Juan Luis  Del Campo

Sus elegantes líneas y vivos colores retrataron desde el glamour parisino a los arenales de la costa peruana. Ilustrador, pintor y fotógrafo, es ahora el foco de una nueva exposición en Corriente Alterna que revisa sus obras más importantes a los 130 años de su natalicio.

Luza es un artista pionero en el diseño gráfico”, señala Carlos García Montero, curador de la muestra, en conversación a El Comercio. “Su trabajo en estos campos contribuyó en la formación de la identidad visual de Perú en el siglo XX”.

Nacido en Barrios Altos en 1893, Luza incursionó en el arte desde joven, ganando en 1909 el concurso de caricaturas organizado por el semanario Variedades. Un viaje a Bélgica en 1911 para estudiar ingeniería marcó su rumbo para toda la vida, al ponerlo en contacto con el arte y glamour europeo, incluso cuando su instancia en el Viejo Continente se vió acortada por el advenimiento de la Gran Guerra en 1914. En 1918 se embarcó a Nueva York, donde empezó a trabajar con algunas de las mayores publicaciones de la época con su propia interpretación del estilo ‘art nouveau’.

Harper's Bazar y Vogue fueron algunas de las publicaciones en donde trabajó Luza.
Harper's Bazar y Vogue fueron algunas de las publicaciones en donde trabajó Luza.
/ Reynaldo Luza

De 1919 a 1922 trabajo como ilustrador editorial y diseñador publicitario y de modas para Vogue y Vanity Fair. En 1923 comenzó su colaboración con Harper’s Bazaar en donde alcanza a ser director artístico de la revista”, indica García Montero. “Luza produjo y dirigió las primeras sesiones fotográficas en exteriores de Harper’s Bazaar y se encargó de asumir la fotografía como parte del cambio técnico que se veía en el mundo moderno y en la red que tejían las revistas internacionales de modas.

Luza no olvidó sus raíces y también fue un gran difusor del arte peruano, participando en las visitas a nuestro país de grandes figuras de la vanguardia artística y de la moda como Picasso, Salvador Dalí y Elsa Schiaparelli. También fue responsable de introducir los colores de los andes a la moda internacional a través de las exhibiciones que realizó en la célebre tienda Bonwit Teller en la década de los 40, tiempo en el que crea el color ‘chola pink’ o fucsia serrano.

Tras tres décadas viajando entre Nueva York y París, Luza regresa a su patria en una nueva etapa de su carrera artística, dejando detrás el glamour de la alta costura para desarrollar un trabajo pictórico retratando la cultura precolombina y la costa peruana. Es también durante esta época en la que se dedica al diseño de interiores decorando la embajada del Perú en Washington, el antiguo aeropuerto Corpac de Limatambo, Los Bancos de Crédito y Wiese.

La costa peruana fue un tema de interés en el arte de Luza.
La costa peruana fue un tema de interés en el arte de Luza.
/ Reynaldo Luza

A pesar de su muerte en 1978, la influencia de Luza se mantiene. “Su obra ha inspirado a artistas con Alberto Borea y Sandra Gamarra, quien el año que viene representará a España en la siguiente Bienal de Venecia”, resalta García Montero. “Su influencia en el diseño es estudiada en la actualidad, no solamente en nuestro país sino es Londres, Nueva York, Madrid, Ibiza y Mallorca, lugares en donde impactó con su trabajo.

La muestra “Reynaldo Luza: 130 Años de Arte & Diseño” será presentada del 13 de julio al 11 de agosto en la Escuela Corriente Alterna (Av. P.º de la República 2557, La Victoria).

Además de su trabajo como pintor, fotógrafo e ilustrador, Luza también incursionó en el diseño de interiores.
Además de su trabajo como pintor, fotógrafo e ilustrador, Luza también incursionó en el diseño de interiores.
/ Reynaldo Luza