Con Gladys Tejeda y Cristhian Pacheco como ganadores: mira las mejores imágenes de la maratón de los Juegos Panamericanos 2019. (Foto: Giancarlo Ávila - GEC)
Con Gladys Tejeda y Cristhian Pacheco como ganadores: mira las mejores imágenes de la maratón de los Juegos Panamericanos 2019. (Foto: Giancarlo Ávila - GEC)
Jerónimo Pimentel

El doble oro de Gladys Tejeda y Cristhian Pacheco en los Juegos Panamericanos es un logro importante en muchos niveles: cultural, deportivo, simbólico.

El fondismo es una de las pocas disciplinas en las que los atletas peruanos de la sierra poseen una tradición notable, una ventaja comparativa y una suerte de “condición natural” que se puede rastrear, con imaginación, hasta los chasquis, quienes formaban un sistema de postas para transmitir quipus, encomiendas e información durante el incanato.

La cuna de los corredores hoy es Huancayo, donde ha habido distintas iniciativas, algunas más felices que otras, para detectar y desarrollar el talento desde hace varios años, como la creación de un Centro de Alto Rendimiento, el Programa Nacional de Maratonistas o el Laboratorio de Campeones. Algunos logros se pudieron ver en Londres 2012, cuando clasificaron cinco atletas. El ciclo de este circuito olímpico debería terminar en los JJ.OO. de Tokio 2020, evento del que estos Juegos Panamericanos son antesala.

Ningún triunfo se explica, sin embargo, sin especificar cuán individual es la victoria de un maratonista. Los rivales a vencer son absolutos: el espacio y el tiempo. Detrás de ellos está la sombra propia acechando, como en el poema de Blanca Varela: “Digamos que ganaste la carrera y que el premio era otra carrera / que no bebiste el vino de la victoria / sino tu propia sal / que jamás escuchaste vítores / sino ladridos de perros / y que tu sombra/tu propia sombra / fue tu única / y desleal competidora”.

Se podría creer que la preparación física es la condición fundamental que separa a los primeros de los segundos, pero los profesionales sostienen que es solo el piso para competir. En el fondismo la victoria implica alcanzar un nivel de concentración, un ritmo físico-mental, una cadencia que permita superar la extenuación física, que se hace evidente a mitad de la carrera. Esto es mucho más fácil decirlo que hacerlo, como todo en la vida. Los maestros capaces de pulir esa técnica y armar una estrategia para los 42 km, como Juan José Castillo y el gran entrenador mexicano Rodolfo Gómez, saben que la fortaleza mental es el punto que diferencia a los talentos de los campeones. Y, claro, el corazón.

Todo ello fue lo que se vio el sábado en las calles de Miraflores, donde Tejeda y Pacheco obtuvieron dos medallas de oro para un país que en los 17 eventos previos solo había ganado ocho. Es grato pensar que la localía puede haber hecho su parte en términos anímicos, pero quizás es dar mucho crédito al contexto. La preparación de Tejeda y Pacheco fue estupenda, a tal punto que lograron superar los récords respectivos en cada una de sus pruebas. Ambos lideraron sus respectivos pelotones y sacaron la ventaja suficiente para llegar al rush final con ventaja. Aunque se veía el desgaste en sus rostros, también era posible adivinar que, de ser necesario, hubieran podido seguir.

¿Será este inicio auspicioso la señal de que Perú tendrá su mejor desempeño histórico en los Panamericanos? La presea de Diego Elías en squash, la tercera de la jornada sabatina, hace pensar que sí.

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