“Game of Thrones” (“Juego de tronos”) ya es un clásico de la TV. Esta historia que cambió la forma de hacer ficción fue inspirada en los libros “Una canción de hielo y fuego” de George R.R. Martin y, por increíble que parezca, ya pasó más de una década desde su estreno. Mientras esperamos el estreno de los spin-off basados en algunos de sus personajes más célebres, hacemos un ránking de los mejores episodios de la serie, todos disponibles ahora para ver en streaming en América Latina a través de HBO Max:
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A continuación, SPOILERS:
PUESTO 10: “The Spoils of War” (7x04, 2017)
(Por Alfonso Rivadeneyra)
Jaime Lannister y Sir Bronn tienen que proteger el oro para el Banco de Hierro de Braavos, una misión en apariencia más sencilla que tomar Highgarden. Bronn hace chistes, Jaime le responde con ingenio, Randyll Tarly los mira con desprecio. Todos felices. ¿Qué de malo podría ocurrir?
En Winterfell, los hermanos Stark tienen la reunión más extraña de todas. El reencuentro de Arya (Maisie Williams) y Sansa (Sophie Turner) parece caluroso, pero ambas saben que ha pasado demasiado en sus vidas como para entenderse. Y cuando la regente de Winterfell observa a su hermana pelear, la pericia de Arya le asusta.
Arya también se sorprende al ver a Bran: él no quiere acercarse más a Sansa, tampoco alejarse. Isaac Hempstead-Wright, comparó a su personaje con una computadora. Bran ya ni siquiera tiene que entrar en trance para ver el pasado, presente y futuro; ahora los ve en todo momento. Ya no es humano, es algo más.
“Game of Thrones” nos lleva de regreso a Dragonstone, donde Daenerys (Emilia Clarke) y Jon (Kit Harington) tienen una reunión con la historia. En las minas de vidriagón encuentran pinturas rupestres que detallan la alianza entre los Niños del Bosque y los Primeros Hombres para vencer a los Caminantes Blancos. Ambos no cederán en sus demandas, pero es innegable que ahora son más cercanos.
Entonces Daenerys se entera de la victoria pírrica en Casterly Rock y la derrota en Highgarden. No quiere saber nada de Tyrion y sus planes astutos, en cambio tiene los ojos puestos en Drogon, Viserion y Rhaegal para atacar King’s Landing.
No es la primera vez que Daenerys pierde la paciencia. Así ocurrió con el ojo por ojo contra los esclavistas que crucificaron niños en Meereen y, de no ser por Tyrion, habría desatado la furia de los dragones en Astapor y Yunkai. Antes de tomar una decisión lo consulta con Jon Snow, quien le dice la verdad: atacar inocentes no la haría distinta de Cersei.
Mientras tanto, Jaime (Nikolaj Coster-Waldau) y el ejército Lannister protegen la caravana. Están listos para la emboscada de un ejército convencional, pero no para las hordas Dothraki, cada hombre sobre un caballo. Por si eso fuera poco, Drogon llega y convierte a los soldados en carne asada, cada armadura una parrilla personal.
Mientras los Dothraki se convierten en un dolor de cabeza y Drogon hace y —sobre todo— deshace, Jaime se resiste a huir. En cambio, le pide a Bronn que vaya a por el Escorpión, la ballesta gigante que desarrolló Qyburn. En semanas anteriores puse en duda su efectividad por obvias razones, pero resulta que Qyburn las tuvo en cuenta. El Escorpión es versátil, puede apuntar en casi cualquier ángulo.
Temí por la vida de Bronn, el desgraciado por excelencia, capaz de matar niños si le pagan lo suficiente; pero al mismo tiempo un entrañable personaje de “Game of Thrones”. Tampoco quería ver a Drogon caer, pero así ocurrió, herido por el proyectil pisa tierra con Dany sobre el lomo.
Jaime perdió, su ejército ya no existe, pero no lo necesita. Armado con una lanza, cual torneo, cabalga hacia Daenerys. No es claro si apunta a ella o al dragón, pero sí que es una misión suicida. “Huye idiota. Maldito idiota”, dice Tyrion a lo lejos, con el corazón en la boca; pero su hermano no huye.
