transmitir, imprimiese también ritmo y musicalidad a sus frases. 
    Esa irrefrenable curiosidad y entrega por los temas que la cautivaron la llevaron con mucha frecuencia a eludir las precauciones que su delicado estado de salud exigía. Ejemplos de ello fueron los reveladores informes que publicó acerca de la precaria situación de los pacientes en los hospitales de la seguridad social o sobre la condición en que eran transportados los pasajeros de las combis, y, así, sobre temas de similar índole, ya que para documentarse no dudó jamás en zambullirse en esos contextos. Ella sentía la imperiosa necesidad de llegar al corazón de la problemática, vivirla y experimentarla en carne propia. Nada importaba más. Como buena profesional buscaba previamente hacer una verdadera investigación sobre el tema: conversar con los especialistas, leer sus publicaciones, revisar estadísticas, etc.
    Extrañamos tus escritos, Jimenita, y también extrañamos la maravillosa persona que fuiste.