El mundo de las disqueras suele ser complejo y, por desgracia, hasta desconocido. La facilidad para consumir música y la piratería han relegado a segundo plano los procesos que originan los discos en sus distintos formatos. Producción, edición, promoción y demás etapas se desvanecen. Y, con ello, el esfuerzo de muchas personas involucradas, para quienes los vinilos, discos compactos y casetes siguen siendo un registro imperecedero.
Hazlo tú mismo records es la primera investigación sobre sellos discográficos independientes en el Perú de las últimas dos décadas, y ha sido dirigida y escrita por la socióloga e investigadora Diana Joseli. El libro constituye un primer intento por documentar el origen, evolución y situación actual de los sellos nacionales; indagar qué características y convicciones comparten; y, principalmente, conocer qué música se está creando en las vías alternas al mainstream. De ese modo, el libro dispone un capítulo de repaso histórico, un catálogo de 100 sellos de todo el país y, por supuesto, estadísticas reveladoras que serán de interés más allá de la comunidad melómana.
Sin embargo, para entender la real dimensión de esta publicación, resulta necesario conocer antes cuál es el papel del sello independiente en esta escena musical alterna. La principal característica reside en su lógica flexible de producción, distribución y consumo. Sus ventajas: independencia, contratos sin sujeciones, libertad creativa, tirajes personalizados, etc. Y, en el Perú, estos son la gran mayoría, dedicados a una gama de subgéneros tan accesibles (rock, pop, punk, reggae) como de nicho (math-rock, hardcore, experimental).
Escena colectiva
El desborde de las producciones contemporáneas se produce a partir de la convicción instructiva del Do It Yourself (DIY), herencia de la generación subterránea y la escena alternativa noventera. Sin aquella historia, en la que germinan los persistentes GJ Records y Mundano Records, sería imposible entender este momento. Ya no se trata de producciones precarias ni de unas cuantas bandas capitalinas, sino de centenares de artistas —nacionales e internacionales— producidos por un centenar de sellos con particulares dinámicas de trabajo, condiciones y alcances. Descabellado, A Tutiplén, Anti-Rudo y Atake Wanka son solo algunos.
Así coexisten los especializados en un formato específico, los rescatistas de antiguas producciones nacionales, los que colaboran con vecinos hispanos y no hispanos, y más.
Sin duda, estamos frente a una escena musical autogestionaria, autónoma y colectiva en pleno despegue que, sin embargo, subsiste en los extramuros del gran público. Entonces, ¿qué falta para que estas músicas —a veces, disidentes— estén garantizadas para un rango mayor de oídos en el Perú o incluso fuera de él? ¿Cuándo podremos hablar de una industria musical independiente? En las páginas de este libro, se ensayan algunas respuestas, pero queda en el lector idear otras y no apagar la llama del debate.
Otro gran acierto es la múltiple y prometedora repercusión del estudio. No solo se dirige a aficionados, sino que provee información esencial para músicos principiantes que pretendan grabar sus primeros discos, para universitarios y académicos que ensayen nuevas teorías, y para otras disqueras que busquen establecer contactos con el fin de realizar ferias, charlas y demás. Así, la escena musical independiente se dinamiza, democratiza y descentraliza.
Detrás de los sellos independientes, hay una historia que merece ser rescatada y narrada. Pero, para despegar por completo, como nos vienen enseñando los gestores de estos proyectos, son necesarios ánimo y esfuerzo conjunto. Hazlo tú mismo records: memoria de sellos discográficos independientes en el Perú ( 2000-2020 ), investigación dirigida y escrita por Diana Joseli, estará disponible para libre descarga vía youcansayfuck.lamula.pe.
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