Fue el episodio más corto de la temporada, pero también el más intenso. Jaime sobrevivió gracias a Bronn, quien lo empuja del caballo antes de que Drogon respire fuego. Pero Jaime, armadura pesada en los hombros, solo se hunde en el río. “(Cersei) será tu final”, le dijo lady Olenna Tyrell en el capítulo anterior, palabras que no podrían ser más precisas en este episodio.
FICHA TÉCNICA
Episodio: 64
Título: “The Spoils of War” (“Botín de guerra”).
Director: Matt Shakman.
Guión: David Benioff & D. B. Weiss.
Fecha de transmisión: 6 de agosto de 2017.
Plataforma: HBO Go.
PUESTO 9: “The Lion and the Rose” (4x02, 2014)
(Por Diego Pajares)
“The Lion and The Rose” es quizás el episodio que más disfrutamos en “Game of Thrones”. Podrá sonar extraño, pero todos gozamos con la agonía del sádico rey Joffrey Baratheon (Jack Gleeson) después de ser envenenado en su boda. Se lo merecía. No solo por lo que hizo en tres temporadas (estamos en el segundo episodio de la cuarta entrega), sino por su actitud en este capítulo: humillar a su tío Tyrion, a Sansa... hasta podría decir que a su propia familia.
Joffrey estaba fuera de control, mantener a un personaje así en “Game of Thrones” sería complicado. Además, esta muerte da inicio a un arco argumental cuyas consecuencias seguimos viendo en la serie: el exilio que debe enfrentar Tyrion. Recordemos también que en este capítulo Sansa escapa de King’s Landing y termina en manos de Meñique. Estamos ante un episodio que definió tramas importantes.
En el episodio 4x02, Oberym Martell empezó a consolidarse como uno de los mejores personajes de “Game of Thrones” (Foto: HBO)
La llamada Boda Púrpura es también una suerte de reunión de perro, pericote y gato. Vemos intercambiar indirectas a Loras Tyrell con Jamie Lannister (recordemos que el primero había sido elegido para unirse en matrimonio a Cersei), Brienne de Tarth con Cersei (quien acusa a la primera de estar enamorada de Jamie) y también cómo Oberyn Martell lanza filudos comentarios ante Tywin y Cersei. “En Dorne no se lastima a las niñas pequeñas”, les dice. Vemos a la víbora en todo su esplendor soltando su veneno y poniendo en jaque a los Lannister. Lástima que luego acabara como acabó.
Asimismo, “Game of Thrones” muestra con profundidad quien ocuparía el lugar dejado por Joffrey: el bastardo Ramsay, a quien vemos persiguiendo a una prisionera en el bosque acompañado por ‘Reek’ y una muchacha más. Finalmente, la cautiva sería atacada por los perros ante la mirada psicópata de Ramsay, quien no solo adora despellejar a sus enemigos, sino que también puede ser un estratega. Después de darle unos consejos de guerra a su padre Roose Bolton, se le promete dejar de ser bastardo y recibir el apellido Bolton si sale victorioso con sus planes. Desde ese momento, Ramsay no ha dejado de crecer hasta convertirse en uno de los personajes más despiadados de la serie.
Debido al tiempo dedicado a la Boda Púrpura, en este capítulo no se siguen las historias de Jon Snow, Daenerys Targaryen ni Arya Stark. Tampoco fue necesario.
FICHA TÉCNICA
Episodio: 32.
Título: “The lion and the rose” (“El león y la rosa”).
Director: Alex Graves.
Guión: George R.R. Martin.
Fecha de transmisión: 13 de abril del 2014.
Plataforma: HBO Go.
PUESTO 8: “The Mountain and the Viper” (4x08, 2014)
(Por Marilia Pastor)
“Elia Martell. Asesiné a sus hijos. Luego la violé. Luego le aplasté la cabeza así”. Valió la pena esperar por esta brutal escena. Desde el desierto de Dorne llegaron los Martell con su clamor de venganza. Y, con “The Mountain and the Viper”, octavo episodio de la cuarta temporada, “Game of Thrones” nuevamente brinda un giro inesperado y desgarrador al final del juicio por combate entre Oberyn Martell, la Víbora Roja, y Gregor Clegane, la Montaña. Abraza a la persona a tu costado, nadie está preparado para ver eso solo.
