Historiadores coinciden en que Santa Rosa era una santa excepcional. (Archivo El Comercio)
Historiadores coinciden en que Santa Rosa era una santa excepcional. (Archivo El Comercio)
Cristina Fernández

Aún no es hora de la misa en la Basílica del Santísimo Rosario del Convento de Santo Domingo, pero muchos fieles ingresan y oran frente a la imagen de , entre ellos un hombre de unos 30 años que de rodillas llora mientras contempla las reliquias de la santa peruana.

“Mañana operan a mi esposa y he venido a pedirle a Santa Rosita, porque ya una vez me hizo el milagro de salvarla”, cuenta Carlos Saldaña con la voz entrecortada.

Carlos sabe que hoy Lima celebra a su santa patrona, pero debido a la salud de su esposa no podrá participar de las actividades, como en años anteriores.

Para conmemorar los 400 años de la muerte de Santa Rosa de Lima la Provincia Dominicana San Juan Bautista del Perú programó desde abril celebraciones litúrgicas, peregrinación de las reliquias por varias ciudades del país, actos culturales y conferencias.

Hoy, en el día central, los restos de la patrona del Perú y América recorrieron desde las 10:00 a.m. el Centro de Lima hasta retornar a su eterna morada en el Convento de Santo Domingo.

—Santidad mística—
Santa Rosa de Lima sigue trascendiendo límites nacionales. Tal es así que el Papa Francisco, según el cardenal Juan Luis Cipriani, se declaró devoto de la santa peruana y en enero próximo venerará sus reliquias.

Ayer, en el simposio “La religiosidad en el Perú y el IV centenario de Santa Rosa de Lima”, realizado por la Universidad Católica del Perú, historiadores coincidieron en que Isabel Flores de Oliva fue una santa excepcional que cumple con las virtudes teologales y cardinales.

“Era una santa que vivía vinculada con el más allá, una mística. Se mortificaba en cuerpo y voluntad, es decir ofrecía su dolor a Cristo por las almas del purgatorio, por los pecadores y por su amada ciudad de Lima”, comenta Rafael Sánchez-Concha, historiador y autor del libro Santos y Santidad en el Perú Virreinal.

Según la historiadora Irma Barriga Calle, Santa Rosa tomó como modelo a Catalina de Siena, pero las acciones de cada una fueron de acuerdo al tiempo en el que vivieron.

“Rosa es un personaje sumamente complejo que hay que verlo en su tiempo. Desde nuestro mundo no podemos intentar entender las acciones de una santa de otra época”, precisa.

Al respecto, Sánchez-Concha enfatiza que Santa Rosa debe ser entendida en el contexto de la cultura del Barroco. “No se le puede juzgar con criterios contemporáneos, caeríamos en un imperdonable anacronismo", concluye.

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