Unidad de Investigación
El caso de los relojes de Dina Boluarte generó una alerta sobre los ingresos económicos de la presidenta de la República. Como justificación de sus gastos y el uso de su lujoso reloj Rolex valorizado en US$14 mil, la mandataria declaró: “Trabajo desde mis 18 años y lo que tengo es fruto de mi esfuerzo y de mi trabajo. El artículo en particular es de antaño. Lo uso muy eventualmente y lo que quiero decir: he entrado a Palacio de Gobierno con las manos limpias y saldré con las manos limpias, como lo he prometido al pueblo peruano”.
Si bien Boluarte afirma que lo que tiene es “fruto” de su esfuerzo y trabajo, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS) ha detectado movimientos sospechosos en sus cuentas bancarias: entre agosto del 2016 y agosto del 2022, estas recibieron numerosos depósitos en efectivo y transferencias cuyo origen se desconoce.
El Comercio accedió a un informe de inteligencia financiera sobre Boluarte, de noviembre del 2022. Este detalla el dinero que ingresó a 11 cuentas que tenía en el BCP, cuatro de ellas mancomunadas. En total, los abonos en efectivo que recibió en las cuentas son por S/1′097.200 y US$2.200 (unos S/8.000). Ambas cifras suman S/1,1 millones.
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En las mismas cuentas, personales y mancomunadas, Boluarte recibió transferencias bancarias por S/274.848 en total. Estas tampoco “tendrían una justificación económica que las respalde”, dice el reporte.
Una conclusión del análisis de la UIF es que “la información económica declarada” por Boluarte, entre el 2016 y el 2022, “no sustentaría las operaciones detalladas” en el documento. Se precisa que “los titulares mancomunados de cuentas” con Boluarte “no registran declaraciones juradas de ingresos”. Para la UIF, las operaciones registradas por Boluarte “podrían estar ligadas al delito de lavado de activos”.
En la fiscalía, Dina Boluarte es investigada por lavado de activos por el caso de los aportes a Perú Libre (PL), partido fundado por el prófugo Vladimir Cerrón en el que la ahora presidenta militó hasta el 2022.
Al detalle
El informe registra los depósitos en efectivo a las cuentas de Dina Boluarte desde agosto del 2016, cuando era funcionaria del Registro Nacional de Identidad Civil (Reniec). En las siete cuentas individuales recibió S/180.143 y US$2.200 hasta el 2021, año en el que postuló a la vicepresidencia por Perú Libre. Hasta las elecciones del 2021, Boluarte fue jefa zonal del Reniec, con un sueldo mensual bruto de S/4.500, según el portal de transparencia de la entidad.
No obstante, la mayor cantidad de depósitos en efectivo se hizo en las cuentas mancomunadas. La que más depósitos en efectivo recibió fue la de Boluarte con Néstor Amado Camargo, con quien compartió el consejo directivo del Club Departamental Apurímac (CDA) en dos períodos: 2017-2019 y 2019-2022. En ambos consejos, Boluarte presidió la asociación de su región natal, mientras que Amado fue protesorero en el primero y secretario de economía en el segundo. Entre el 2017 y el 2022, esa cuenta recibió S/893.095.
En el 2018, año en el que Boluarte postuló a la Alcaldía de Surquillo por Perú Libertario (hoy Perú Libre), tuvo el mayor número de abonos: 133 por S/296.857 en total.
Depósitos en efectivo recibidos por año:
2017: S/146.382
2018: S/296.857
2019: S/264.047
2020: S/55.039
2021: S/61.751
2022: S/69.020
En la declaración jurada que la hoy mandataria presentó ante el Jurado Nacional de Elecciones sobre sus bienes y rentas del 2018, consignó ingresos por S/73.200, su vivienda ubicada en Surquillo por S/360.135, y su vehículo por S/85.410. No informó sobre los casi S/300 mil que tenía en el banco.
Consultado por El Comercio, Amado respondió que el dinero era del Club Departamental Apurímac y que, según su estatuto, el presidente y secretario de economía manejan las finanzas del club. “En el 2017 soy el secretario de economía del club. Y la señora Dina Boluarte es la presidenta del club. Entonces, de acuerdo con el estatuto, se maneja la economía del club entre el presidente y el secretario de economía. Eso es todo lo que le puedo decir”.
Este Diario revisó el estatuto: no especifica si los miembros del consejo directivo pueden abrir cuentas a su nombre.
Ciro Silva Paredes, quien fue socio del Club Departamental Apurímac por invitación de Boluarte, dijo a El Comercio que los ingresos del club debían depositarse en la cuenta bancaria de la persona jurídica; es decir, el CDA. También afirmó que cada año se presentaban balances económicos a los asociados. “De acuerdo con los estatutos, y dentro del artículo 49, funciones del secretario de economía, y también el artículo 46, de los miembros del consejo directivo, todo tiene que ir a la personería jurídica, que es el club Apurímac”.
El reporte de la UIF precisa además que, entre el 2016 y el 2020, el Club Departamental Apurímac declaró ante la Sunat ingresos anuales no mayores de S/100.000. “En tal sentido, los ingresos declarados ante las diferentes entidades públicas no respaldarían los ingresos registrados en sus cuentas”, precisa el informe.
Cuando se le preguntó a Néstor Amado por esa cantidad, dijo que mentíamos.
Para el exprocurador anticorrupción Antonio Maldonado, lo reportado ante la Sunat sería una irregularidad administrativa que puede llegar a tener un carácter penal.
