Milagros Asto Sánchez

Ucranianos que resisten en su país narran los horrores vividos en el primer año de una guerra que –pese a los bombardeos, cortes de electricidad y pérdidas incalculables– no les quita la esperanza y el orgullo por su nación. Desde Kiev y otras ciudades, renuevan el clamor de ayuda a la comunidad internacional, mientras cuentan los días para el fin de un conflicto que cambió sus vidas para siempre.