Cielo Latini: "Sí, logré ser la chica del futuro prometedor"
José Silva

Diez años después del lanzamiento de “Abzurdah: la perturbadora historia de una adolescente”, uno de los éxitos editoriales más destacados en América Latina, la historia escrita (y vivida) por toma un nuevo impulso con su arribo al cine.

La escritora y periodista argentina volvió a Perú para la Feria del Libro Ricardo Palma. En una sala llena recibió el cariño de adolescentes y adultos que la ven como un espejo, como aquel personaje que llegó a hundirse pero que logró ver la luz al final del túnel.

Y es que la historia de Cielo Latini puede ser la historia de cualquiera. Allí radica el éxito de “Abzurdah”, un relato crudo sobre la anorexia, la bulimia y el amor obsesivo, que lejos de desaparecer tras una década, ha llegado al cine y se acerca al teatro.

Aquí nuestra charla con la autora:

-En el epílogo de “Abzurdah” hay una frase que dice “Quiero ser la chica del futuro prometedor”. ¿Hoy ya lo eres?
Es muy linda tu pregunta. Ya tengo un lindo pasado. Siento que estoy bien con la vida. Ya me casé, tuve mis hijos, tuve éxito con lo que hago, ¿qué más puedo pedir? Todo lo que venga a partir de ahora es un bonus. Y sí, finalmente fui la chica del futuro prometedor.

-¿Sueles detenerte a pensar en los momentos tristes que viviste?
Sí, por supuesto. Soy una persona bastante melancólica. Si bien cuando la gente me ve suelo estar riéndome o haciendo chistes, cuando me quedo sola pienso en las cosas que me pasaron. Aunque últimamente estoy bastante estable, equilibrada, pensando que todo lo que pasó fue por algo, como si todo tuviera un sentido, y que si no conocía a Alejo no habría escrito “Abzurdah”, y no hubiera conocido a mi marido y no tendría hijas, o tampoco estaría hoy en Perú. Entonces, creo que todo tiene una causa, no hay pasos en falsos. Todas las decisiones son las correctas. Eso me tiene estable, eso me dejó ser feliz.

-Fue un proceso doloroso…
Sí, pero lo superé, primero escribiendo, y después enamorándome de nuevo. Eso fue esperanzador. Pensé que nunca más iba a sentir ese amor tan fuerte, tan radical.

-En “Abzurdah”, la protagonista pasa por distintos estados emocionales, no sé, como si tuviera varias personalidades. ¿Te pasa eso a ti hoy?
Claro que sí. A veces me estoy muriendo de la risa y luego llego a mi casa y estoy angustiada por no sé qué cosa. Soy bastantes personas a la vez. Aunque creo que todos lo somos al final, nadie es de una sola pieza. Todos tenemos una cara para los amigos, otra para la familia y otra distinta para la pareja.

-¿Dónde crees que llega el autoestima de una adolescente cuando acepta ser ‘la otra’ de un hombre como Alejo y sin que le importe absolutamente nada?
Ahora, en 2015, por lo menos en Argentina, no está mal visto que un hombre o que una mujer ‘meta los cuernos’. Ya está tan aceptado eso. Es como que se acabaron los límites y eso me propuse no volverlo a hacer. Necesito ser, para quien me ame, la única persona, no quiero compartir ese amor con nadie, porque yo valgo ese amor, valgo que alguien esté a mi lado. Si yo puedo dar todo, ¿por qué no me pueden dar todo a mí?

-¿Crees que muchos vamos compitiendo por buscar el amor ideal pero aún no sabemos amarnos a nosotros mismos?
Totalmente. Es muy cierto. Estamos buscando lo que nos falta, claro. Estamos vacíos y buscamos alguien que nos llene y cuando esta persona se va nos quedamos otra vez vacíos. Entonces, no aprendiste nada. Tienes que empezar a quererte, a estimarte, a valorarte y recién ahí alguien que valga la pena te va a querer respetar, amar y etc. Si tú no lo haces, nadie lo hará por ti. Es inútil llenar tus vacíos con otra persona porque no puedes vivir a través de otro. Aunque esto es algo que yo aprendí a los 31 años. Por ahí que le digo esto a una de 16 y no lo entiende. Creo que el tiempo es sabio de verdad.

Cielo Latini y un ejemplar de "Abzurdah". (Foto: El Comercio)

-Cielo, esta es una historia publicada originalmente hace diez años. ¿Cuánto han cambiado los amores virtuales? Antes eran solo correos electrónicos, hoy hay de todo…
¡Qué linda era esa época! Ahora es todo más instantáneo. Uno puede ver en Facebook qué hace el otro, dónde estuvo, con quiénes. Tienes 10 mil maneras de saber dónde está el otro. En “Abzurdah”, si bien tampoco era la época de las cartas (de papel), no era que uno sabía dónde estaba el otro siempre. Te conectabas (a Internet) media hora y si el chico no aparecía, perdiste.  Ahora hay de todo y me da miedo. Pienso en mis hijas dentro de diez años… ¿qué va a pasar? ¿Realidad virtual? ¿Hologamas?

