Los juegos no son de locos, por Arturo Woodman
Los juegos no son de locos, por Arturo Woodman
Arturo Woodman P.

En la última edición dominical de El Comercio, el prestigioso periodista y analista político Federico Salazar insinúa en su artículo titulado “Juego de locos” la conveniencia de no realizar los Juegos Panamericanos Lima 2019. Menciona una serie de puntos, efectivamente ciertos, tales como la existencia de problemas de déficit en nuestra infraestructura y de atención en las áreas de salud, educación, además de las deficiencias en nuestra seguridad, servicios sociales, carreteras, etc.

Como ingeniero y ex presidente de gremios empresariales he participado en una serie de estudios en los que se precisa que nuestras necesidades en infraestructura son grandes y hoy llegan a cerca de US$150.000 millones (AFIN) y que, para reducirlas, tendríamos que invertir anualmente hasta el 1,4% del PBI. Pero como dirigente deportivo conozco perfectamente que dentro de las deficiencias que tiene nuestro país, también están la infraestructura deportiva y el apoyo que debería tener el deporte para lograr una juventud triunfadora, sana y que dé satisfacciones al país y contagie su espíritu positivo.

Dentro de esta aspiración, vino la satisfacción de todos los peruanos, hace más de tres años, cuando se consiguió ser sede de los Juegos Panamericanos, después de una segunda postulación y pese a que en dichas oportunidades la falta de infraestructura en general estaba presente.

Estimo que las críticas y el pesimismo que hoy se escuchan contra la realización de los juegos provienen por dos circunstancias. Primero, por el tiempo perdido en iniciar el trabajo pendiente para lograr unos juegos sin sobresaltos, utilizando los más de cinco años que la Organización Deportiva Panamericana (Odepa) nos dio al asignarnos la sede. Y segundo, por la falta de liderazgo y comunicación con que han actuado tanto el ministerio responsable como la presidencia encargada de los juegos, lo que era indispensable para recuperar el tiempo perdido e incentivar con su acción el interés y apoyo de toda la ciudadanía y del gobierno.

El compromiso de realizar los Panamericanos Lima 2019 es del Estado Peruano y felicito al presidente Pedro Pablo Kuczynski por haber reafirmado que dichos juegos deportivos serán apoyados y que se trabajará con más eficiencia e interés en ello, coordinando con el ingeniero Carlos Neuhaus como jefe de las dos entidades responsables.

Respecto al presupuesto, estimado en US$1.250 millones, es conveniente revisar, sobre todo, el monto destinado para labores de organización, que estaría elevado (US$430 millones, lo que equivale a aproximadamente US$55.000 por cada atleta que vendrá). Hay que tener presente también que la inversión en la Villa Panamericana se recuperará al venderse luego los departamentos que la componen. Si además consideramos los ingresos que generan los juegos, se puede estimar la inversión en una cifra cercana a los US$1.000 millones, un monto que, si se invierte en cinco años –como era lo previsto–, no superaría el 0,4% del presupuesto público anual, y al ejecutarse en tres años, subirá solo al 0,65%.

El país y el gobierno tienen que realizar los esfuerzos para superar nuestros problemas, incluyendo nuestro nivel de pobreza y falta de infraestructura. Pero dentro de este panorama tenemos que estar convencidos de que el apoyo al deporte, a su infraestructura y a eventos de competencia como los Panamericanos, debe ser una política de Estado, y al hacerlo debemos estar seguros de que nuestro espíritu y fuerza de superación se incrementarán enormemente.