Milagros Asto Sánchez

Los trabajadores de la acrópolis de Atenas respiraron con algo de alivio esta semana cuando las autoridades griegas anunciaron que los sitios arqueológicos del país permanecerán cerrados en las horas más calurosas del día. En la desértica Phoenix, capital de Arizona (EE.UU.), los médicos usaron bolsas para cadáveres llenas de hielo para mitigar el calor en la ciudad que batió un récord que mantenía desde hacía 49 años, al tener más de 20 días consecutivos temperaturas superiores a 43 °C. Países como China y Japón también redoblaron sus esfuerzos para enfrentar un clima descrito como infernal.