Radiohead se presentó por primera vez en Lima en el marco del festival SoundHearts. (Alessandro Currarino / El Comercio)
Radiohead se presentó por primera vez en Lima en el marco del festival SoundHearts. (Alessandro Currarino / El Comercio)
Miguel Rocca

" tocará en Lima". El anuncio hecho en noviembre del 2017 resultaba difícil de creer. Una de las bandas más esperadas por los melómanos peruanos estaba finalmente a punto de llegar por primera vez y las posibilidades de lo que ofrecerían los liderados por Thom Yorke eran infinitas.

El Soundhearts Festival fue más allá de todo eso: una experiencia musical imperdible que arrancó con la banda nacional Mundaka y que continuó con Junun y Flying Lotus, dos propuestas inusuales en Lima que se encargarían de dejar el terreno listo para Radiohead.

Un minuto para las 9. Las luces que iluminaban todo el campo del Nacional se apagan y comienza el griterío. Las notas de "Daydreaming" anuncian el inicio de una experiencia única. Y es que Radiohead es una de las mejores bandas para ver en vivo en la actualidad: por su música, por la producción del show y por la performance de Thom Yorke.

Ni bien culmina la primera canción, un ensordecedor aplauso resuena en el estadio. Thom y compañía responden con un "muchas gracias". Sí, a veces solo dos palabras son necesarias para conquistar al público. No dicen más porque todo lo dicen con su música. Siguen entonces con "Ful stop", "15 Step" y "Myxomatosis", temas que marcan una diferencia en el setlist con respecto a lo tocado días atrás en Chile y Argentina.

Cada grito del público, cada "¡Radiohead, Radiohead!" recibe como respuesta un "gracias" de parte de los músicos que han tomado por asalto el escenario, el estadio, Lima, el país. Radiohead está en el Perú o quizá sea el Perú el que se ha sumergido en el mundo Radiohead. ¿No lo creen? Y entonces sonó "No surprises".

El concierto continuaba con Thom contorneándose, tocando maracas, el teclado. El vocalista de Radiohead hace todo sobre el escenario, y no defrauda. Los músicos no desentonan. La iluminación y los efectos son alucinantes. Blanco, azul, rojo, verde, rojo otra vez. Los colores que emanan desde el escenario van en sintonía con la banda. Se escucha "Nude", "Street spirit (Fade out)" y "2+2=5".

El playlist casi iedal. Todo lo que ocurre en el Nacional roza la perfección. El público, tantas veces criticado por su frialdad, esta vez se entrega y disfruta de cada uno de los temas. Aplaude cuando tiene que aplaudir, grita cuando hay que hacerlo, canta y acompaña a Radiohead en todas las canciones. El público quiere y merece más.

Y Thom y su banda lo entienden. Tras el primer encore, Radiohead regresa al escenario para cantar "Fake plastic trees". A esta le siguen temas como "There there", "The National Anthem" e "Idioteque". En este último tema, un problema con el sintetizador de Jonny Greenwood fue percibido por el público, pero Thom rápidamente solucionó todo con un "esto a veces pasa", generando algunas risas en los espectadores". Se va Radiohead una vez más, el final se acerca.

"I DON'T BELONG HERE"
Vuelve la banda, y nosotros que no queremos que se vayan más. Un sonido conocido se apodera de todo el estadio. Sí, es "Creep", la canción más emblemática de la banda, el tema que generaba debate entre los más fans, pero el que todos queríamos oír, no nos engañemos. Con todos los asistentes cantando el himno de Radiohead llega el final. Y sería a lo grande con "Paranoid android" y "Karma Police".

¿Por qué cuando termina un concierto no nos queremos ir? 
El público se ha quedado aplaudiendo a Radiohead. Y sí, lo que han entregado los británicos, en cada uno de los 26 temas de su setlist, da para aplaudirlos una eternidad. 

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