"Ya nadie recuerda el conflicto en Ucrania"

El embajador de Ucrania en el Perú, Oleksandr Mykhalchuk, señala que a casi un año de la aprobación de medidas para la aplicación de los Acuerdos de Minsk, la situación en el Este de su país sigue siendo extremadamente frágil y alejada de la restauración de paz y seguridad que se buscaba. 

"Últimamente la prensa mundial, incluso la del Perú, dedica una atención particular a los sucesos relacionados con Siria, Iraq, Irán, Corea del Norte, problemas de los inmigrantes etc… Y esto es comprensible. Pero ya nadie recuerda lo que pasa en Ucrania, en particular en el sudeste. Y es que aún no se ha logrado arreglar el conflicto armado en el Este de nuestro país, donde la situación es preocupante", señaló el embajador en una carta enviada a El Comercio. 

El diplomático mencionó que durante los días 15, 16 y 17 de enero de este año los rebeldes, apoyados por Rusia, tirotearon 124 veces posiciones y objetivos civiles ucranianos dejando muertos y heridos. "Se utilizaron no solo armas pequeñas, sino morteros de grandes calibres, desde los 82 a los 120 mm, lanzagranadas, instalaciones antiaéreas y transporte blindado BMP, que tenían que ser retirados según los Acuerdos de Minsk".

Para  Mykhalchuk el acto más grave ocurrió el 16 de enero cuando los rebeldes prorrusos abrieron premeditado fuego contra un vehículo de la Misión Especial de Monitoreo de la OSCE, con lo cual, según la posición del diplomático Rusia viola sus compromisos asumidos en el marco de los Acuerdos de Minsk. 

"Rusia menosprecia conscientemente los Acuerdos de Minsk y es plenamente responsable por la situación en ciertas regiones de las provincias de Donetsk y de Lugansk. Los dirigentes del Kremlin siguen soportando a los rebeldes y participando en la guerra híbrida en el este de Ucrania, aunque nunca oficialmente lo confiesan en plano. Según mi parecer, el presidente ruso Vladimir Putin intenta limitar al máximo las críticas y la pérdida de popularidad entre la opinión pública internacional y rusa", declaró el embajador quien agrega que  tras la anexión de Crimea, la  popularidad de Putin  en la Federación de Rusia subió hasta alcanzar el 85%. 

"Así pues, parece evidente que a Rusia lo que le interesa es mantener un conflicto prolongado de baja escala para debilitar a Ucrania - algo similar a lo que ya vimos en los conflictos de Abjasia, Osetia del Sur y Transnistria. Por eso, es muy importante, que Moscú tenga voluntad política para cesar el conflicto [...] En este caso, es extremadamente importante seguir presionando políticamente a la Federación de Rusia, aplicando los instrumentos diplomáticos y de sanciones para que Moscú devuelva al cauce jurídico internacional".

SOBRE CRIMEA

"Tras la anexión de Crimea por Rusia, ya hace casi dos años atrás, se ha empeorado considerablemente en esa zona la situación en el ámbito de los derechos humanos. Las represiones de las autoridades de ocupación rusas afectan a toda la población de la península, y especialmente al pueblo tártaro, convirtiendo la península de Crimea en una “isla de miedo y sufrimiento”. Rusia debe poner fin a la persecución de los tártaros y liberar inmediatamente a sus activistas, Ajmet Chiygoz, Ali Asanov, Mustafa Degermendzhi, Arsen Yunusov y otros ilegalmente detenidos que se hicieron rehenes de la política de ocupación de la Federación de Rusia con respecto a Ucrania" escribió el diplomático en la carta dirigida a este Diario.