Era una ansiada pelea bajo la excusa de la liberación de Tyrion Lannister (acusado de asesinar a su sobrino y rey Joffrey). Desde su llegada a la capital, el seductor Oberyn (gran interpretación de Pedro Pascal) había demostrado su odio por los Lannister sin cesar. Solo podía defender a Tyrion para conseguir un objetivo mayor: que el asesino de su hermana confiese y señale al patriarca Tywin Lannister como el hombre que dio la orden.
Estábamos convencidos de que la causa de Oberyn era justa y enarbolábamos su bandera. Pero ¡ay! Los hombres de “Game of Thrones” tienen fallas (en el caso de Ned Stark fue el honor) y su deseo de venganza lo hizo caer. Fue una hermosa pelea con el monólogo del campeón de Dorne retando a cada momento a la Montaña (si alguien ha visto la película “The Princess Bride” encontrará el parecido con Iñigo Montoya). Pero todos los hombres deben morir y ese fue el final brutal para Oberyn. Hay quienes se quedaron con la desazón de que la Víbora Roja solo tuvo esta misión. Pero su introducción también nos sirvió para continuar ampliando el mundo de “Game of Thrones” que, en la quinta entrega, nos llevó hasta Dorne. Fue el gatillo para presentarnos a nuevos jugadores anti Lannister que podrían ser vitales en su futura caída.
Nos alejamos de la capital para recordar otros momentos del episodio, como el exilio del Sr. Mejor Amigo, sir Jorah Mormont. “Te protegí, pelee por ti. Maté por ti. Te amo”, fue su confesión ante Daenerys en busca de perdón por pasadas faltas (ver temporada 1). Pero la reina es inamovible y destierra a su mejor amigo. ¿Qué habría pasado si Jorah hubiera seguido en Meereen para aconsejar a su khaleessi en los próximos días? Nunca lo sabremos.
También fue la aparición de la Sansa oscura (su cambio de look con vestido y cabello oscuro valió más de un meme) protegiendo a Petyr Baelish por el asesinato de su tía. Lo interesante, más allá del nuevo vestuario, fue el cambio de actitud en Sansa. Dejaba de ser una víctima (ya la habíamos visto sufrir suficiente con Joffrey) para aceptar jugar en el juego de tronos con Meñique como su tutor. Lamentablemente, esto no duraría mucho.
Y los mejores dúos fueron para Arya y el Perro -imposible no reírse con Arya cuando descubre que su tía Lysa murió y que ha viajado por las puras. Con una cautivante conversación, en la celda, sobre el léxico para los asesinatos, la violencia de los hombres y los escarabajos del primo Orson. “Reír de la miseria de otros era lo único que me hacía sentir normal”, dice Tyrion antes de empezar el juicio. Momentos más ligeros antes del gran final que ya sabemos cómo acaba. Un momento para el que no hay risas.
FICHA TÉCNICA
Episodio: 38.
Título: “The Mountain and the Viper” (”La montaña y la víbora”).
Director: Alex Graves.
Guión: David Benioff, D.B. Weiss.
Fecha de transmisión: 1 de junio del 2014.
Plataforma: HBO Go.
PUESTO 7: “Watchers on the Wall” (4x09, 2014)
(Por Alfonso Rivadeneyra)
Lo mejor de ver nuevamente episodios pasados de “Game of Thrones” (en serio, háganlo) es que te das cuenta de detalles que, cuando los viste por primera vez, pasaste por alto. Por ejemplo, es el chibolo pulpín Olly quien clava una flecha en el corazón de Ygritte justo cuando esta queda cara a cara con Jon Snow en medio de la Batalla de Castle Black, minutos antes de recordarle que, efectivamente, no sabe nada. Olly, más adelante, tendría presencia en ese momento con Jon Snow.
“The Watchers on the Wall” (temporada 4, episodio 9) es, en primer lugar, una demostración del poder de producción que HBO invierte en una serie. Sí, “Game of Thrones” de por sí demanda una fuerte inversión y lo hizo desde el principio, pero este episodio en particular es lo más cercano del cine (en cuanto a espectacularidad) que ha presentado la ficción. Planos cenitales que van de un lado de la muralla al otro, planos secuencias de la batalla y una historia que no decae en intensidad más o menos desde el minuto 20 del episodio, precisamente cuando comienza la batalla. Se logra el balance perfecto entre los momentos de acción y aquellos en los que se debe dar un respiro.
