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Keiko Fujimori: radiografía de una derrota [ANÁLISIS] - 1
Gerardo Caballero

Tan cerca y tan lejos. Por segunda vez en su carrera política, ha perdido una segunda vuelta. Esta vez no la alejaron de la banda presidencial los 447.057 votos de diferencia que le sacó Ollanta Humala en el 2011. Esta vez han sido apenas 42.597 votos los que han permitido que Pedro Pablo Kuczynski () le arrebate un triunfo que hace meses parecía suyo, que parecía suyo incluso una semana antes de la elección. Pero así es la vida, así es la política.

En la primera vuelta, Keiko Fujimori obtuvo el 39,81% de los votos válidos. Bastante más atrás quedó PPK, con el 21,05%. A pesar de esa brecha inicial, la lideresa de Fuerza Popular volvió a probar el amargo sabor que deben tener derrotas como esta. ¿Por qué?

Analistas consultados por El Comercio coinciden en señalar que la revelación periodística de que el entonces secretario general de Fuerza Popular, Joaquín Ramírez, estaba involucrado en una investigación de la DEA golpeó fuertemente la campaña fujimorista, así como la denuncia de que el número dos del partido, José Chlimper, estaba involucrado en la entrega de un audio que fue difundido manipulado y que buscaba desacreditar al informante que denunció a Ramírez.

La evolución del voto naranja. Así les fue a los candidatos fujimoristas desde el 2000. El crecimiento en segunda vuelta de Keiko Fujimori no fue suficiente. (Elaboración: El Comercio)

La evolución del voto naranja. Así les fue a los candidatos fujimoristas desde el 2000. El crecimiento en segunda vuelta de Keiko Fujimori no fue suficiente. (Elaboración: El Comercio)

Para el sociólogo Romeo Grompone, investigador del IEP, la constante rotación de voceros es una demostración de los errores de campaña: “Era como un equipo donde la única titular es Keiko Fujimori. Todos los demás están en duda”.

El analista político Santiago Pedraglio cree que los debates también influyeron, aunque de una manera distinta a la que se piensa. “En los debates, salió otra Keiko Fujimori, más agresiva, que podía crear ciertas suspicacias o dudas en un electorado que finalmente definió la votación”, afirma.

“Tengo la impresión de que los electores tenían al frente a dos Keikos: una cercana, familiar y festiva, y otra que declaraba a los medios con gesto adusto siempre diciendo: “Rechazo contundentemente”, añade Hugo Aguirre, catedrático en comunicación social.

El politólogo Noam López pone el énfasis en otros factores como el colectivo No a Keiko, que fue un mecanismo que detonó un movimiento social mucho mayor, y el liderazgo de Verónika Mendoza, cuyo video en el cual anuncia su apoyo a PPK ha sido visto más de dos millones de veces en Facebook. “Esto hizo que un sector del electorado, especialmente los jóvenes universitarios, uno de los segmentos poblacionales más grandes en zonas urbanas, valorase otras dimensiones distintas a la económica, como los derechos humanos y la lucha anticorrupción”, comenta López.

—¿Keiko o Kenji?—
Pero aunque el fujimorismo ha perdido la elección presidencial, enfatiza Hugo Aguirre, ha ganado capital político y una presencia hegemónica en el Congreso. “Un porcentaje cercano a la mitad de los electores nacionales evaluó la opción fujimorista como atractiva y eso es sumamente significativo”, remarca.

A diferencia de quienes piensan que esta segunda derrota es un golpe moral para el fujimorismo, Romeo Grompone cree que se va a mantener. “Yo no imagino quién puede reemplazar lo que es el fujimorismo. No hay una pieza de recambio”.

Ahora bien, ¿quién liderará el fujimorismo hacia el 2021? ¿Keiko o su hermano Kenji? Muy fresco está el recuerdo del aquel tuit en el que Kenji Fujimori prácticamente se autoproclamó candidato presidencial del 2021.

El menor de los Fujimori no ha sido candidato presidencial pero puede jactarse de haber sido dos veces el parlamentario más votado: en abril último tuvo 326.037 votos y hace cinco años 381.049.

Pero para los analistas, esto no alcanza para rivalizar con su hermana. “La actitud de Kenji mina el liderazgo de Keiko, pero ella tiene todas las dotes de política, de lideresa”, explica Noam López.

Los resultados electorales de los últimos años parecen confirmar que Keiko Fujimori tiene un atractivo político que no tiene su hermano. Hace 10 años, cuando el fujimorismo no tenía el arrastre electoral que tiene ahora, Keiko Fujimori también fue la parlamentaria más votada, con 602.869. Así, mientras Kenji Fujimori representa el 20,43% del respaldo a su lista parlamentaria en el 2016, y el 35,56% en el 2011, la votación de Keiko Fujimori en el 2006 significó el 76,96% de toda la votación de esa lista parlamentaria.

El futuro de Keiko
Pedraglio tampoco cree que estas dos derrotas signifiquen el fin de Keiko Fujimori. “No es la primera vez que un candidato pierde dos elecciones. No es algo que necesariamente te saca de la carrera”, dice. Recuerda los casos de Lula da Silva (Brasil), Salvador Allende (Chile), François Mitterrand (Francia), quienes perdieron varias elecciones antes de llegar a la presidencia.

“Una pugna interna sería un desgaste para ellos, pero no creo que Keiko sea desplazada”, enfatiza.

Pero para que Keiko Fujimori se convierta en la primera mujer en gobernar el Perú, en opinión de Hugo Aguirre, no puede actuar irresponsablemente ni patear el tablero desde la oposición. “Tiene que demostrar ahora altura y madurez política si piensa que su futuro político está vivo y vigente”, afirma.

En cinco años, seguramente, habrá oportunidad para discutir si lo consiguió.

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