Han pasado más de 100 años desde que una familia arequipeña decidiera empezar a producir chocolate a través del cacao chuncho peruano. Lo fusionaron con técnicas y recetas europeas para destacarse y más de un siglo después siguen vigentes y con nuevos productos. Hablamos de La Ibérica, una marca especializada en chocolatería que no le tiene miedo a reinventarse y crear mezclas nuevas.
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La historia
“Nuestra marca es reconocida desde 1909 como la tradición más dulce de la ciudad de Arequipa, fundada por Juan Vidaurrázaga Menchaca, quien junto a su padre Vicente Vidaurrázaga, decidieron apostar por el chocolate”, indica Bernardo Suárez, gerente general de La Ibérica.
Suárez comenta que “esta no solo fue una oportunidad de hacer empresa, sino de generar empleo”. “Estudiaron el potencial del cacao chuncho de origen peruano y lo fusionaron con recetas europeas y muchas técnicas para elaborar los mejores productos”, añade.
Recuerda que el nombre La Ibérica nació porque “la familia provenía de España, país que se encuentra ubicado en la península Ibérica”. Cuando iniciaron el negocio de la chocolatería fue a través de un chocolate para taza, el cual tuvo una gran aceptación.
Con el tiempo, se dedicaron a la elaboración y comercialización de chocolates, toffees, mazapanes, turrones y otros productos, llegando a Lima con éxito, luego a nivel nacional y al extranjero. Actualmente, son una de las fábricas más importantes del Perú, y podemos encontrar sus chocolates desde bodegas hasta sitios especializados.
El cacao, la clave del éxito
Para tener un buen chocolate, es preciso que el cacao sea de buena calidad. Y según explica Suárez, usan uno que es “muy valorado por productores de chocolate de todo el mundo”.
“Nosotros somos de Arequipa, pero nuestro cacao es Chuncho, oriundo del Valle de La Convención (Quillabamba, Cusco) en la ceja de selva peruana. Es por las mismas características organolépticas (olor, color, sabor) que el Chuncho se mantiene altamente valorado”, añade.
Lograr un buen cacao, implica que haya una constante comunicación entre agricultor y empresa que hace chocolate. “Trabajamos desde el árbol con el agricultor, capacitándolo, entregándole las herramientas necesarias, y nos entregan el cacao en un centro de beneficio que tenemos en Quillabamba donde recibimos el cacao para fermentarlo y trabajarlo en la forma correcta para luego enviarlo a nuestra planta en Arequipa. No reemplazamos la manteca de cacao por grasas sustitutas que abaratan su costo. Trabajamos con ingredientes de primera calidad y cumplimos los más altos estándares de calidad”, indica.
Los premios:
Varios chocolates de la Ibérica fueron premiados en el certamen “Superior Taste Award 2022″ realizado en Brusellas, Bélgica, los que fueron otorgados gracias a la calidad y sabor reconocido. Entre los productos galardonados está el “Milky de 25% pasas y pecanas”, “52% de cacao selecto”, “Bombones de pecana”, “Bombones Mazapan de Castaña”, “70% de cacao oscuro”, “Milky de Frambuesa”, “Milky 22% pecanas”, “Milky 22% castañas”, “Fondy Menta”, “Bombones Gaufrette”, “Bombones de Pisco”, “Barra Millky”, “Barra Fondy” y “Milky Almendras”.
“Queremos comunicar que comer chocolate te hace feliz. Tenemos presentaciones de chocolate, ‘para mí’, si quiero tener más energía, engreírme o sentirme feliz; también tenemos presentaciones ‘para compartir’ entre amigos y familia; y ofrecemos también productos para regalar despertando emociones en el proceso”, comenta.
Un presente más sostenible
Si bien, se preocupan porque entregar la mejor calidad de producto a los amantes del cacao, esta empresa se encuentra “comprometida con la sostenibilidad de la Amazonía y la conservación de la biodiversidad”. Además, es agente activo en pro del desarrollo de más de 450 familias productoras del cacao.
“Tenemos un especial cuidado por nuestra principal materia prima: el cacao, que es cultivado en la selva peruana por agricultores conscientes de la conservación y cuidado de nuestros recursos biológicos como el agua, suelo y ambientes. Esto nos hace una empresa chocolatera que garantiza el equilibrio entre el crecimiento económico, el cuidado del medio ambiente y el bienestar social. Por todos estos factores es que destacamos siempre en la categoría ‘Tree to bar’, o sea, ‘Del árbol a la barra’ “, argumenta Bernardo Suárez.
Actualmente, trabajan con familias productoras de cacao para la conservación de más de 650 hectáreas de bosque, con el cuidado de más de 715 mil árboles de cacao, la biodiversidad de plantas, árboles, aves y mamíferos que conviven en los cacaotales, todos ellos ubicados principalmente en La Convención, Cusco.
Hace unas semanas, firmaron un “Acuerdo de Conservación” con el Sernanp, en donde buscan la protección del Santuario Nacional Megantoni, conformado por la flora y fauna que residen en las 216 mil hectáreas de bosque intangible.
“En ese sentido, nuestros productos tienen el sello de ‘sostenible’, debido a la política de cuidado y conservación de los árboles de cacao en medio de esa biodiversidad, lo que da como resultado un producto de gran calidad y con un cuidadoso trabajo detrás, es por eso que invitamos a todo público consumidor a sumarse a este esfuerzo, a este compromiso, y así juntos garantizar el futuro de nuestras generaciones y de nuestra tierra”, concluye Bernardo Suárez.
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