La destrucción de las calles, por Arturo Woodman
La destrucción de las calles, por Arturo Woodman
Redacción EC

Apreciamos por muchos años que la mayoría de las pistas de las calles de Lima y del país se deteriora rápidamente. Esto ha ocasionado una serie de perjuicios, tanto a los vehículos que circulan como al continuo fluido del tráfico y, sobre todo, a las municipalidades que tienen que invertir elevadas cantidades de dinero en repararlas, pero, a pesar de que podría solucionarse fácilmente, este problema persiste.

Las razones prioritarias que lo producen son la mala construcción de las pistas y el tráfico de los volquetes sobrecargados.

Para lograr una buena construcción de las mismas, es necesario que las municipalidades sean exigentes en el cumplimiento de las especificaciones técnicas previstas. Para esto, tienen que contratar a empresas especializadas que realizan diligentemente la inspección de las obras e incluir en los respectivos contratos-fianza de fiel cumplimiento por un mínimo de dos a tres años.

En relación con el segundo punto, las municipalidades deben tener presente que Lima tiene alrededor de 800 kilómetros cuadrados urbanizados, que implica que existan entre 12.000 y 15.000 kilómetros de pistas, lo que equivale a seis veces la longitud de la carretera de Tacna a Tumbes. Si asumimos que solo el 5% (porcentaje mínimo) de la longitud de calles en Lima se deteriora anualmente (750 kilómetros), las municipalidades en conjunto deben invertir alrededor de 250 millones de soles en repararlas, cifra que debe obligarlas a realizar un eficiente control en su construcción y evitar que los camiones con sobrepeso circulen (sobre todo ahora que trasladan miles de toneladas de desmonte que se extraen de los profundos sótanos para estacionamientos).

Como primer paso, el debe hacer respetar su , y extender  los respectivos certificados de circulación en que se precise el máximo peso que podría transitar según las características del volquete o camión. Complementariamente, las principales municipalidades deberán efectuar el control de peso, para lo cual tendrán que utilizar balanzas portátiles especiales que al pesar un eje o llanta del vehículo puedan dar a conocer el peso total que está transportando el volquete (si este no coincide con el que establece el certificado, se le aplicaría una fuerte multa, evitándose de alguna otra forma que repita la infracción).

Como referencia, la tabla de pesos y medidas del MTC establece como pesos máximos y totales para camiones de dos ejes entre 18 y 25 toneladas, y algunos especiales de tres ejes hasta 30 toneladas. Desafortunadamente, es común observar volquetes con tolvas de más de 12 metros cúbicos sobrecargados con desmonte, lo que implica que transportan cerca de 40 toneladas de peso total y, por lo tanto, incumplen las especificaciones y malogran las pistas.

Las municipalidades deben tener presente que las carreteras del país se deterioraban muy rápidamente, pero desde que el MTC obligó a respetar su reglamento y el pesaje de los camiones, su deterioro ha disminuido considerablemente y, por lo tanto, esta experiencia positiva debe aplicarse para las calles de Lima y del país.