Hoy en día experimentamos un deseo de transformación respecto de la relación que tenemos con nuestra alimentación. Es como si deseáramos volver a construir esa conexión y respeto hacia la madre tierra que nos provee de alimento para poder vivir, como antes, cuando éramos los responsables de sembrar, cosechar y transformar nuestros alimentos. Sin embargo, debido a la aparición de la industria alimentaria y el sistema contemporáneo actual este deseo de transformación se vuelve más complejo de lo que parece. Por ello, la educación alimentaria es la herramienta más potente para el desarrollo de un sistema alimentario más sostenible.
Al ser la alimentación una necesidad indispensable, y dado que la producción de alimentos involucra muchos sistemas y procesos ambientales, el verdadero cambio requiere de todos nosotros y el consumidor es uno de los agentes más potentes para construir una oferta alimentaria más amable y respetuosa con nuestra salud y la del medioambiente. Problemas como la desnutrición, el cambio climático y la degradación del ecosistema están relacionados directamente con el sistema alimentario actual. Hemos llegado a tal punto de realizar sobrepesca para elaborar harina de pescado con la que se alimenta a las aves de corral y sembrar para crear biocombustible que termina en la industria automotriz. Esta gestión ineficiente del uso de los recursos alimentarios trae como resultado inseguridad alimentaria, escasez de alimentos, erosión del suelo, crueldad animal y la perdida de biodiversidad genética en la flora y fauna.
Por ello, una sociedad mucho más consciente e informada tiene la fuerza para transformar este escenario. Solo es importante considerar que a veces la extensa competencia de productos alimentarios en las góndolas puede traer confusión a la hora de elegir nuestros alimentos, ya que la percepción de lo que es “saludable” o “sostenible” puede estar disfrazada de empaques y mensajes atractivos. Por tal motivo, es indispensable empezar a ser más curiosos a la hora de elegir, reflexionando sobre todo lo que existe detrás de ese alimento. De esta manera, podremos tomar decisiones más informadas y veraces siendo más conscientes de los recursos que están involucrados en la producción de alimentos.