-Pero mayor tecnología no significa necesariamente mejor comunicación…
Claro, es lo opuesto. Uno cree que sabe todo del otro pero no sabe nada. Lo que uno elige mostrar en las redes sociales es mentira. Luces hermosa en Instagram, pero la verdad es que llevas puesto un polo y un jogging, nada más. Vendemos mentiras, que es lo que la gente quiere comprar.  Yo no me desperté como estoy ahorita [Señala el sitio donde estuvo la maquilladora hasta hace unos minutos], pero en Instagram saldré así. Me parece que no se conoce la esencia de las personas, aunque quien logra meterse, cavar en las redes sociales y llegar a la esencia, es una persona que vale la pena.

-¿Crees que la película fue la cereza de esta torta llamada “Abzurdah”? ¿El final de todo?
Creo que a “Abzurdah” aún le queda tiempo de vida. Cada vez que una chica cumple 13 o 14 años se lo compra. Me sorprende que a pesar de que pasó una década sigue vendiéndose, por lo menos en Argentina. Hay cosas por hacer, es más, ahora se viene la obra de teatro en Buenos Aires y si nos va bien saldremos de gira.

-¿Pierde un poco la esencia esta historia cuando pasa a la pantalla grande?
Sí, claro, pero no es un error que haya pasado solo en esta ocasión. Es algo lógico. Mira, este libro tiene casi 300 páginas y a un minuto por página serían 300 minutos. Entonces, creo que la directora Daniela Goggi buscó un enfoque: la historia de amor. Se pierden cosas si leíste el libro antes, sino no. Es una gran película.

-¿Lali Espósito estuvo a punto de tomar el protagónico en la película? ¿Por qué finalmente no se pudo?
Ella tomó el rol protagónico de una telenovela en Argentina, “Esperanza Mía”, y le está yendo muy bien. Yo no elegí el reparto de la película. Me iban diciendo “parece que es la ‘China’ (Eugenia Suárez)”, “parece que es Lali”, y finalmente eligieron a la ‘China’. No la había visto actuar y me sorprendí tanto. ¡Una chica que es tan linda no puede actuar tan bien! Pero no, ella es todo. Es una excelente actriz y me conmovió con su trabajo.

-Igual, tanto Lali Espósito como Eugenia Suárez, son dos grandes artistas…
Claro, son dos grosas. La pegaron, siguieron sus sueños y los cumplieron. Dos modelos a seguir. Son ejemplo de que todo se puede en esta vida.

-¿Cuándo caminas por la calle eres consciente de que eres también ejemplo para miles de adolescentes?
Es muy fuerte ser ejemplo para adolescentes. Cuando voy por la calle se me acerca la gente y no necesariamente a sacarse una foto, sino a abrazarme y agradecerme.  Me dicen ‘gracias a tu libro me di cuenta que una amiga estaba mal y la ayudé’, o vienen madres a decirme cosas muy lindas. Eso es súper gratificante. No me siento un modelo de vida, para nada, pero sí siento que mi libro hizo una diferencia. Puso temas en la mesa, el bullying, la anorexia, el amor obsesivo, y más. En general cuando te obsesionas con alguien te dicen ‘ya se te va pasar’, y no siempre es así.

-Eres madre de dos niñas. ¿Sientes un poco de temor porque ellas puedan pasar lo que tú visite en tu adolescencia?
Permanentemente. Vivo aterrada. Yo la pasé realmente mal. Me gustaría que ellas pasen todo lo opuesto a lo que yo viví. Quisiera que sean felices. Los problemas que tuvo mi hija mayor en el colegio los solucioné rápidamente. Hablé con la directora y pedí que nadie moleste a mis hijas. Por ellas, yo mato.

-¿Cómo has tomado el cambio de rumbo político en Argentina?
Yo voté a Mauricio Macri, no porque sea ‘macrista’, sino porque no me gusta el ‘Kirchnerismo’. Han hecho cosas muy buenas pero a ciertas personas no nos ha beneficiado. Estoy esperanzada. Doce años me parecen suficientes. Quiero que como argentinos estemos unidos y tiremos para adelante. Que el que sea ‘Kirchnerista’ o ‘Cristinista’ acompañe también. Y dentro de cuatro años se elegirá de nuevo. Estoy muy esperanzada con el futuro de mi país. 

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