Las tiendas de la son espacios en los que se conserva la tradición. Se siente en los ambientes, en la atención pero, sobre todo, en el sabor de los dulces que preparan con el cariño de quien hace algo para un familiar más que para un negocio. “Nosotros somos artesanos, no una industria”, afirma Massiel Sotelo Buendía, nieta de Blanquita Medina, la creadora de la marca, cuando visitamos su local en Surco para conocer su historia y sus planes de cara a la celebración de sus 60 años de creación.

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La emblemática empresa iqueña inició en el hoy lejano 1966, cuando Blanca Medina Buendía, decidió vender tejas, el dulce tradicional de la zona, para luego abrirse camino con chocotejas, ‘paciencias’ y más.

Massiel Sotelo Buendía junto al retrato de su abuela, Blanca Medina, creadora de la marca Sra. Buendía.
Massiel Sotelo Buendía junto al retrato de su abuela, Blanca Medina, creadora de la marca Sra. Buendía.
/ Allen Quintana

“Cuando mi abuela empezó tenía una pequeña cocina de kerosene, hoy trabajamos con cocinas semi industriales. Hemos ido modernizando algunas cosas, pero siempre conservando la forma de elaboración tradicional, esa que no vas a encontrar en un molde”, destaca Massiel de ese toque casero que es la carta de presentación y el sello de calidad que ha hecho de Sra. Buendía un referente para varios jóvenes reposteros.

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Hoy cuentan con 17 variedades de chocotejas y 12 sabores de tejas que se destacan en una larga lista de productos que están en constante renovación, pues sacan ediciones de temporada según las frutas y productos de estación. “Eso nos permite tener siempre productos disponibles y contar con gran variedad de sabores”, comenta Massiel. Aunque si de sabores se trata, el de su manjar es único. Y es un tesoro que ha pasado de generación en generación.

Tradición familiar

“Yo sé hacer el manjar, mi hermana sabe hacer el manjar, mi mamá sabe hacer el manjar y mi papá también. ¡Todos sabemos hacer el manjar!”, explica Massiel sobre el compromiso que tienen los Buendía para sacar adelante la marca que inició Blanquita.

“Uno siempre tiene planes a futuro, pero queremos seguir conservando la forma familiar de la empresa. Es el núcleo de todo. Tenemos gente que forma parte de nuestro equipo, pero siempre de la mano y guiado por alguno de nosotros”, cuenta Massiel. “Esa también es la ventaja y lo bonito de nuestro negocio familiar, que entre todos nos apoyamos”, añade. Y así ha sido desde sus inicios.

Clásicas tejas elaboradas con manjar blanco, con relleno de pecana y bañados en un nevado tradicional.
Clásicas tejas elaboradas con manjar blanco, con relleno de pecana y bañados en un nevado tradicional.
/ Allen Quintana

Manuel, el hermano de Massiel, fue quien vio la oportunidad de mercado para salir de Ica para empezar a vender en nuevos lugares. Él trabajaba en Chincha y, de vez en cuando, llevaba productos a algunos clientes. Notó el buen recibimiento que tenían y así, en 2007, abrieron su segunda tienda física en esa ciudad. Pero en agosto de aquel año, la región afrontaría uno de los momentos más duros de su historia por el devastador terremoto de 7,9 grados en la escala de Richter que cobró la vida de más de 500 personas.

“Teníamos un mes de haber abierto nuestra tienda, de haber empezado ya con la idea de hacer crecer la marca y expandirnos. Pensamos que debíamos parar un poco por el contexto en el que nos encontrábamos, pero contrario a eso, vino mucha gente a ayudarnos y eso generó un impulso en nosotros”, recuerda Massiel.

Local de Sra. Buendía en Surco. Con todos sus productos en vitrina.
Local de Sra. Buendía en Surco. Con todos sus productos en vitrina.
/ Allen Quintana

Con esa motivación, luego abrieron su primera tienda en Lima, en el distrito de Miraflores, y después en Surco. La aceptación de las personas ante el dulce iqueño ha sido buena desde el inicio del emprendimiento. En 2013, por ejemplo, Sra. Buendía debutó en la feria Mistura, tras llamar la atención de la conocida repostera Sandra Plevisani, quien en una de sus visitas a Ica quedó maravillada con el sabor de sus productos.

“Fueron días intensos de feria, desde la mañana hasta la noche, pero nos sirvió para aprender sobre el cliente de Lima, además de aprender de otros reposteros de diferentes zonas del país. También nos permitió expandirnos y darnos a conocer como marca”, explica Massiel Sotelo.

Fieles a su esencia

Ahora, se encuentran realizando los estudios e investigaciones para poder tener presencia en Arequipa y Cusco, ciudades a las que esperan llegar en el 2025. Estos serían los próximos destinos para las clásicas tejas y chocotejas iqueñas por ser lugares muy frecuentados por turistas nacionales e internacionales.

Pero la visión es crecer sin traicionar su estilo.

La base de los productos estrella de Sra. Buendía es su manjar blanco, hecho artesanalmente, en olla y usando leche fresca, lo que le da el toque diferente, tan distinto a los productos industriales que abundan en las tiendas. Tampoco usan moldes. Al momento de elaborar las tejas y chocotejas, se usa una medida y peso determinado y se les coloca el fruto para poder luego pasar a las coberturas, secado, envoltura y distribución. Eso los hace especiales y es un sello que quieren que los acompañe para siempre.

Además…
¿Dónde encontrarlos?

Las tiendas de Sra. Buendía se encuentran en los siguientes puntos: 

Ica:.

Av. San Martín N°1229

Horarios: de lunes a sábado de 10 a.m. a 7 p.m. 

Chincha: 

Chincha Alta - Calle Lima N°351

Horarios: de lunes a sábado de 10 am a 6:45 pm 

Lima: 

Calle E. Diez Canseco N° 306 - Miraflores 

Horarios: de lunes a sábado de 10 a.m. a 8 p.m. 

Av. Caminos del Inca N°1506

Horarios: de lunes a sábado de 10 a.m. a 8 p.m. 


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