Los Juegos Panamericanos Lima 2019 se inauguraron el viernes  | Foto: Cristiane Mattos / Lima 2019
Los Juegos Panamericanos Lima 2019 se inauguraron el viernes | Foto: Cristiane Mattos / Lima 2019
Marco Quilca León

A la persona más reservada y fría que conozco un correo electrónico le cambió la vida. Los asuntos que suelen ser solo suyos pasaron a ser de todos nosotros, su familia. Él sonreía quizás evitando que lo notáramos, pero sus intentos eran en vano. Jorge, mi hermano, desde hace dos meses pasó a contagiar su alegría en casa. El Comité organizador le confirmó que será parte de la inauguración de y anoche cumplió ese sueño, el sueño de todos. Más de 10 mil postulantes, 1.700 seleccionados y uno de ellos es él, él que se anoche conquistó el mundo.

Juegos Panamericanos Lima 2019

Ese ser introvertido le perdió el miedo a muchas cosas y lo demostró el primer día de la convocatoria. Porque si su sueño era ser parte de estos Juegos habría que estar sí o sí en cada llamado. “Para el casting nos avisaron que teníamos que ir con ropa cómoda y zapatillas. Yo fui en terno y zapatos porque me escapé del trabajo. Tuve que cambiarme en el camino. Nos hicieron bailar por grupos e iban seleccionando. En realidad nunca creí que me eligieran. Cuando llegó el correo fue un momento inexplicable, demasiada felicidad”, recuerda mientras nuevamente cae en el intento de evitar el gesto que ya todos reconocemos. Sabe sonreír.

Jorge fue uno de los 1.700 reclutados entre jóvenes y adultos que ayer dieron el mejor espectáculo en vivo al que asistí. Él, al igual que los demás, fue una pieza más de un grupo inmenso, pero se sintió como si fuera el encargado de llevar la antorcha olímpica hacia el pebetero.

Parte de los voluntarios que hicieron posible la inauguración de los Juegos Panamericanos Lima 2019. (Foto: Jorge Quilca León)
Parte de los voluntarios que hicieron posible la inauguración de los Juegos Panamericanos Lima 2019. (Foto: Jorge Quilca León)

“Desde el inicio de los ensayos nos mentalizamos en que estamos representando al país. Sacrificamos muchas cosas en todo este tiempo por hacer que todo salga perfecto. Sentí como si estuviera preparándome para competir o algo así”, nos cuenta. Y si se merece una medalla, las palmas de todo el Estadio Nacional y del Perú entero es la que ya cuelga en su pecho.

Durante un mes y medio tuvo dos trabajos: el remunerado con dinero y el otro, el pagado por el orgullo de ser peruano y de ser parte de los Panamericanos. A casa solo llegaba a dormir. Su presencia para la familia era casi nula. Incluso los domingos, su único día de descanso. Las más de cuatro horas de ensayos en Surquillo o el Estado Nacional se fueron impregnando en su rutina diaria. El refrigerio –una galleta, fruta y algún sánguche- era poco, pero su motivación de ser parte de Lima 2019 era grande, inmensa.

Los voluntarios, en el sótano del Estadio Nacional, cantando el himno nacional del Perú. (vídeo: Jorge Quilca León / Foto: Captura)

“Ha sido una experiencia que me ha cambiado la vida. Me ha hecho amar más a mi país, a sentirme identificado. En cada ensayo siempre nos poníamos a cantar el “Contigo Perú” [canción del fallecido Arturo “Zambo” Cavero] porque sí, nosotros también nos sentimos parte de la delegación nacional”, añade.

Si la imagen de estos Juegos son los deportistas, la base en la que se apoyan es en el esfuerzo de miles más. Las primeras medallas se entregan hoy, pero anoche en el campo del Nacional Jorge y todos sus compañeros ya ganaron mucho más que eso.

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