Pequeñas escenas de la vida editorial, por Álvaro Lasso*
Pequeñas escenas de la vida editorial, por Álvaro Lasso*
Álvaro Lasso

Jaime Carbajal se encuentra muy enfermo y Librerías Crisol ya no es lo que fue. Ninguna editorial les deja libros. No tienen novedades ni de las grandes ni de las pequeñas. Todavía no sabemos si es el final de una era o una crisis pasajera. Lamentablemente Crisol no es la única. La acompaña Zeta Bookstore, por ejemplo. No hay editor al que no le deba, y sigue abriendo tiendas en malls, cerca de cines. Casi todas las librerías tienen serios problemas de pagos. Lo que vendemos hoy en una librería lo cobramos entre seis meses y un año después. 

Fuimos al Ministerio de Cultura y pedimos ayuda para ir a la Feria del Libro de Bogotá 2014 (donde el Perú fue invitado de honor). Nos dijeron que somos empresarios, y que no ayudan a empresarios. Pero llevaron bailarines, cantantes, cocineros y artesanos. Bien por el stand y la Marca Perú. ¡Pero ese stand estaba hecho de nuestros libros! De nuestra gestión y de nuestras deudas. 

Hace un tiempo logré contactar a una ex ministra de Educación. Le dije que se requiere un proceso transparente en el que puedan recibir y evaluar nuestras publicaciones. Me dijo que no hablaba con empresarios. Pero miren que son empresarios los que ganan millones en licitaciones estatales. ¿Cómo lo hacen? Y la pregunta más importante: ¿por qué nosotros que publicamos el triple de títulos al año que las trasnacionales, que estamos al pie del cañón, no recibimos atención de parte de los evaluadores del Minedu? Hice un cálculo y los editores independientes hemos publicado cerca de dos mil títulos y el Minedu ha adquirido no más de 10 títulos de estos en una década.

Esto solo lo cambia una revolución cultural. Estado: nosotros tenemos todas las herramientas, pero nos falta combustible. Habla, ¿vas?

*Esta columna fue publicada el domingo 9 de octubre.

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