Melvyn Arce Ruiz

Un plato de comida puede transportarnos, detonar recuerdos de tiempos mejores y lugares que atesoramos. La comida de , sin duda, tiene ese poder. Basta con dar unos pasos por el largo callejón que nos da la bienvenida a su nueva sede en Lima para sentir que viajamos hacía Arequipa, la tierra donde nació esta picantería que hoy es parte de la historia gastronómica nacional.

En las paredes del restaurante unos cuadros nos hablan del pasado, de los primeros ocupantes de la ‘Ciudad Blanca’ y de cómo su cocina fue evolucionando con la adición de nuevos ingredientes y elementos: desde alimentos marinos como pescados, mariscos y las cada vez más escasas machas hasta el uso del batán con el que se muelen los granos del guiñapo para hacer una bebida que ha sobrevivido al tiempo como una valiosa lección: la chicha.

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Las chicherías fueron el inicio de , espacios que se expandieron por diferentes regiones del Perú y que hoy son un recordatorio de la principal virtud de la cocina: unir a todos en una misma mesa.

Es por eso que al ingresar al salón de La Benita resalta una característica de las picanterías: las mesas largas que invitan a los comensales a compartir. “La de la picantería es una comida democrática”, explica Denis Falcón, hijo de Benita Quicaño, fundadora de La Benita, y responsable de la sede en Lima.

Denis Falcón, administrador de La Benita de Lima y orgulloso heredero de la tradición de su madre, Benita Quicaño.
Denis Falcón, administrador de La Benita de Lima y orgulloso heredero de la tradición de su madre, Benita Quicaño.
/ Hugo Pérez

Las puertas se abrieron en enero del 2023, aunque el plan de llegar a la capital tenía mucho más tiempo y se postergó por la pandemia. “Desde que comenzamos en esta sede, hay mucha gente arequipeña que viene a visitarnos, pero también personas que no son de allá y que conocieron La Benita de los Claustros o la de Characato, esperamos que cada vez venga más gente de todas partes”, dice Falcón.

“La idea es que, el tiempo que estén acá, los comensales se sientan como en Arequipa, incluso los colores (del salón) los hemos pensado para eso”, apunta el administrador señalando las paredes color granate y amarillo, de una tonalidad que asemeja a la de la iglesia de Santa Catalina.

Comida que cura el alma

Pero el principal elemento conector entre todas las sedes de La Benita es la calidad de la comida, una comida hecha con amor y con insumos que reflejan nuestras tradiciones más valiosas.

En La Benita de Lima encontrarán platos que son muy representativos de la comida arequipeña: el chupe de camarones y el rocoto relleno, servido con pastel de papa. Pero lo invitamos a descubrir otros sabores. De hecho, Denis destaca cómo muchos comensales llegan y piden la malaya dorada o el costillar y el cuy chactado, que se prepara de forma diferente a otras regiones del Perú y llegó a ser ganador en la feria Mistura del 2012 por su sabor.

“El cuy de La Benita es diferente al de Moquegua, de Áncash o Cusco. No lo apanamos con nada, le echamos algunas hiervas, sal y se seca en un ambiente fresco. Así queda listo para freír en una sartén con bastante aceite, durante 25/30 minutos”, explica Falcón sobre el plato que toma un tiempo en llegar a la mesa pero se distingue por la frescura de haber sido hecho en el momento.

La carta de La Benita de Lima ha ido incorporando nuevos platos. Recientemente, por ejemplo, sumaron a las entradas las torrejitas de verduras y el escribano, un antojo que nació cuando a las picanterías llegaban los comensales y ya no encontraban comida.

“Los escribanos, por su oficio, llegaban tarde, cuando ya no había picante, entonces les preparaban un plato sencillo, hecho con papa sancochada, tomate y rodajas de rocoto. Y la gente empezó a pedir lo que les daban a los escribanos, el escribano”, cuenta Denis.

Cada plato está lleno de historia y de un deseo genuino de revalorar lo nuestro. Es por ello que, desde el 15 de diciembre, de cara a la Navidad, encontrarán en la carta algunos platos típicos de las celebraciones de esta fecha en Arequipa. Una muestra de ello es la ensalada de liccha.

La liccha, un vegetal que crece cuando hay cosecha de quinua o papa, es la protagonista de una ensalada típica de Navidad que animamos a pedir en La Benita de Lima.
La liccha, un vegetal que crece cuando hay cosecha de quinua o papa, es la protagonista de una ensalada típica de Navidad que animamos a pedir en La Benita de Lima.
/ Hugo Pérez

“En Arequipa no se acostumbraba comer pavo, panetón y chocolate. Hacíamos la famosa ensalada de liccha, que era servida en fuentes largas para compartir en familia. Y se comía temprano, no se esperaba hasta la medianoche”, recuerda Denis.

El plato lleva liccha, un vegetal que crece cuando hay cosecha de quinua o papa, y va acompañado de pallares, beterraga, palta, carne (de pescado o de res) y una especial ensalada de ajo. “Los ajos son hervidos por cerca de 2 horas y media, pasan por varias lavadas, entonces no tiene el sabor fuerte del ajo, es un sabor muy agradable”, explica el hijo de Benita Quicaño. Y, tras probarlo, le damos la razón. “La Benita es uno de los pocos lugares donde hacemos esta ensalada, porque la tradición se está perdiendo y es una pena porque es una cena muy saludable, suave, ligera”, añade Falcón.

Este plato se puede acompañar de otro clásico de las fiestas: el sango, un postre a base de harina de trigo, decorado con queso y pasas. Y, si de postres se trata, no se puede ir de La Benita sin haber probado su queso helado, uno de los dulces más ricos que encontrará en la carta. Difícil no querer repetir.

Como en toda picantería arequipeña, la chicha de guiñapo es parte del festín. Aquí la servirán como manda la tradición, en caporal o cogollo, para ir rotando, compartiendo y creando recuerdos que, en lugares como La Benita, volverán a aparecer cada vez que llegue un plato caliente a la mesa.

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La Benita se ubica en Av. Prolongación Iquitos 2364, Lince. Los platos son abundantes y de precios accesibles. Hay entradas desde 13.50, sopas desde 18.50 y fondos desde 25.50. La carta incluye sopas por días. Los lunes de chaque, los martes de chairo, los jueves de menestrón, viernes chupe o pescado y los sábados y domingos caldo de gallina. Puede saber más de ellos, en su Instagram oficial: @labenitalima.

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