Se recomienda es tratar de no hacer caso a un berriche e ignorar la mala conducta que presente el menor.
Se recomienda es tratar de no hacer caso a un berriche e ignorar la mala conducta que presente el menor.
Manuel Rojas

La reconoce que el de un niño es una expresión común de sus emociones y que forma parte de su desarrollo infantil, sin embargo, puede llegar a ser incómodo para los padres debido a que involucra una reacción intensa por parte del infante, como llanto, gritos, patadas, golpes u otros comportamientos disruptivos.

Por su parte, la psicoterapeuta Liliana Tuñoque catalogó al berrinche como la forma en que una menor alza su voz de protesta ante una situación, lugar o contexto poco favorable para sus intereses.

“Hay niños que, por ejemplo, tienen sueño, están cansaditos. Entonces, hacen su pataleta, un berrinche, porque quieren dormir, es totalmente natural”, comentó la experta a . “También es común este comportamiento cuando tienen hambre o ya están aburridos de todo a su alrededor”, agregó.

¿Por qué mi hijo hace berrinches?

Todo niño en algún momento va a protagonizar un berrinche. Pero, ¿por qué sucede? Para responder esta interrogante, se bebe identificar el motivo, la causa y el origen de esta rabieta.

“Normalmente, el niño establece o presenta un berrinche cuando quiere conseguir algo que no se le da, por ejemplo, cuando quiere un juguete o llamar la atención de un adulto. Por eso siempre, como padres, tenemos que observar la conducta y ver realmente qué es lo que está pasando, qué está originando este tipo de conductas en mis hijos”, precisó Tuñoque

Por tal motivo, los padres deben entender que es un tipo de conducta que utilizan los niños para llamar la atención del adulto y poder conseguir lo que quieren. Los berrinches son parte del desarrollo normal de los niños, “siempre y cuando estos no interfieran en las actividades normales del entorno familiar o inclusive del propio pequeño”.

Causas más comunes por las que un niño haría un berrinche

Al ser una forma de protesta o una necesidad por llamar la atención, los padres deben hallar el origen del problema. De repente, puede ser por alguna carencia afectiva. “Ante el nacimiento de un hermanito nuevo, ahora siente que la atención ya no lo tiene él”, indicó la psicoterapeuta.

Asimismo, puede hacer un berrinche ante algo que quiere y no le dan, ya sea un juguete nuevo, la computadora, el celular o la tablet, entre otro interés material del momento. Incluso, solo porque quiere hacer sus propias normas.

Asegúrese de mantener límites claros y consistentes en cuanto al comportamiento aceptable del pequeño.
Asegúrese de mantener límites claros y consistentes en cuanto al comportamiento aceptable del pequeño.

“En el caso que sea las 10 u 11 de la noche y no quiere dormir, entonces, hace una pataleta porque lo están metiendo en la cama. O sea, el contexto puede ser muy diverso, muy variado, pero siempre hay que determinar qué es lo que está generado”, manifestó.

“Ojo, el berrinche siempre se da porque el niño quiere de una u otra forma obtener lo que desea. Y eso es una es una forma también de desafiar a la autoridad, desafiar las reglas planteadas, y es como una forma también de no querer aceptar las normas impuestas por sus padres o por un adulto”, añadió.

¿Cómo reaccionar ante un berrinche?

Tras conocer y entender la causa del berriche, es fundamental que los padres mantengan la calma, luego, pueden emplear una de estas estrategias:

Ignorar el berrinche y asegurar su entorno

Lo que se recomienda es tratar de no hacer caso a un berriche e ignorar la mala conducta que presente el menor. “Esto siempre que el berrinche no implique una conducta que pueda generar un daño o riesgo al niño, si no es así, ignorémoslo”, aconsejó la experta en salud mental.

Ofrecer consuelo

Ya cuando se calme, es momento de hablar con él. Lo principal es tratar de ayudarlo para que pueda poner en palabras aquello que generó esa conducta, esa rabieta. “Decirle: “entiendo que estás molesto”, “cuéntame por qué te sientes así”. O también puede decirle: “entiendo que estás frustrado, pero qué es lo que te genera esa frustración”. O sea, es tratar de que el niño pueda expresarse”, sostuvo.

Establecer límites

Asegúrese de mantener límites claros y consistentes en cuanto al comportamiento aceptable del pequeño. “Nosotros tenemos que dar una solución a esa conducta, a esa situación y a ese berrichi. No podemos caer en el juego del niño: ‘Ah ya, como tú haces el berrichi, entonces yo grito’. Eso solo va a generar mayor frustración en el niño, va a aumentar esta mala conducta y, finalmente, no se va a dar ni una solución”, indicó Tuñoque.

Complicidad de mamá y papá

Es muy importante que tanto papá y mamá estén de acuerdo, no se pueden desautorizar. “Estoy calmando a mi niño porque quiere una golosina, pero viene el papá y se lo da. Entonces le estamos diciendo al niño que su berrinche funciona. Los adultos involucrados deben estar todos sintonizados para que el manejo del berrinche sea efectivo y no se genere otro tipo de conducta más intensa”, señaló.

Sacarlo de un ambiente concurrido

Si se encuentran en la calle o en algún lugar público, y no se puede ignorar esa conducta, lo recomendable es levantar al niño con firmeza, abrazarlo y sacarlo de ese ambiente, tratar de calmarlo. “De repente ir a un baño, lavarle la carita, darle agua, darle la calma y tratar de tranquilizarlo. Por último, hablar con el niño para ver qué es lo que está pasando y ayudarlo a que él entienda la situación”, recomendó.

¿Qué no hacer ante un berrinche?

No reaccionar mal

Se debe buscar darles soporte emocional, afecto o la contención que necesita. “No es recomendable gritarles o reaccionar mal. Nosotros, como adultos, tenemos que darles las pautas que necesitan”, dijo la experta.

No buscar culpables

En medio del berrinche, tratar de buscar una solución y no culpables. “Hay veces que entre los papás se echan las culpas. Se dicen: ‘tú lo engríes, tú lo apañas, es que tú provocaste, tú le heriste’. Eso no se hace, en su lugar, busquemos una solución, de tal forma que el niño vea que el adulto da una solución al problema, si no, todo se intensifica. Finalmente se genera un conflicto mayor y no tenemos ningún resultado”, explicó.

Prevenir la situación

Es importante que los papás deban saber a donde no es factible llevar a los hijos. “Si voy a hacer compras, a una misa, a una fiesta, entre otros escenarios que no son propios para ellos, evitar llevar a mi niño pequeño porque se va a aburrir”, finalizó.

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