Incluso si sobrevivió, parte de Jon Snow murió durante la batalla del Muro. (Video: HBO)
Es imposible notar cuánto han cambiado los personajes de “Game of Thrones” desde entonces. Al final de este episodio Jon Snow decide hablar con Mance Rayder y esto marca el acercamiento definitivo entre los Cuervos y los Salvajes (claro, aunque con complicidad del ejército de Stannis Baratheon). “The Watchers on the Wall” establece, de alguna manera, nuestra forma de ver a los Salvajes. Desde entonces se convierten en aliados en potencia y no pasa mucho hasta que se gesta el viaje de Jon Snow a Hardhome y el resto es historia conocida.
Los gigantes, el mamut, el ejército de salvajes al norte del Muro y la “guadaña” que sueltan los Cuervos para matar a los escaladores solo hacen que este episodio sea uno de los más épicos de la serie, dedicado íntegramente a mostrar lo que pasa al norte de Westeros, pues no se cuentan las historias de ninguno de los otros personajes.
Párrafo aparte para las menciones individuales: la cobardía de Janos Slynt, la capacidad de Ser Alliser Thorne para anteponer el deber a su odio por Jon Snow, Samwell Tarly lleva al siguiente nivel su relación con Gilly incluso después de escuchar la tremenda frase del maestre Aemon: “el amor es la muerte del deber”. Un episodio redondo.
FICHA TÉCNICA
Episodio: 39.
Título: “The Watchers on the Wall” (”Los vigilantes del muro”).
Director: Neil Marshall.
Guión: David Benioff, D.B. Weiss.
Fecha de transmisión: 8 de junio de 2014.
Plataforma: HBO Go.
PUESTO 6: “The Children” (4x10, 2014)
(Por Alfonso Rivadeneyra)
“Game of Thrones” abre nuevas tramas más seguido de la que cierra otras. Con “The Children” (episodio 10, temporada 4) esto cambia, otorgando así el cierre de temporada más satisfactorio de toda la serie hasta ese momento.
“Game of Thrones”, cuando no es acerca de traiciones, despliegues de poder y batallas épicas, es una historia humana. De padres e hijos, pero más seguido de estos últimos, quienes heredan el mundo construido por los mayores; muertos por el drama de la guerra.
En Meereen, Danerys Targaryen (Emilia Clarke), hija del Rey Loco Aerys, tiene que enfrentar el reto de gobernar por primera vez a un pueblo, esa gente que la llamó mhysa (madre). Además, su hijo dragón más aventajado hace travesuras que causan la muerte de inocentes. Ella, quien rompió los grilletes de un pueblo, le pone otros a sus dragones, quienes renacieron con ella de la sangre y el fuego.
En King’s Landing, Cersei Lannister (Lena Headey) encara a su padre, el cual quiere casarla otra vez. En plena furia, le dice la verdad a Lord Tywin (Charles Dance) sobre la relación que mantiene con su gemelo Jaime. El patriarca no acepta que sus nietos sean hijos del incesto y la reina madre solo puede reír frente al incrédulo anciano.
El otro hijo de Tywin, Tyrion Lannister (Peter Dinklage), es inocente de matar al rey Joffrey. Jaime lo libera de su prisión, pero el enano aún no está preparado para escapar. Antes de eso, va a buscar a Tywin a la Torre del a Mano, donde encuentra a Shae, la prostituta a la que amó; aquella que lo traicionó no solo en el juicio, sino al acostarse con su padre. Aquí Dinklage ofrece otra gran actuación, esta vez sin mencionar palabras, al matar a Shae, quien ahora yace boca abajo y con los brazos extendidos en la cama. Es el encuadre más devastador de toda la serie. Horrendo por donde se le mire.
Y Tywin Lannister, con los pantalones abajo, en el baño de su torre, se ve confrontado con Tyrion. ¿Recuerdan cuando Jaime no pudo medir sus palabras y perdió una mano como castigo? Tywin hace lo mismo y recibe un par de flechazos. Así cayó el auténtico ganador del juego de tronos.
Para variar, hay algo de esperanza para los niños Stark. Bran (Isaac Hempstead-Wright) encuentra al Cuervo de Tres Ojos, quien le promete no caminar, sino volar; y Arya (Maisie Williams) se libera del Perro. Pero antes, su encuentro con Brienne of Tarth (Gwendoline Christie) habla mucho de cómo ambas, criadas por padres que no aprobaron sus ganas de luchar, terminaron con espadas en las manos.
