Una mujer prepara el desayuno, tiende las camas, se pone a tejer. La rodea el mismo paisaje rutinario día tras día: tapizados setenteros, manteles, mayólicas, aparadores. Cuando no está sola, la acompaña su hijo, con quien apenas cruza unas pocas palabras. Y es esa vida doméstica la que, con rigurosidad y empatía, registra la cineasta belga Chantal Akerman en “Jeanne Dielman, 23 quai du Commerce, 1080 Bruxelles”, la película de 1975 que, según la revista británica “Sight & Sound”, es ahora la mejor de todos los tiempos.

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La designación de “Jeanne Dielman” a la cabeza del ranking ha sido sumamente comentada en las últimas dos semanas entre cinéfilos de todo el mundo por varias razones. Para empezar, porque desplazó a “Vértigo” de Alfred Hitchcock (el puesto 1 del ranking del 2012, que a su vez había desplazado a “Ciudadano Kane” de Orson Welles, inamovible líder durante cinco décadas); pero también porque convierte a Akerman en la primera mujer en alcanzar ese estatus, y además con una película no demasiado conocida entre el público general. Una auténtica sorpresa.

“Creo que el primer lugar para Akerman está muy justificado –opina la crítica peruana Leny Fernández, consultada sobre la elección–. Primero, porque se trata de una de las películas más representativas de Akerman; y segundo, porque precisamente merecía ser conocida por un grupo amplio de personas, más que por cierta élite cinéfila. Este logro le permite una visibilidad que no tenía, y abre a nuevos públicos la posibilidad de conocer una película que, filmada en los años 70, sirve también de denuncia sobre la situación de la mujer, que resuena mucho en estos días”.

Para Fernández, que también ha discutido el tema , “Jeanne Dielman” es perfecto ejemplo de un cine pausado, de tiempos largos, en los que “parece que no sucede nada, aunque interiormente sucede mucho”. “Es una película de adentramiento psicológico del personaje. Akerman trata de entrar en la mente de su personaje a través de acciones mínimas. Es el cine como un artefacto o microscopio, que encuentra lo disfuncional y lo terrible en esas grietas diminutas de la cotidianeidad”, señala.

La cineasta belga Chantal Akerman (1950-2015) dirigió en 1975 "Jeanne Dielman", recientemente elegida como la mejor película de todos los tiempos.
La cineasta belga Chantal Akerman (1950-2015) dirigió en 1975 "Jeanne Dielman", recientemente elegida como la mejor película de todos los tiempos.

INCLUSIONES Y EXCLUSIONES

“Jeanne Dielman” fue protagonizada por Delphine Seyrig (actriz de cineastas como Buñuel, Truffaut y Resnais) y contó con un presupuesto de apenas US$120.000 para la época. Sus tres horas y media de duración con largas tomas fijas, que contienen una gran fuerza expresiva, la convirtieron con los años en una película de culto, la más representativa de la filmografía de Akerman, fallecida en el 2015, a la edad de 65 años.

En opinión del también crítico de cine Ricardo Bedoya, “Jeanne Dielman” es una película indiscutiblemente notable, y Akerman se consolida como una directora clave para la modernidad. “Sin ella, así como también sin Antonioni o sin Ozu, no se puede entender todo lo que se ha llamado el cine de la lentitud, con tantos otros directores, desde Bela Tarr hasta Lisandro Alonso”, advierte Bedoya. “Ahora bien, lo que yo sí discuto es que esa sea su mejor película, porque tiene otras que son tan buenas como esa, o para mí incluso mejores: ‘La cautiva’, ‘Retrato de una joven a finales de los sesenta en Bruselas’, ‘La locura de Almayer’. Todas formidables”, advierte.

Y es en ese punto que Bedoya se muestra escéptico respecto al mentado ranking que la británica “Sight & Sound” publica cada 10 años. “Presentar una lista de las mejores o más grandes películas de la historia, como dice la revista, es un despropósito. Aquí lo que hay es una colección de listas de preferencias individuales, que tienen diferentes tendencias, incluso agendas. Entonces, tratar de darle un aire canónico a los resultados es un problema que ‘Sight & Sound’ debería reorientar en su propuesta próxima, quizá para hacer listas parciales, por épocas, por periodos, regiones, o incluso por autores”, afirma el conductor de “El placer de los ojos”.

