Óscar Málaga: pasos para reconstruir un poemario perdido
Óscar Málaga: pasos para reconstruir un poemario perdido
Orlando Bardales

Desde una mesa de vidrio, en el fondo de un café, un hombre alto, canoso y de lentes nos habla con voz temblorosa acerca de la alegría que lo embarga. Se trata del poeta (Lima, 1946), quien ha llegado a Lima para presentar su libro “Canciones desentonadas y alegres aterrizajes para evitar el suicidio (1968-1973)” (Editorial Apollo, 2016), el jueves 9 de junio en la librería Sur de San Isidro.

La obra es una proeza editorial. Reúne los primeros poemas que el autor escribió a finales de la década del 60 y que después el tiempo y la indiferencia se encargaron de extraviar.

"Para mí la poesía es esa música que uno escucha dentro y que te va ayudando a entender el mundo. Así que el que no sabe de música tampoco sabe de poesía", señala.

Admirador confeso del rock y de la generación Beat, Málaga cuenta que escribe desde los 14 años y que su primera referencia literaria fue Jean-Paul Sartre.

"Siempre me decanté por el existencialismo, desde mis primeros versos. Fue por Sartre que empecé a leer en la biblioteca", acota.

El poeta no tiene tapujos en admitir que sucumbió al efecto de las drogas durante su etapa juvenil y que el título del libro va en esa dirección.

"'Canciones desentonadas' porque los poemas rompen con los cánones de la poesía del cincuenta, porque creo que las cosas deben ser dichas como son. Y 'alegres aterrizajes' en alusión a mis estados alterados'", comenta.

El poemario es un libro multiformato, con un cuerpo principal de 60 páginas y dos adendas pequeñas adheridas al mismo. Incluye gráficos hechos con tinta para grabado, que son interpretaciones sensoriales de los versos.

¿Cuál es la historia del libro? Cuenta Óscar que la primera edición se perdió luego de ser presentada al concurso de la Asociación Peruano-Japonesa a fines de los años 60, certamen que el poeta ganó.

Curiosamente, el libro nunca fue publicado, a pesar de que las bases del concurso así lo estipulaban.

El autor había escrito a má- quina cinco copias del poemario original, las cuales desaparecieron. Algunos de esos primeros textos se publicaron tiempo después en el libro “Estos 13” (1973), una antología hecha por el crítico José Miguel Oviedo y en el cuarto número de la revista “Estación Reunida” (1968).

Otros poemas fueron a parar a un viejo cajón que la madre del poeta conservó durante muchos años.

Aquí es donde la curiosidad editorial jugó su parte.

Un día, leyendo la antología de Oviedo, el joven editor Renzo Porcile dio con algunos versos de Málaga. “Aparte de los poemas de José Rosas Ribeyro, que también me gustaron, los únicos que mostraban una unidad temática eran los de Málaga. Pero el libro no consignaba ninguna reseña sobre un poemario”, comenta Porcile, que ocupa una silla junto al poeta en el café.

Tiempo después, Renzo encontró otras piezas de Má- laga en el tomo II de la “Antología de la poesía peruana” de Alberto Escobar. Extrañado, decidió averiguar si, efectivamente, existía ese primer poemario.

"Yo nunca he tenido la costumbre de escribir poemas sueltos", aclara Málaga en este punto del relato. A comienzos del 2014, Renzo Porcile se reunió con el periodista José Carlos Yrigoyen para consultarle sobre el tema. Fue este quien le dijo que aquel primer libro se había extraviado y que, en efecto, había que hacer justicia poética. El siguiente paso fue contactar por Facebook al propio Málaga, quien reside en Auckland (Nueva Zelanda).

Este confirmó el extravío de los poemas, aunque reveló que en los próximos días su madre le entregaría una vieja caja con documentos suyos que había guardado celosamente por 40 años. De esta veta, más los poemas aparecidos en las antologías, Porcile e Yrigoyen fueron reconstruyendo el libro como una pieza de arqueología.

Los versos de "Canciones desentonadas y alegres aterrizajes para evitar el suicidio (1968-1973)" muestran a un poeta que deambula y describe la ciudad en un lenguaje casi coloquial.

"Sobre ti, como una oruga transparente, en medio de la ciudad, adormecido [...]" se lee en una de sus páginas.

Tembloroso por el Parkinson, Málaga apaga un cigarrillo en el café y acaricia su joya recobrada antes de presentarla al público lector.

MÁS INFORMACIÓN
Lugar: Librería Sur. Dirección: Avenida Pardo y Aliaga 683, San Isidro. Horario: mañana jueves 9 de junio a las 7:30 p.m. Ingreso: libre.

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