(Foto: El Comercio)
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Juan Carlos Tafur

El fujimorismo va a tener que asumir su responsabilidad histórica si se niega caprichosamente a aprobar el proyecto de ley que el Ejecutivo ha presentado para reemplazar el torpe, ineficaz y perjudicial Decreto de Urgencia 003.

El mismo ha sido prorrogado un mes, dadas las complicadas circunstancias políticas, pero ya no puede postergarse más. Es imposible prorrogarlo y además de poder hacerse sería al costo de mantener una situación nefasta. Lo que más anhelan las empresas corruptas es que se acabe la vigencia del 003 y no se le reemplace por ninguna otra norma (Odebrecht, por ejemplo, podría vender Chaglla y llevarse todo el dinero de la venta).

El proyecto es perfectible, sin duda, y por ello el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) se ha allanado a decenas de observaciones hechas por el Legislativo, pero lo que está sucediendo, a pesar de que los tiempos apremian, es que los congresistas plantean una y otra vez un sinfín de modificaciones, poniendo en evidencia que en verdad lo que quieren es zafar el bulto y no resolver el problema.
El problema es que el ‘impasse’ no se centra en estos momentos solo en Odebrecht o en sus consorciadas. Tampoco solamente en el resto de empresas brasileñas. Hoy en día el problema se extiende a más de cuarenta empresas que por uno u otro motivo han tenido vinculación y, por ende, estarán sometidas a investigación por el Caso Lava Jato y anexos.

Estamos hablando, según versión del MEF, de cerca de 252 proyectos de inversión, que representan un aproximado de 30 mil millones de soles, lo que equivale a todo el presupuesto de inversiones públicas del presente año.

Cuando los congresistas acuden a reuniones en el edificio del jirón Junín –la sede del MEF–, a título individual reconocen que el proyecto de ley es inmensamente superior al malhadado 003 y que bien administrado podrá superar la parálisis sin avalar impunidad, pero basta que salgan de la reunión y se dejen llevar por el cálculo político para que opten por la tozudez.

En todos los países donde ha habido escándalos de corrupción vinculados a la matriz brasileña, los proyectos no se han parado. Es más, la ocasión ha podido ser propicia para renegociar contratos lesivos o mal diseñados. Toda posibilidad está abierta, sin que por ello se paralice la inversión y mucho menos se evadan responsabilidades penales.

Si no se aprueba una ley modificatoria y fenece el 003 sin sustituto, las empresas vinculadas –aun cuando estén libres al final de cualquier sombra de corrupción– afrontarán, ante la ausencia de un marco legal, una demolición institucional (Sunat, Ministerio Público, Poder Judicial, bancos, etc.) y terminarán destruidas sin remedio y sin salida reversible.

Está en manos del fujimorismo. El plazo vence el 13 de marzo. Este jueves es el último pleno factible. El Ejecutivo podrá ir, en caso necesario, por el camino de la delegación de facultades, pero es una opción subalterna de menor impacto y sostenibilidad. Lo que debiera corresponder es que el Congreso ejerza su potestad.

La del estribo: aún hay tiempo de comprar entradas para cualquiera de las funciones de teatro nacional e internacional que se ponen en Lima por el Festival de Artes Escénicas de Lima, FAE Lima, que antaño organizaba la Municipalidad de Lima y que ahora se efectúa gracias a los buenos oficios de varias salas de teatro locales, centros culturales y el Ministerio de Cultura.