¡Soy Toledo y hago lo que quiero!, por Aldo Mariátegui
¡Soy Toledo y hago lo que quiero!, por Aldo Mariátegui
Redacción EC

Las recientes decisiones fiscales de exculpar a Cenaida Uribe por el Caso Punto Visual y de dejar en el limbo a la pareja Toledo-Karp en las investigaciones sobre la escandalosa compra de una mansión de Chacarilla baten todos los récords de cómo la justicia y la reacción de gran parte de la prensa, y de esa mal llamada “sociedad civil”, no son idénticas para todos los actores políticos en nuestro país: ¿Se imaginan cómo el ex procurador anticorrupción Julio Arbizu o el congresista nacionalista Daniel Abugattás estarían botando espuma por la boca y mordiendo alfombras si a la fujimorista Leyla Chihuán, la ex pepecista Gabriela Pérez del Solar o a la ex toledista Cecilia Tait las hubieran exculpado igual que a Cenaida? ¿Cómo serían de indignadas las portadas de “La República”, “Diario16” o “La Primera” si a Alan García, Keiko Fujimori, Luis Castañeda o a PPK los hubieran puesto en la misma situación procesal tan benigna que a Toledo-Karp, si todos estos se hubieran –¡con tanto desparpajo!– comprado una mansión en Las Casuarinas tan irregularmente y con tantas mentiras? Ya veo al IDL y ‘Ernie’ de la Jara, a Diego García, a Rocío SS y a toda la caviarada poniendo el grito en el cielo (como lo hubieran puesto si el juez Villa Stein hubiera “consultado” mediante e-mails el Caso Fujimori con la Universidad de Alicante para luego absolverlo en base a teorías penales inéditas en nuestra legislación e importadas directamente desde allá) y abriendo procesos en el Consejo Nacional de la Magistratura contra estos fiscales.

Pero los zurdos con estos se quedan calladitos, pues se trata de una congresista humalista (la masoquista izquierda aún los quiere a pesar de la ruptura, pues “donde camotes se asaron, cenizas quedaron”. Y la caviarada maneja Justicia, Interior y Torre Tagle, al alimón con el vargasllosismo “morganático” en Defensa y Cultura) y de un presidente que les dio hartos ministerios y empleos públicos, persiguió implacablemente a sus odiados fujimoristas, le hizo la guerra a los apristas, cedió en todo a las demandas pecuniarias de las ONG en la CIDH y hasta toleró, por ponerlo suave, que un asediado banquero (que le aconsejaba a Montesinos dónde poner afuera la plata, pero que no le pasó nada. Y ese banquero fue jefe de Karp…) le entregue una buena parte de un importante canal de TV a un empresario mediático zurdo sin que este ponga un mango a cambio (hay unos malhablados que siempre me dicen que Toledo es el verdadero dueño de esas acciones, pero noooo, noooo les creo. ¡Para nada!).

Así es la izquierda de alcahueta cuando se trata de los suyos. Y Toledo es un intocable por ellos.

PD: La funcionaria de Cultura Mirtha Correa no quiere informarnos sobre quién confeccionó la lista de participantes en la Filbo (Feria Internacional del Libro de Bogotá). ¡Insistiremos hasta que el infierno se congele!