“Podría haber una serie de hechos relativos a defraudaciones tributarias o a delitos de falsedad ideológica, falsedad de documentos privados”, comentó a este Diario. Acotó que la corrupción no es solo pública, sino también privada, y que estaríamos ante un caso de “abuso de una posición de poder [presidenta de un club] en beneficio propio”.
Antonio Maldonado. Exprocurador anticorrupción
Teodoro Berrú, jefe de la campaña de Boluarte en las elecciones generales del 2021, recordó que en ese proceso ella usó el local del CDA para reuniones políticas y recibir donaciones de empresarios. Boluarte recién solicitó licencia al CDA en julio del 2021.
El Comercio se acercó a la sede del club, en Jesús María, pero la persona de administración que atendió comentó que recién el martes 26 podían responder. La secretaria del CDA, Antonela Angarini, no respondió nuestras interrogantes.
La segunda cuenta mancomunada de Boluarte era con Víctor Torres Merino, paisano suyo y amigo de Nicanor Boluarte. Torres fue contratado en el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social que Dina Boluarte dirigió y ha sido vinculado a Ciudadanos por el Perú, el partido que Nicanor Boluarte promovía.
Las otras dos cuentas son con afiliados de Perú Libre: Yuri Castro Romero, excandidato a la Alcaldía de Lima del partido; y Braulio Grajeda Bellido, dirigente y exviceministro de Gobernanza Territorial. Desde la cuenta con Grajeda, en diciembre del 2020 Boluarte transfirió S/15.709 a Vladimir Cerrón para que pagara su reparación civil por un proceso de corrupción.
Por su parte, Castro señaló que la cuenta con Boluarte se creó para gastos partidarios a finales del 2020.
“Yo era secretario de organización del CER (Comité Ejecutivo Regional) de Lima Metropolitana de Perú Libre y la señora Dina Boluarte era secretaria de Economía del mismo CER de Lima, por lo cual, abrimos una cuenta mancomunada para gastos partidarios con total transparencia, lo cual por cierto no tiene nada de ilícito”, respondió por escrito a este Diario.
Detalló que los fondos recaudados en esa cuenta provenían del siguiente acuerdo: “en aquel momento acordamos que cada candidato al Congreso del número 1 al 10 debía aportar mil soles, del 10 al 20 ochocientos y del 20 en adelante 500; [...] este acuerdo se debía a que el profesor Castillo vendría a Lima a inicios del año 2021 y la recolección de fondos significaba un importante aporte para su campaña”.
Según su versión, el dinero se utilizó para realizar pintas del partido y, posteriormente, para cubrir parte de los gastos médicos del entonces candidato presidencial Pedro Castillo cuando se le detectó el Covid-19.
Depósitos en efectivos en las cuentas de Boluarte con:
Braulio Grajeda Bellido
2020: S/1.350
Yuri Castro Romero
2020-2021: S/5.190
Víctor Hugo Torres Merino
2019: S/17.423
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Camioneta y declaraciones
Otra operación sospechosa para la UIF es la camioneta Honda CR-V que Boluarte adquirió en el 2018, por US$25.990. Según el reporte, canceló el vehículo con un depósito en efectivo, “desconociéndose el origen de dichos fondos”. En el formulario de Registro de Operaciones de Mayor Cuantía de la compra, Boluarte indica que el dinero proviene de “ahorros y algunos préstamos”.
En las hojas de vida que presentó ante el JNE por los procesos electorales del 2018, 2020 y 2021, Boluarte declaró que en el 2017 tuvo ingresos por S/54.000, en el 2018 por S/73.200 y el 2019 por S/66.520.
El exprocurador Antonio Maldonado sostuvo que la elevada suma depositada en las cuentas de Boluarte “no tiene relación alguna” con sus ingresos entre el 2017 y el 2022 (año en el que era ministra, con un sueldo de S/30.000).
“No habría esta justificación, entonces estaríamos frente a señales de alerta que nos pueden dar la idea de que estamos ante un escenario anómalo que eventualmente puede significar la comisión de algún antijurídico penal”.
Este Diario se comunicó con la secretaría de prensa de Palacio de Gobierno para tener el descargo de la presidenta. Hasta el cierre de esta edición, no hubo respuesta.
El Comercio también se comunicó con Joseph Campos, abogado de la mandataria, pero prefirió no hacer comentarios.
Desde la segunda mitad del 2021, Dina Boluarte presentó varias declaraciones juradas de ingresos, bienes y rentas por ser alta funcionaria del Ejecutivo, primero como ministra de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), cargo por el que recibía un sueldo de S/30.000 mensuales, y luego como presidenta de la República, cuyo salario es de S/16.000.
En la última declaración registrada ante la contraloría, del 2023, Boluarte reportó el monto de su sueldo como mandataria, bienes por S/462.968 y otros ingresos (los cuales no se especifican) por S/593.347.
La cifra de otros ingresos del 2023 es mayor que la que Boluarte declaró en ese rubro en el 2022, como presidenta o vicepresidenta (S/468.980), y en el 2021, como titular del Midis (S/160.415). Es decir, desde el 2021, cuando Boluarte empezó su gestión en el gobierno de Pedro Castillo, se evidencia un aumento de sus ingresos del rubro otros.
El reporte de la UIF comprende la etapa en la que Boluarte fue ministra y vicepresidenta.