La etapa de las papillas inicia aproximadamente a los seis meses de edad, como complemento a la lactancia. He aquí la importancia de mantener un menú saludable y equilibrado que garantice la ingesta de los nutrientes necesarios y acorde a su edad.
Expertos recomiendan apostar los primeros siete días por puré de papa, zapallo o polenta sin condimentar; o por compota casera de manzana, pera o plátano.
A la siguiente semana, es posible integrar una pequeña cantidad de carne (ya sea de pollo o vacuno, sin grasa) y verduras como zanahoria. A partir de los ocho meses, se puede añadir al menú del infante legumbres, cereales naturales y pescado blanco.
Dichos alimentos poseen grandes dosis de hierro y zinc, dos nutrientes esenciales durante los seis meses posteriores del menor debido a que fortalecen su crecimiento.
No está permitido el uso de condimentos, mucho menos de sal, porque daña los pequeños riñones del bebé, ni azúcar pues genera dependencia.
Todo debe encontrarse debidamente licuado y sin grumos para evitar asfixias. Si el menor genera rechazo en el primer contacto con un ingrediente, se debe incorporar en otras presentaciones hasta que logre aceptarlo.
Cantidades recomendadas
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se puede iniciar con dos cucharaditas (½ taza) e ir incrementando las cantidades de manera paulatina.
A partir del octavo mes, el niño debe recibir diariamente 150 gr. de papilla (¾ de taza) y 100 gr. de fruta (½ taza).
De los nueve meses en adelante, la ingesta debe ser 200 gr. de fondo, que equivale a 1 taza, y 100 gr. de fruta (½ taza).
Recuerda, además, que durante el primer mes, el menor sólo debe tener una papilla durante el día. Posteriormente, incrementa a dos veces al día.
Alimentos no permitidos
La miel, por ningún motivo, debes usarla. Especialistas sugieren no incluirla en el menú durante el primer año de vida porque puede producir botulismo (intoxicación severa). En la lista también están las verduras de hoja verde y ancha (como espinaca y acelga), por sus grandes cantidades de nitrito, pescados grandes, frutos secos enteros, leche de vaca o bebidas vegetales.
A tomar en cuenta
- Evita soplar la comida y probarla con la misma cuchara del infante, ya que podrías traspasar accidentalmente una bacteria.
- La cuchara debe ser especial para su edad, de material amigable y que se ajuste a la cantidad correcta que debe ingerir.
- No lo apures para terminar su comida, dale su espacio para que avance a su ritmo.
- Procura que durante la comida no tenga elementos que lo distraigan, para que pueda enfocarse en sus alimentos.
- Deja que se ensucie, explorar lo que tiene en su entorno permitirá que se familiarice mucho más rápido.