Aquí la serie nos regala su mejor pelea original, no basada en las novelas, un encuentro de Brienne y El Perro como bestias que desatan su frustración a espadas y puño limpio.
Es común que las series malas, o las series buenas que se volvieron malas en el camino, no sepan qué hacer con algunos personajes y los tengan dando vueltas. Cuando en “Game of Thrones” los personajes no saben qué hacer, su frustración saca lo peor de ellos y quien gana es el espectador.
Arya zarpa hacia Braavos, el lugar donde podría encontrar un futuro. Tyrion también escapa al este, con ayuda de Varys. En el norte, un dolido Jon Snow (Kit Harington), el hijo bastardo de Ned Stark, ganó unos días más de vida para los hermanos de la Guardia de la Noche, pero perdió el amor de Ygritte. Todo lo contrario a Robb, quien perdió la cabeza por seguir al corazón.
FICHA TÉCNICA
Episodio: 40.
Título: “The Children” (”Los niños”).
Director: Alex Graves.
Guión: David Benioff, D.B. Weiss.
Fecha de transmisión: 15 de junio del 2014.
PUESTO 5: “The Laws of Gods and Men” (4x06, 2014)
(Por Marilia Pastor)
“The laws of gods and men”. Todos los hombres demuestran su humildad en este capítulo de “Game of Thrones”, pues tienen algo por qué suplicar. Stannis por dinero al todopoderoso Banco de Braavos, Theon/Hediondo por su vida, Daenerys se sienta en el trono de Meeren a escuchar las peticiones de su nuevo pueblo y Tyrion –encadenado en el juzgado- está listo para darse por vencido y confesar… pero no lo hace.
Lujurioso. Borracho. Asesino de madres. Enano. Un monstruo. En un genial discurso, Tyrion (Peter Dinklage) desfoga todas las injusticias de una vida por la que siente ya ha sido juzgado. La ira va creciendo tras escuchar testigo tras testigo torcer sus palabras –Tyrion, siempre supiste que algún día esa mordaz lengua tuya podría ser usada en tu contra- pero la peor parte llegó cuando Shae, su amante, sube al estrado. Imposible no soltar una lágrima cuando le suplica que no hable. La historia de amor que nunca pudo ser entre el enano y la prostituta. El espectáculo que su propio padre Tywin Lannister había montado, con el juicio como pretexto, termina con un show dirigido por el mismo Tyrion. Dando rienda suelta a su ira, les entrega el monstruo que tanto querían. “Yo salvé esta ciudad y todas sus vidas sin valor. Debí dejar que Stannis los matara a todos […] Soy culpable de ser un enano”, comienza Tyrion alzándose sobre todos sus acusadores para luego pedir demostrar su inocencia mediante un juicio por combate, uno de los momentos más esperados por los seguidores de la saga de George R.R. Martin.
“Aquí nuestros libros están llenos de cifras. Preferimos las historias que cuentan”
Para el Banco de Braavos, un rey no es más ni menos que cualquier otro mortal. Stannis saca su número, espera impaciente en cola, hasta que le toca demostrar su línea de crédito. ¿Con cuántos hombres cuenta? ¿Con cuántos barcos? Lo siento, su crédito no es bueno. Por favor retírese, pero gracias por visitarnos. Al banco no le interesa tu linaje o que clames ser el rey verdadero, le interesa lo tangible. Stannis es suertudo, a su lado está su fiel Davos quien demuestra ser un buen marketero.
Después de señalar las desventajas de cada integrante de la familia Lannister convence al banco que Stannis finalmente se sentará en el trono y será el único que les devolverá su inversión. Una lección sobre el poder. Ni el pequeño Tommen ni el luchador Stannis pueden sentarse en el trono de hierro sin dinero. Al final, el Banco de Braavos es el que gana.
No podemos olvidarnos de la evolución de la relación sadomasoquista entre Ramsay Snow y Theon/Hediondo. Por alejar a su hermana y lo que podría haber sido su salvación, Ramsay recompensa a su quebrado sirviente con un baño. Con todos los horrores que se ven en la serie –¿se acuerdan de las travesuras de Joffrey?- no hay duda que esta historia se lleva el premio de la temporada.
