Poder femenino: la barwoman que sorprendió en el World Class
Poder femenino: la barwoman que sorprendió en el World Class
Jimena Salas

JIMENA SALAS POMARINO ()

Desenfadada, sonriente, jovial. Raiza da vueltas por el auditorio haciendo bromas y riendo, mientras se acomoda el sombrero rojo de ala ancha que lleva esta noche. Luce muy segura y parece haber sembrado buenas amistades en su primera participación en el , el prestigioso certamen mundial de coctelería que celebró la etapa final de su capítulo peruano el jueves 7 de mayo. Y aunque no se llevó el premio a casa, su sonrisa delata que la experiencia ganada vale tanto para ella como la victoria.

“Estoy impresionada a más no poder con lo que he vivido [en el World Class]. Además, creo que soy no solo la primera mujer en el concurso, sino la primera mujer jefa de bar en un hotel en el Perú”, cuenta con orgullo. Es por ello que el primer coctel que presentó en uno de los seminarios fue inspirado en Ada Coleman, la primera jefa de bar mujer en Londres. “Me siento muy identificada con ella”, afirma, mientras salta de una idea a otra, por la emoción.

“También sentí mucha presión porque quizás las personas tenían muchas expectativas y esperaban más de lo que yo podía dar. Tenía un poco de temor porque no conocía mi potencial a este nivel”. Pero, al igual que ha sucedido con ella, Raiza cree que el World Class brinda una puerta de entrada para que nuevos talentos descubran sus cualidades, aprendan de técnica y conozcan a sus colegas. “Yo he aprendido demasiado. World Class cambió mi visión a nivel profesional, mi coctelería en general. Aprendí a transmitir a través de un coctel, a no tener miedo de mezclar algunas cosas que para algunas personas son locas, que te dicen que no van juntas”.

Y sin duda, la joven barwoman se propuso romper esquemas. Quiso hacer un coctel con arroz con leche y, a pesar de que muchos intentaron disuadirla, trabajó incansablemente para llevarlo a cabo. “Al final lo hice y me sentí contenta con el resultado. Eso es lo que vale. No hay que guardarse nada, tienes que hacerlo. Creo que eso fue lo que me trajo hasta los cinco mejores. Arriesgué, puse música –algo que nadie había hecho en sus presentaciones– y di ese detalle que marcó la diferencia”.

Para el próximo año, con la misma energía, Raiza se ha propuesto seguir exigiéndose y mejorando. “Voy a practicar más y aprender más, y vendré a ganar el World Class. ¿Por qué una mujer no puede ser la próxima mejor bartender?”. La verdad, no parece haber ningún motivo para objetar.

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