Rober  Villalva

En , una tierra que ha forjado íconos mundiales como el papa Francisco, Lionel Messi y Diego Maradona, la sorpresa ha irrumpido en el escenario político. Durante décadas, el peronismo ha estado arraigado en la identidad electoral del país. Sin embargo, el panorama está cambiando y la reciente victoria de en las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias () ha sacudido los cimientos de la tradición política argentina.

El recuerdo del año 2001 permanece fresco en la memoria colectiva. Los argentinos, desesperados por un cambio en la dirección política, salieron a las calles para exigir reformas. Aunque el gobierno cambió, las prácticas políticas se mantuvieron. El resultado: una nación donde el 40% de la población lucha contra la pobreza y una inflación anual que supera el 100%, con el precio del dólar por las nubes.

En el 2018, viajé a Córdoba cuando el dólar se cotizaba en 39 pesos. Hoy, después del triunfo de Milei, el dólar blue ha alcanzado la asombrosa cifra de más de 650 pesos. Javier Milei ha emergido como una figura disruptiva que ha desafiado a la élite política y ha conseguido la primera posición en las PASO.

Las PASO, una suerte de elecciones primarias, constituyen un proceso crucial en el sistema político argentino. Representan un espacio en el que los políticos legitiman sus liderazgos y miden la correlación de su activismo al interior y fuera de sus filas. El ganador en las internas se convierte en el representante en el proceso electoral general para competir con otras fuerzas políticas.

La singularidad de las PASO radica en su capacidad para evitar la imposición de candidaturas por parte de las élites partidistas, una práctica lamentablemente común en el Perú y en otros lugares. Resulta difícil imaginar que figuras como Pedro Pablo Kuczynski o Pedro Castillo habrían llegado a Palacio de Gobierno si hubiesen tenido que enfrentarse a unas elecciones primarias como ocurre en Estados Unidos.

En el Perú, aunque la legislación permite la realización de las PASO, el Parlamento ha postergado en dos ocasiones su implementación (elecciones presidenciales 2021 y elecciones municipales y regionales 2022). Así se privó al país de una herramienta democrática valiosa.

Mientras tanto, en Argentina, Milei ha obtenido más del 30% de respaldo en las PASO, seguido de cerca por Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio, del expresidente Mauricio Macri) con 28% y Sergio Massa (ministro de Economía del partido oficialista) con 27%. Aunque los resultados son ajustados, parece que la tendencia favorece al candidato defensor de la libertad, a la dolarización de la economía argentina, a privatizar empresas públicas y a cerrar el Banco Central.

El proceso electoral en Argentina está programado para octubre y surgen interrogantes cruciales. ¿Hacia dónde se inclinarán aquellos que no votaron en las primarias? ¿Estamos ante el declive del partido de Cristina Fernández de Kirchner? ¿Se establece una nueva corriente de derecha populista en Argentina?

La sorpresiva victoria de Javier Milei en las PASO ha encendido la llama del cambio en la política argentina y representa un giro audaz hacia un enfoque disruptivo. La incertidumbre se cierne sobre el país, pero una cosa es segura: el panorama político argentino ya no será el mismo.

*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

Rober Villalva es especialista en comunicación política