Milagros Asto Sánchez

El reloj ya no avanza igual en . Desde que el sonido de una explosión lo despertó la madrugada del jueves, el peruano Naun Flores Choque empezó a medir el tiempo en bombazos, sirenas de alarma y mensajes oficiales en la televisión. Tres, cinco, diez y pronto dejó de contar. Lo único importante era poner a su familia a salvo, tardar no era una opción. Naun pensaba en eso mientras, parado junto a una carretera, miraba el auto que en pocos minutos llevaría a su esposa y sus tres hijas fuera de Kiev, algunos kilómetros más lejos de la guerra.

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Tal vez por nerviosismo o para intentar ocultar su tristeza, el peruano grabó un video antes de que el vehículo se pusiera en marcha la mañana de ayer. Habló del peligro que significa quedarse en Kiev tras la invasión rusa y de cómo es más seguro seguir el camino hacia las montañas, más cerca de la frontera occidental. “Quiero enviar muchos saludos a la gente que me conoce. Ya mi familia se va. No sé cuándo nos veremos de nuevo”, dice sin poder evitar quebrarse en el mensaje que comparte con El Comercio.

Naun Flores grabó un video minutos antes de despedirse de su esposa e hijas, quienes salieron de Kiev. (Captura de video / Cortesía para El Comercio)
Naun Flores grabó un video minutos antes de despedirse de su esposa e hijas, quienes salieron de Kiev. (Captura de video / Cortesía para El Comercio)
Naun Flores, peruano residente en Ucrania.

La noche anterior, todos en su casa habían dormido en el sótano, mientras los bombardeos continuaban. Pese al riesgo, Naun, huancaíno de 56 años, decidió quedarse en Kiev para proteger el patrimonio que construyó con esfuerzo en casi cuatro décadas. Tiene un negocio de productos esotéricos y una especie de cafetería en la que vende infusiones naturales que teme terminen saqueados como ya ocurrió en otros momentos del conflicto.

Las posesiones que la familia de Naun Flores pudo llevarse consigo. (Foto: Naun Flores / Cortesía para El Comercio)
Las posesiones que la familia de Naun Flores pudo llevarse consigo. (Foto: Naun Flores / Cortesía para El Comercio)
El peruano junto a dos de sus hijas. (Foto: Naun Flores / Cortesía para El Comercio)
El peruano junto a dos de sus hijas. (Foto: Naun Flores / Cortesía para El Comercio)

Mucho que perder

El peruano Nivio Ilich Huamán Flor también conoce bien el conflicto entre Rusia y Ucrania. Hace ocho años tuvo que dejar la vida que tenía en Crimea cuando esa península ucraniana fue anexada por Moscú. Cerró sus negocios, vendió su departamento y se mudó a Kiev. No le parecía lógico quedarse en un lugar que era foco de tensión. Pero ahora todo el país se ha convertido en zona minada.

(El Comercio)
(El Comercio)

A mí lo que más me preocupa es mi familia”, dice Nivio a este Diario a través de una llamada de WhatsApp que contesta mientras viaja a la frontera con Rumanía. Él teme por su esposa y sus dos hijos, con quienes tiene una vida en la región de Odesa, al sur del país. Ahí, nuestro compatriota, que lleva 30 años en Ucrania, tiene un restobar peruano que, como hace ocho años, ahora ha dejado atrás.

La guerra es especialmente inquietante para Nivio. Sus hijos varones tienen 12 y 19 años y el mayor está llamado a hacer servicio militar. Al igual que todos los jóvenes de más de 18 años, tiene prohibido salir del país. Por eso el peruano y su familia rompieron el toque de queda el jueves y decidieron partir a la frontera. Viajaron toda la noche en auto y ahora esperarán cerca de la frontera hasta que todos puedan salir.

Nivio Huamán teme que su hijo mayor (al medio), de 19 años, sea llamado a servir en las fuerzas ucranianas. (Foto: Nivio Huamán / Cortesía para El Comercio)
Nivio Huamán teme que su hijo mayor (al medio), de 19 años, sea llamado a servir en las fuerzas ucranianas. (Foto: Nivio Huamán / Cortesía para El Comercio)
Nivio junto a su esposa ucraniana. (Foto: Nivio Huamán / Cortesía para El Comercio)
Nivio junto a su esposa ucraniana. (Foto: Nivio Huamán / Cortesía para El Comercio)

Mi esposa, mi hijo menor y yo podemos irnos, pero mi primogénito no. Ese es nuestro temor”, afirma. “En cualquier momento lo pueden detener y se lo pueden llevar al ejército”, agrega con preocupación.

Pese a que cada minuto cuenta el peruano defiende que siempre hay tiempo para ayudar. En el auto en el que traslada a su familia lleva también a otro peruano de Odessa, un médico cirujano que llegó a Ucrania a hacer prácticas profesionales. También le hizo espacio a cuatro personas más, todos ucranianos que trabajaron en su bar. “Ellos decidieron salir y nos pidieron que los saquemos. Todos viajamos juntos y a pesar de que no vamos por rutas muy conocidas o concurridas vemos muchísimos autos con placas de diferentes regiones del país. No estamos solos”.

Ojos en el Perú

Con la consigna de alejarse de la guerra, la pequeña comunidad de compatriotas que vive en la exrepública soviética trata de mantenerse comunicada. Al menos por ahora, que eso aún es posible. Miguel Ángel Capuñay lleva ocho años entre el Perú y Ucrania, donde asesora a empresas en temas de exportación e importación. Él también estuvo tratando de salir de Kiev y hasta intentó convencer a otros compatriotas de dirigirse a la frontera rumana primero en bus y luego a pie.

Siento mucha preocupación, estoy muy tenso. Escucho bombas permanentemente, pero trato de mostrar calma a mi familia y a mis hijos que están en Perú”, dice por teléfono.

Miguel Ángel Capuñay espera poder volver pronto al Perú. (Foto: Miguel Ángel Capuñay / Cortesía para El Comercio)
Miguel Ángel Capuñay espera poder volver pronto al Perú. (Foto: Miguel Ángel Capuñay / Cortesía para El Comercio)

En uno de los últimos mensajes que Miguel Ángel envió ayer a este Diario contó que, finalmente, estaba saliendo en auto rumbo a la frontera. Calculaba que le tomaría unas 15 horas completar su camino a la ciudad Ivano-Frankivsk, cerca de la frontera con Rumanía. “Ya no se puede acercar uno a Kiev, ya están bombardeando, los rusos ya han llegado, han tomado lugares estratégicos. Yo seguiré comunicándome con los peruanos y con el cónsul honorario”.

Naun Flores también está atento a la posibilidad de un vuelo que salga para nuestro país. “Vamos a esperar si el Gobierno del Perú, así como ha prometido, cumple con evacuarnos porque es imposible quedarse más tiempo”, dice casi al final del video en que registró la partida de su familia. “Me despido. Ya van a salir mi esposa y mis hijas”, vuelve a decir y luego se dirige al auto en movimiento. “Chau, Laurita, suerte, buen viaje, ya nos vemos”.

Las hijas de Naun Flores, Laura, Renata, Agnesa y su esposa Oxana se despidieron del peruano para desplazarse fuera de Kiev. (Foto: Naun Flores / Cortesía para El Comercio)
Las hijas de Naun Flores, Laura, Renata, Agnesa y su esposa Oxana se despidieron del peruano para desplazarse fuera de Kiev. (Foto: Naun Flores / Cortesía para El Comercio)

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