Myriam, Soledad, Rosa Violeta y María Yolanda Flores Villegas pertenecen a la tercera generación de una de las picanterías más típicas de Sullana: El Celoso. Antes de ellas, su abuela y su tía se encargaron de hacer crecer este negocio, que por primera vez se presenta en Mistura.
Para darse a conocer en Lima, las hermanas han traído dos platos a la feria: las carnecitas surtidas y el costillar de cerdo con plátano majado. “A las personas les han llamado la atención los platos en sí, pero también cómo los preparamos, ya que en la parte posterior del stand exhibimos nuestra forma de cocinarlos”, cuentan.
Las carnecitas surtidas son la especialidad de la casa. La matriarca del restaurante, su abuela, creó el plato en un arrebato de ingenio. En sus inicios, cuentan, solo preparaba carne. Pero como su sazón encantaba, los comensales pedían más variedad. Un día, cuando se acabó la carne, no encontró más que recortes a su disposición, así que añadió piel de cerdo, salchicha, ubre y más a la receta inicial. El resultado era más vistoso y sabroso que el original, y en poco tiempo la clientela empezó a pedirlo.
En este stand, encontrarás las carnecitas surtidas servidas con plátano majado. Esta misma guarnición acompaña el sabroso chicharrón de cerdo que ofrecen, el cual es macerado y aderezado con una receta secreta.
El legado de El Celoso continúa. Hoy, uno de los hijos de estas cuatro hermanas estudia gastronomía y ha enriquecido su propuesta de carnes con una salsa de maracuyá que, según afirman, está teniendo acogida del público. Hasta el momento en que a él le toque asumir la dirección de la empresa familiar, las cuatro herederas trabajan incansablemente, dentro de la cocina, conservando el espíritu tradicional que las ha llevado a donde están, y que les ha valido incluso un reconocimiento de la Municipalidad de Sullana, por su difusión y conservación de las tradiciones culinarias de su localidad.