“¿Es justicia responder a un crimen con otro?”
Hasta entonces, el camino de Daenerys parecía sencillo y lleno de victorias. La joven –aclamada por miles de esclavos y sin oposición de parte de los antiguos amos- había ido de liberadora y saqueadora de ciudades sin detenerse a reinar. Algo que decidió cambiar el episodio previo. Y vaya que aprende más de una lección. Un noble le suplica enterrar los restos de su padre y le discute si su decisión de crucificarlo –junto con otros en represalia por el asesinato de niños esclavos- no fue otro crimen. Daenerys lo desestima severamente siguiendo un poco los pasos de papá Lannister. La lección de humildad aparece en la forma de un pastor cuya hija fue asesinada por Drogon.
Conmovedora escena en la que Dany entiende por fin que sus dragones no son mascotas –en realidad, son el equivalente a una bomba atómica- pero el daño ya está hecho. En cola, quedan 212 personas más en busca de su consejo y decisión. Mientras que el puberto rey Tommen, en Desembarco del Rey, no es más que un títere; ella prefiere reinar a pesar de los errores que cometa en el camino. Nunca había sido Dany tan poderosa y nunca estuvo más cansada. Que pase el siguiente.
FICHA TÉCNICA
Episodio: 36.
Título: “The Laws of Gods and Men” (”Leyes de dioses y hombres”).
Director: Alik Sakharov
Guión: Bryan Cogman.
Fecha de transmisión: 11 de mayo de 2014.
PUESTO 4: “Hardhome” (5x08, 2015)
(Por Alfonso Rivadeneyra)
En el mundo en el que nos desenvolvemos parece haber un terror al vacío sonoro, como si nadie disfrutara más del simple hecho de permanecer callado y en silencio. El ruido forma parte de nuestras vidas, más aun si vivimos en la ciudad, y lo que es peor: nos hemos acostumbrado a él. ¡Pero qué importante es el silencio! Eso es lo que queda, precisamente, durante los segundo finales de “Hardhome” de “Game of Thrones”: silencio.
Dramáticamente perfecto, usado de manera magistral, después de una lucha sin cuartel entre un puñado de Cuervos -Jon Snow incluido-, una multitud de salvajes y aun más caminantes blancos. Una emboscada que sorprendió a los espectadores con varios minutos de lucha sin esperanza, con protagonistas que poco a poco, en medio de la intensidad, se van dando cuenta que están peleando una batalla que no podrán ganar.
El enfrentamiento contra los caminantes blancos en “Hardhome” fue un punto de inflexión para muchos de nosotros. Por primera vez en la serie. al igual que Jon Snow y compañía, vemos al verdadero enemigo. Nos damos cuenta que hemos estado perdiendo el tiempo arengando por tal o cual rey, que Stannis merece sentarse en el trono, que Daenerys cruce el mar de una vez con sus dragones y mate a los Lannister... cuando un verdadero apocalipsis zombi se nos viene a todos desde el otro lado del muro. El silencio al final de esa batalla, mientras los Cuervos sobrevivientes se alejan en una canoa, es tremendo: no es necesario poner música para agregar dramatismo. Se trata del sonido de la desolación.
Quizás el capítulo juegue a darnos un poco de esperanza también: conocemos que la espada de Jon, forjada en acero valirio, es el secreto para vencer a los caminantes blancos. Pero una vez más debemos poner todo en perspectiva: ya sabemos lo que pasa después de este episodio con Jon Snow.
Al otro lado del Mar Angosto, Daenerys conversa con Tyrion, en uno de los diálogos más espectaculares de la temporada. En general, durante la quinta temporada Tyrion nos regala conversaciones inteligentísimas y graciosas, sobre todo con Varys. Pero el que sostiene con Dany es la cumbre, al exprear esta su famoso deseo de romper la rueda de familias nobles en Westeros. Es el inicio de esta dupla que aun nos queda por ver en esta sexta temporada, aunque sepamos que Dany está lejos de su trono, dejando a Tyrion en su lugar. Más que interesante.
En el muro, también comienza a gestarse el final de aquella temporada: el chibolo pulpín Olly expresa a Sam que no se siente cómodo con la alianza que Jon Snow está buscando con los Salvajes. Obviamente, ellos no saben todo lo que está pasando en Hardhome. Sam le dice simplemente que Jon sabe lo que hace, pero todo indicaba que la suerte ya estaba echada.
