Richard Webb

Ha fallecido . Él fue economista, reconocido docente universitario, investigador, pionero de la ciencia económica moderna en el Perú, colega y amigo personal. Inició su carrera hace medio siglo y sus provocativas clases en la Pontificia Universidad Católica del Perú estimularon a varias generaciones de nuevos economistas.

Nos conocimos cuando empezábamos nuestras respectivas carreras, él buscando un patrocinador para postular a un programa de becas y yo como funcionario principiante en el Banco Central de Reserva (BCR). Cuando el decano de San Marcos le negó el patrocinio (por discrepancias políticas, según Adolfo), se presentó al BCR y para el banco fue una satisfacción contribuir de alguna manera a la creación de capacidad técnica en el país. Sin embargo, el vínculo de Adolfo con el BCR no pasó de ese respaldo en su etapa de estudiante –su espíritu de investigador independiente no estaba marcado para la burocracia–.

Años después colaboramos en el dictado de un curso sobre la economía peruana, buscando aterrizar los pronunciamientos de la teoría en las realidades del país. Ese esfuerzo, sospecho, motivó la invitación que me hizo para acompañarlo en una visita a su madre que vivía en Shilla, un caserío ubicado en las faldas del Huascarán. Al día siguiente de llegar, recorriendo la comunidad, pasamos cerca de un comunero que abría surcos con una pala en el terreno junto a su casa. Adolfo dio un grito y corrió para abrazarlo –se trataba de su mejor amigo de la niñez–. Regresando del encuentro me contó que en los años de primaria él y su amigo empataban en el primer puesto de la clase. Pero en esa época la escuela primaria en Shilla apenas llegaba hasta el tercer grado, y para continuar la primaria en la cercana ciudad de Carhuaz solo había cupo para un alumno. Así, cuando llegaron al final del tercer año de primaria en Shilla, Adolfo y su amigo seguían empatados en el primer puesto, el maestro dijo que no le quedaba otra que tirar una moneda para decidir cuál de los dos sería declarado el ganador, y luego de hacerlo anunció que el ganador era Figueroa. Nunca supe si el cuento era verdad. Adolfo gustaba de bromas que descubrían la candidez del limeño. Lo cierto es que el alumno Adolfo fue el que se trasladó a Carhuaz para completar su primaria. “Claro”, dijo Adolfo, “mi padre era el presidente de la comunidad”. Y todos sus hermanos y hermanas, criados en Shilla, llegaron a ser profesionales.

Cuando llegó el momento de definir un tema para la tesis doctoral, por coincidencia Adolfo y yo nos interesamos en el mismo asunto: el problema de la desigualdad económica. Y fue así como eventualmente colaboramos en la publicación del libro “Distribución del ingreso en el Perú”, editado por el IEP, para compartir nuestras conclusiones. Eran los años del “gobierno revolucionario” y se habían realizado varias reformas redistributivas, particularmente la reforma agraria. El mensaje central de nuestra publicación se refería al impacto redistributivo de la reforma agraria que, según el texto de Adolfo, alcanzaba apenas entre el 1% y el 2% del ingreso nacional. Además, los beneficiarios constituían solo el 15% de la población, y ni siquiera eran los más pobres del campo. La “gran reforma” del gobierno militar, entonces, apenas rascaba la desigualdad global del país. Creo que esa frustración reformista lo llevó a dedicar gran parte de su futuro trabajo profesional al estudio de la desigualdad, tanto las causas como los efectos de esta, y sus análisis captaron mucha atención en el extranjero.

Sin embargo, su legado más valioso creo fue un estudio que realizó antes de su fase teórica, y que consistió en un trabajo de campo para observar los detalles de la vida económica de ocho comunidades en la sierra sur. A diferencia de los estudios de sociólogos y antropólogos, su mirada estuvo enfocada en los aspectos prácticos de la sobrevivencia rural en el difícil contexto de nuestra sierra. Los tiempos compartidos con Adolfo estuvieron siempre marcados por el humor y la amistad y por el gusto de compartir el descubrimiento de nuestro Perú.

Richard Webb es director del Instituto del Perú de la USMP