"Una forma de responder a la disparidad en la tasa de mortalidad del COVID-19 ahora es apuntar a los hombres para recibir vacunas y refuerzos" (EFE/Ricardo Maldonado Rozo/Archivo).
"Una forma de responder a la disparidad en la tasa de mortalidad del COVID-19 ahora es apuntar a los hombres para recibir vacunas y refuerzos" (EFE/Ricardo Maldonado Rozo/Archivo).
/ RICARDO MALDONADO ROZO
Ezekiel  J. Emanuel

Los hombres tienen muchas más probabilidades que las mujeres de morir por COVID-19 y es más probable que estén intubados y tengan hospitalizaciones prolongadas. Esta disparidad en las muertes relacionadas con el COVID-19 ha existido desde el inicio de la pandemia. Los hombres también tienen más probabilidades de desarrollar ciertas complicaciones raras de algunas vacunas contra la enfermedad y de experimentar una disminución más rápida en las medidas de inmunidad una vez vacunados. Las razones siguen sin estar claras.

Los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) muestran que, en los Estados Unidos, las mujeres representan el 45,6% de las muertes por el COVID-19 hasta ahora y los hombres el 54,4%. Según la Brookings Institution, al menos 65.000 hombres más que mujeres han muerto de COVID-19 en los Estados Unidos. A nivel mundial, la tasa de mortalidad ha sido aproximadamente un 50% más alta para los hombres.

Un estudio de julio del 2021 también encontró que, en comparación con las mujeres, los hombres con COVID-19 tenían una tasa de intubación respiratoria casi un 50% más alta y una estancia hospitalaria un 22% más prolongada.

Igualmente, hay evidencia de que la inmunidad de la vacuna Pfizer-BioNTech disminuye más rápidamente entre los hombres.

¿Qué podría explicar estas diferencias?

Algunos investigadores piensan que las tasas más altas de muerte por el COVID-19 entre los hombres se deben a tasas más bajas de vacunación. Sin embargo, las tasas de vacunación por sí solas no pueden explicar todos los peores resultados del COVID-19 entre los hombres, ya que las disparidades en las muertes y otras complicaciones son anteriores a la disponibilidad de las vacunas.

Unos sugieren que la mayor tasa de mortalidad entre los hombres es falsa. Otros sostienen que factores como la adherencia al uso de mascarillas probablemente explican las diferencias. Incluso, ciertos científicos afirman que podrían estar en juego factores hormonales.

Aun así, las razones por las que los hombres parecen estar peor siguen siendo un misterio. Se necesita mucha más investigación para comprenderlo, y lo más probable es que haya varios factores en juego.

La comunidad médica debe estar más abierta a explorar las diferencias sexuales en la enfermedad. Una forma de responder a la disparidad en la tasa de mortalidad del COVID-19 ahora es apuntar a los hombres para recibir vacunas y refuerzos.


–Glosado, editado y traducido–

© The New York Times