Milagros Asto Sánchez

Era un hecho que Donald Trump partía con ventaja en la carrera republicana a la Casa Blanca, pero su aplastante victoria en las primarias de Iowa ha sido una debacle mayúscula para quienes buscaban hacerle la pelea. Pese a los escándalos y los 91 delitos graves de los que ha sido acusado en cuatro casos penales el año pasado, los partidarios del exmandatario demostraron su fascinación -casi devoción- por el magnate y lo ubicaron en una posición prácticamente inalcanzable en la campaña partidaria por la presidencia.