Pisapapeles. Esta semana reseñamos los libros "Lecciones de origami" de Augusto Effio, "La historia sin fin" de Carina Moreno Baca y "Canto a la hoja que cae" de Úrsula Alvarado.
Pisapapeles. Esta semana reseñamos los libros "Lecciones de origami" de Augusto Effio, "La historia sin fin" de Carina Moreno Baca y "Canto a la hoja que cae" de Úrsula Alvarado.

“Lecciones de origami”

Autor: Augusto Effio

Cuentos

Páginas: 118

Editorial: Peisa

No creo que sea casual que el autor del libro cite una película de los hermanos Coen en uno de sus epígrafes. Al igual que en varios de sus filmes, los cuentos de “Lecciones de origami” están ambientados en una localidad pequeña (y ficticia) del Perú, con situaciones algo absurdas de crimen y corrupción, y a través de personajes grises, de una medianía que pareciera no hacerlos suficientemente dignos de protagonizar un relato.

Pero es la monotonía de esos individuos –de un visitador médico a una empleada de ministerio, de un vendedor de películas piratas a unos policías dados de baja– la que los conduce a perseguir casi con desesperación algún hecho descollante, un percance que rompa al menos por un instante el “aburrimiento áspero y agrio” en el que viven sumidos. En estos cuentos, siempre hay un intento por quebrar el mediocre statu quo de un pueblo chico marcado por la burocracia estatal, las argollas institucionales, los delitos de poca monta.

Los incidentes en ese San Cristóbal oscuro y mal iluminado donde se desarrollan los seis relatos del libro podrían no pasar de sosos reportajes policiales de algún canal de televisión local. En cambio, se logra configurar como un lugar sorprendentemente atractivo e hipnótico gracias al lenguaje y talento narrativo de Effio, siempre meticuloso en sus descripciones y sus alegorías, y preciso en lo que revela y lo que no.

“La historia sin fin”

Autora: Carina Moreno Baca

Ensayo

Páginas: 112

Editorial: Municipalidad de Lima

Esta investigación se centra en tres importantes festivales de artes escénicas que, paradójicamente, conllevan su relevancia con una vida casi siempre efímera. ¿Por qué no duran estas apuestas culturales en una ciudad como Lima? ¿Es verdad que no existe un público para ellas? ¿Influye lo político en su concepción?

Esas son solo algunas de las interrogantes que pueden ser respondidas (o por lo menos ser puestas en discusión) gracias a este bien documentado libro de la gestora cultura Carina Moreno. Ella aborda los casos del Festival Internacional de Danza y Teatro de Lima (que celebró cinco ediciones entre 1998 y 2002), el Festival de Artes Escénicas de Lima, más conocido como FAEL (tres ediciones, del 2012 al 2014), y el el FAE Lima (heredero del anterior, que comenzó en el 2017 y en marzo próximo llevará a cabo su sexta edición).

Apoyada en cifras reveladoras, en fotografías y gráficas, así como en testimonios de organizadoras como Karin Elmore y Marisol Palacios, “La historia sin fin” es un notable aporte no solo para el rubro escénico, sino para toda la gestión cultural de nuestro país.

El libro está disponible como descarga gratuita en

“Canto a la hoja que cae”

Autora: Úrsula Alvarado Noblecilla

Poesía

Páginas: 44

Editorial: Hanan Harawi

Son dos partes bien diferenciadas las de este poemario. Comienzo con la segunda, “Voz de bosque”, en la que se reflexiona sobre la idea del cuerpo (el propio y el de otros), pero que sobre todo busca fundir ese cuerpo con la naturaleza, hacerlo uno con ella. Poemas como “Transmutación” o “Vientos” entregan sutiles referencias a elementos como las hojas, los pájaros y la luz, que funcionan por su delicadeza y sensibilidad.

En contraparte, la primera parte del libro, “Hoja al vacío”, es más oscura pero también más lograda. Aquí las alusiones a la muerte o a la enfermedad luces a ratos descarnadas, con algunos versos que hacen recordar a aquel Watanabe que transitaba de las imágenes claras al más seco dolor. Los espacios fríos y asépticos del hospital y la terminología médica marcan este conjunto de poemas que entiende cuándo recurrir a las figuras retóricas y cuándo palpar sin miramientos la realidad. Como cuando escribe: “Un cuerpo mil veces mordido no sirve de metáfora”.

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