¿Quieres sacarle el máximo provecho a tu rutina de ejercicios? La actividad física mejora la calidad de vida y ayuda a combatir el desarrollo de enfermedades, pero esta no debe estar alejada de una correcta alimentación. Al desayunar, almorzar o cenar saludablemente hacemos también que todo el esfuerzo físico valga la pena. Ambas cosas tendrán un impacto positivo en el estado de ánimo, la autoestima y la autoconfianza.
Renato Salazar, coach y asesor nutricional, indica que antes y después de entrenar, deberíamos contar principalmente con fuentes de proteína (atún, pollo o huevo) y carbohidratos que podemos encontrar en frutas, granos como el arroz y la avena o fideos libres de gluten.
Además, la proporción de alimentos que se consuma dependerá de los requerimientos de cada persona, en función a su composición corporal y su régimen de actividad física semanal. “Las verduras deberían conformar entre el 40% y 50% del total de tu plato, debido a los micronutrientes que aportan. Recordemos también que las frutas, legumbres y cereales son carbohidratos, la fuente de energía más eficiente para el cuerpo. El problema surge cuando los consumimos de forma excesiva”, agrega.
Es ahí donde resulta vital el reducir al máximo el consumo de productos ultraprocesados (frituras, snacks embolsados, galletas, chocolates, golosinas, gaseosas, productos lácteos, cereales con alto contenido de azucares añadidos, etc). “Todos estos alimentos son altamente calóricos y proinflamatorios, lo que agrava los niveles de inflamación que nuestro cuerpo puede presentar”.
Cómo llevar una buena alimentación
Los expertos de ROK, centro de experiencia y tienda especializada en equipos deportivos, brindan cinco recomendaciones para optimizar tu entrenamiento gracias a la alimentación:
- Alimentarse antes de entrenar. Ingerir carbohidratos en comidas pequeñas o bebidas —al menos una hora antes de iniciar la rutina— ayuda a mejorar el rendimiento, permitiendo que el entrenamiento pueda ser más largo e intenso. De lo contrario, puede haber aturdimiento y fatiga.
- Controlar las porciones que se ingiere. Mientras que comer demasiado puede causar pereza, comer muy poco podría no brindar la energía que el organismo necesita. Por eso, es importante que el tamaño de la porción sea adecuado antes de hacer ejercicio.
- Consumir proteínas. Después de hacer actividad física, los músculos necesitan recuperarse. Por eso, durante las dos horas posteriores, es importante comer un pequeño refrigerio que contenga proteínas y carbohidratos.
- No excederse con suplementos vitamínicos. Si se tiene una dieta balanceada, no será necesario añadir suplementos adicionales. Un consumo excesivo de vitaminas y minerales no necesariamente optimizará el rendimiento deportivo.
- Moderar las grasas, sales y azúcares. Si bien son necesarios para mantener el cuerpo con energías, es preferible no excederse en su consumo. Una buena opción es preparar alimentos al horno o a la parrilla.
¿Cuánto ejercicio realizar?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), un adulto debería realizar, al menos, 150 minutos de actividad física a la semana. Así podrá prevenir el desarrollo de diabetes de tipo 2, cardiopatías y otras enfermedades. Sin embargo, solo uno de cada cuatro personas mayores de 18 años cumple esta condición. Para incentivar a que más personas vivan una experiencia interactiva en sus rutinas de ejercicio, la tecnología se ha convertido en una gran aliada, como iFIT una aplicación que permite acceder a sesiones de ejercicio con los mejores coaches del mundo.
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