Dentro de esa suma de preferencias, que Bedoya califica de “subjetividad salvaje”, la designación de “Jeanne Dielman” parece ser el menor de los problemas. De hecho, la inclusión entre los 100 primeros puestos de títulos recientes como “Moonlight” de Barry Jenkins o , o la aparición de “In the Mood for Love” de Wong Kar Wai en el puesto 5 del conteo general, ha generado discusiones más acaloradas, que cuestionan si realmente ameritan ocupar tan alto rango.

Ni qué decir de las exclusiones y ausencias, siempre reclamadas. “Cuando te fijas en las 100 películas elegidas, te das cuenta de que las obras clásicas antiguas son aquellas que pertenecen a un canon absolutamente rígido, propio de algunos manuales de historia del cine. Y en cambio no aparecen cineastas que han sido descubiertos, revalorados, comprendidos o estudiados desde los años 60 a esta parte. André de Toth, Nicholas Ray, Samuel Fuller, Enrst Lubitsch, tantísimos que son absolutamente claves en la construcción del lenguaje del cine, en la formación de las sensibilidades, y que han influido muchísimo. Me parece increíble que, por ejemplo, no esté alguien como la japonesa Kinuyo Tanaka, una directora inmensa, extraordinaria”, advierte Bedoya.

Pero no me extraña –agrega el crítico–. Yo creo que esto refleja una pérdida de memoria. Hay como una suerte de mirada al pasado, pero solo a aquel pasado que ha sido ya escrito y grabado en piedra”.

REFLEJO DE LOS TIEMPOS

El consolidado de “Sight & Sound” no solo tiene a Akerman en su pedestal más alto, sino que reivindica el trabajo de otras mujeres cineastas, hasta hace un tiempo invisibilizadas en listas de este tipo. Allí están entre los 100 primeros puestos películas de Agnès Varda, Claire Denis, Maya Deren, Věra Chytilová, Jane Campion, Barbara Loden, Julie Dash y Céline Sciamma.

“Creo que estas listas, más que pensar en primeros lugares o algo más, lo que permiten es conocer los criterios detrás de la valoración de las obras de arte, en este caso de películas, de acuerdo a lo que está sucediendo en las sociedades en cada momento. En ese sentido, el hecho de que películas como estas estén incluidas nos habla de un momento social e histórico, de reivindicaciones muy justificadas y justas”, estima Leny Fernández.

En el caso de “Jeanne Dielman”, una respuesta al contexto actual que no se contradice en lo más mínimo con su calidad cinematográfica. “A la película de Akerman no le quita ningún mérito ser representativa de las preocupaciones sociales o de la visión feminista de este momento –agrega Fernández sobre el tema–. Quizá haya algunas inclusiones que puedan resultar más políticamente correctas, pero creo que es normal en un contexto como este, en el que el ánimo de reivindicación está muy exaltado. Ya veremos qué pasa dentro de 10 años, cuáles serán las preocupaciones que se reflejarán en esa lista. Mientras no se caiga excesivamente en el discurso efectista, y mientras se ponga el cine siempre por delante, como ocurre con ‘Jeanne Dielman’, yo creo que siempre va a ser acertado”.

Sepa más…
Las 100 de "Sight & Sound"

El ranking de las 100 mejores películas de todos los tiempos es elaborado cada 10 años por la revista “Sight & Sound”. Para esta edición (la octava realizada y la más grande hasta la fecha), participaron con sus votos críticos, programadores, curadores y académicos de cine de todo el mundo.

En paralelo, también se realizó una encuesta en la que solo votaron cineastas de los cinco continentes. En ese ranking, el primer lugar lo ocupa “2001: una odisea del espacio” de Stanley Kubrick, seguida de “Ciudadano Kane” de Orson Welles y “El Padrino” de Francis Ford Coppola.

Puede revisar ambas listas en la web de Sight & Sound: https://www.bfi.org.uk/sight-and-sound/greatest-films-all-time