Más preguntas sobre los Panamericanos, por Pedro Ortiz Bisso
Más preguntas sobre los Panamericanos, por Pedro Ortiz Bisso
Pedro Ortiz Bisso

Además de 31 torres de 17 pisos cada una, en las que se alojaron 17.950 personas, entre atletas y otros miembros de las delegaciones participantes, la Villa Olímpica de Río 2016 contaba con un gigantesco comedor para atender a 5.000 personas en un mismo momento, que podía repartir unas 60.000 raciones al día. Poseía una clínica, un gimnasio y otros servicios que la convertían en una completa miniciudad. Al final de los Juegos, convertido en el barrio Ilha Pura, fue puesta a la venta para recuperar la inversión.

Aunque la dimensión del evento es considerablemente menor, los Panamericanos exigen construir una miniciudad también. Cuando el Perú obtuvo la sede se barajaron varios lugares para la villa . Uno de ellos fue el terreno sobre el que se levanta el hospital Larco Herrera, considerado por la revista “Semana Económica” como uno de los más apetecibles del mercado en un ránking publicado el año pasado (sus 300.000 metros cuadrados estaban valorizados en 480 millones de dólares).

La idea era que un privado se encargase de la construcción y al terminar los Juegos la infraestructura se vendiera. El incierto destino del nosocomio y una controversia legal relacionada con el terreno frustraron lo que parecía –sobre todo para las inmobiliarias– un negocio redondo.

El Comité Organizador de los Juegos Panamericanos 2019 ha decidido que la Villa Panamericana se construya sobre las 44 hectáreas del Parque Zonal Nro. 26 Complejo Biotecnológico de Villa El Salvador. El último jueves, el Concejo Metropolitano acordó el cambio de zonificación, lo que dejó expedito el terreno. ¿Es la primera vez que un parque zonal sufre las consecuencias del avance urbanizador? No. Sin ir muy lejos, las Torres de Limatambo, en San Borja, se levantaron sobre uno.

La pregunta es otra: ¿una ciudad como Lima, donde existen apenas 3,1 metros cuadrados de áreas verdes por habitante (cuando la recomendación es que tenga 9 metros), puede prescindir de un espacio de esa dimensión? ¿La ubicación de la villa forma parte de algún planeamiento urbanístico o simplemente se la eligió porque era el terreno más a mano?

Cuando de áreas verdes se trata, pocos son los que reclaman. Son solo arbolitos, pe.

El futuro de la villa es otro problema irresuelto. Según apunta el arquitecto Aldo Facho, la inversión representa aproximadamente US$1.160 por metro cuadrado, cuando el valor en la zona alcanza apenas los US$600. ¿Habrá compradores para las edificaciones que queden tras los Juegos? ¿Será necesario dar algún subsidio? ¿Se convertirán en elefantes blancos?

¿Y la gestión deportiva? ¿Cómo se manejarán los escenarios que se construirán?
En este rincón somos partidarios de que se organicen los Juegos, pero estas preguntas básicas aún no tienen respuesta. Y ya preocupa. 

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