La costra láctea es una afección cutánea común que afecta a muchos bebés recién nacidos.
La costra láctea es una afección cutánea común que afecta a muchos bebés recién nacidos.
Redacción EC

La es una afección cutánea común que afecta a muchos recién nacidos. También conocida como dermatitis seborreica infantil, se caracteriza por la presencia de escamas amarillentas y grasosas en el cuero cabelludo del bebé.

Si bien es cierto, la costra láctea generalmente no es motivo de preocupación médica, sin embargo, puede causar incomodidad tanto para el bebé como para los padres. Por tal motivo, a continuación, te presentamos las causas detrás de esta condición, a la vez que te proporcionaremos pautas sobre cómo manejarla adecuadamente en bebés con piel sensible.

Causas de la costra láctea

Aunque no se conoce exactamente qué causa la costra láctea, varios estudios sostienen que podría estar relacionada con la sobreproducción de sebo, una sustancia grasa natural que lubrica la piel.

Esto puede deberse a cambios hormonales en el bebé, ya que las hormonas maternas aún pueden estar presentes en su sistema después del nacimiento. Asimismo, el sebo en exceso puede provocar una acumulación de células muertas en el cuero cabelludo, lo que lleva a la formación de las escamas características de la costra láctea.

Manejo adecuado para la piel sensible del bebé

Limpieza suave: Es fundamental mantener el cuero cabelludo del bebé limpio para reducir la acumulación de sebo y células muertas. Utiliza un champú suave y específico para bebés, preferiblemente con un que no irrite su

Hidratación: Después del baño, asegúrate de hidratar adecuadamente el cuero cabelludo del bebé. Puedes aplicar o una crema humectante específica para costra láctea. Asegúrate de que los productos utilizados sean hipoalergénicos y no contengan fragancias o ingredientes agresivos que puedan afectar el .

Cepillado suave: Un cepillado suave y regular del cuero cabelludo con un cepillo de cerdas suaves puede ayudar a aflojar las escamas y facilitar su eliminación. Asegúrate de no ejercer demasiada presión para no irritar la piel del bebé.

Evita rascar o pelar: Aunque puede ser tentador rascar o pelar las escamas, es esencial resistir la tentación. Rascar puede irritar la piel sensible del bebé y causar inflamación.

Consulta con un profesional de la salud: Si la costra láctea persiste o empeora a pesar de los cuidados regulares, es recomendable consultar con un pediatra o dermatólogo. Pueden brindar orientación adicional y, en casos raros, prescribir tratamientos más específicos.

Importante

Recuerda que la costra láctea es una condición común en bebés que puede ser manejada adecuadamente con una rutina de cuidado suave y específica para una . La elección de productos adecuados con un pH neutro y sin ingredientes agresivos es fundamental para mantener la piel del bebé sana y libre de irritaciones. No olvides acudir con un profesional de la salud si tienes dudas o inquietudes sobre tu bebé.

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