Michael Jackson debe ser uno de los artistas más imitados en el mundo entero por su destreza en el baile. En Barcelona, un imitador callejero fue retado a probar sus habilidades por un misionero mormón.
El hombre en traje y corbata hizo gala de movimientos de baile uno cada vez mejor que el anterior.
Al final, el falso Jackson reconoció la supremacía en el baile del misionero quien fue ovacionado por el vencido bailador y por los espectadores del desafío.