FICHA TÉCNICA
Episodio: 48.
Título: “Hardhome” (”Hardhome”)
Director: David Benioff & D. B. Weiss.
Guión: Bryan Cogman.
Fecha de transmisión: 31 de mayo de 2015.
PUESTO 3: “The Winds of Winter” (6x10, 2016)
(Por Alfonso Rivadeneyra)
Desde que inició “Game of Thrones” de HBO, la reacción del espectador partía mayormente desde la desesperación, al ver a sus personajes favoritos morir, hasta la resignación; porque conforme la historia avanza se volvió costumbre afrontar que nunca habría justicia. Por eso “The Winds of Winter” (“Los vientos del invierno”), episodio final de la sexta temporada, es tan distinto y, sobre todo, necesario.
En King’s Landing, Loras Tyrell (Finn Jones) es juzgado en el septo de Baelor. Él solo quiere que su sufrimiento acabe, pues ya le han hecho demasiado daño, así que confiesa todo lo que el High Sparrow (Jonathan Pryce) quiere escuchar. Lo hace frente a Margaery, frente a Mace Tyrell, Kevan Lannister; ante decenas de nobles y soldados de la fe de los siete.
Al no aparecer Cersei Lannister (Lena Headey) para su juicio, el High Sparrow la manda a buscar. El encargo es para Lancel Lannister, quien tras una vida de la que no se enorgullece por fin encontró su vocación. No podemos decir que es feliz ahora, pero al menos es un personaje más interesante. Eso no durará mucho y la primera señal de que algo anda realmente mal es cuando la Montaña le cierra el paso al rey Tommen Baratheon (Dean-Charles Chapman), quien iba a ser testigo del proceso a su madre.
Lo que sigue es, posiblemente, la mejor secuencia de escenas paralelas que “Game of Thrones” haya mostrado alguna vez. Mientras el maestre Pycelle muere a manos de los “pajaritos” de Qyburn, mientras Margaery Tyrell (Natalie Dormer) intenta hacer entrar en razón al High Sparrow por la sospecha de lo que hará Cersei; Lancel es herido y descubre, muy tarde, que todo está listo para la explosión de fuego valyrio más grande desde la batalla de Blackwater Bay.
Esta temporada de “Game of Thrones” la trama de King’s Landing no fue del todo interesante. Abundó en reflexiones, en personajes que indican lo que desean. Mucho ruido y pocas nueces, pero todo acabó en “The Winds of Winter” con Cersei declarándole la guerra a todo el mundo. No importa lo que ocurra a partir de ahora, los días de la reina están contados; lo cual ya se vivió con Aerys II.
Cersei ya no tiene aliados o familiares que la respeten tras este atentado terrorista que voló por los aires el septo y los alrededores (los barriles de fuego valyrio datan de la era del Rey Loco). Ni siquiera tiene hijos, pues Tommen prefiere besar el suelo a varios kilómetros por hora que seguir como rey. Conocimos muy poco a ese muchacho en “Game of Thrones” como para meternos en su cabeza y pretender entender por qué se mató. No estamos solos en esto, pues Cersei tampoco pudo imaginarlo. Y si está dolida por su muerte, no lo demuestra lo suficiente. Ella ya es una psicópata y estoy seguro que Jaime Lannister (Nikolaj Coster-Waldu) no se quedará de brazos cruzados ante ello.
En Meereen, Daenerys Targaryen (Emilia Clarke) desarrolla los últimos preparativos antes de irse a Westeros. Le dice adiós a Daario Naharis, quien recibe el trabajo de poner en orden la ciudad. Mientras tanto, Tyrion Lannister (Peter Dinklage) es nombrado mano de la reina. Las líneas finales del enano, que recibió poco para hacer esta temporada, redimen al personaje, pero no lo suficiente. Benioff y Weiss, productores generales de “Game of Thrones”, están en deuda con todos nosotros por no darle un mejor arco argumental.
De regreso a Westeros, en la fortaleza de The Twins, Walder Frey (David Bradley) come solo. Ya pasó un tiempo indeterminado desde que conquistó Riverrun y despidió a Jaime Lannister. Entonces aparece una nueva muchacha de la servidumbre, quien le da un pastel de carne, pero no de cualquier tipo. Fueron preparados con amor, pero con carne de dudosa salubridad: los hijos del lord, Black Walder y Lothar Frey. Con un cuchillo, la sirvienta, quien en realidad era Arya Stark (Maisie Williams), le corta el cuello al último cómplice de la Boda Roja, a solo unos metros del lugar donde murieron su hermano, madre, cuñada y sobrino no nacido. La sonrisa de Arya fue la sonrisa de millones de espectadores en simultáneo.
Finalmente, en el norte, Jon Snow (Kit Harington) enfrenta la mirada de los señores de las grandes casas del Norte y el valle de Arryn. Tras un discurso correcto por parte del bastardo, es Lyanna Mormont (Bella Ramsay) la que termina por empujar a los dubitativos señores para poner sus lealtades donde corresponden: declarando a Jon Snow como rey en el norte.
Esta escena funciona en varios niveles:
1. Es una niña es la que hace entrar en razón a líderes de una sociedad machista.2. Muestra que los cálculos de Littlefinger (Aidan Gillen) no son tan precisos como él quisiera (la conversación que tuvo con Sansa cerca al árbol corazón hace sus intenciones más claras).3. Porque Jon no es un simple bastardo, sino hijo de Lyanna Stark y Rhaegar Targaryen.
“R+L=J”, la madre de todas las teorías de “Game of Thrones”, se confirmó noche con una visión de Bran Stark (Isaac Hempstead-Wright). No es un dato que cambie el panorama en la serie, no todavía, pues más testigos son necesarios para darle validez ante ojos de terceros. Howland Reed, padre de Meera, es uno. Hubo más personas en la Torre de la Alegría durante el nacimiento de Jon, pero no sabemos todavía quiénes son o si siguen vivos.
“The Winds of Winter” no solo es una redención para el inicio frío de esta temporada de “Game of Thrones”, también es el episodio más gratificante de toda la serie desde “The Children”, final de la cuarta temporada. Lo consigue no por desarrollarse de acuerdo a las predicciones de los fans, tampoco por la muerte de este u otro villano o porque inician los conflictos que de verdad importan; sino porque te da la sensación de cierre, de historias que se acaban para dar inicio a otras.
FICHA TÉCNICA
Episodio: 60.
Título: “The Winds of Winter” (”Vientos de invierno”).
Director: Miguel Sapochnik.
Guión: David Benioff & D. B. Weiss.
Fecha de transmisión: 26 de junio de 2016.
PUESTO 2: “The Rains of Castamere” (3x09, 2013)
(Por Diego Pajares)
El episodio 9 de la temporada 3 de “Game of Thrones”, “The Rains of Castamere” (“Las lluvias de Castamere”), fue el más impactante de toda la serie hasta ese momento por inclinar la guerra a favor de la Casa Lannister; punto de quiebre aparecido en la novela “A Storm of Swords” de George R. R. Martin en el 2000. Por ello millones de personas estaban listas para lo que venía, y como estamos en la era de internet, registraron en video el sufrimiento de sus seres queridos durante los minutos finales.
“The Rains of Castamere” tiene dos tramas principales: lo que ocurre en The Twins, fortaleza de la Tierra de los Ríos a la cual el rey del norte Robb Stark (Richard Madden) va a solicitar ayuda para invadir Casterly Rock, hogar milenario de la casa Lannister; y lo que ocurre al norte, donde Jon Snow (Kit Harington) está en una encrucijada con los salvajes.
El episodio intercala durante su primera mitad los esfuerzos de Robb para disculparse con Walder Frey y pedir su apoyo en la campaña venidera. Frey, repulsivo como él solo, le falta el respeto a la futura reina, pero acepta la disculpa. Jon Snow, por su parte, pelea contra los salvajes cuando queda al descubierto como un traidor.
La lucha de Jon y el apoyo que recibe de Bran Stark (quien descubre ser un ‘cambiapieles’), así como su huida inmediata, ayuda a mover la historia hacia adelante, pero no se compara a la Boda Roja en impacto.
Robb Stark prometió en la primera temporada de “Game of Thrones” casarse con una hija de Walder Frey a cambio de apoyo militar. Robb no cumplió y se casó con Talisa Maegyr (Oona Chaplin), por lo cual solo su tío Edmure Tully debe compensar el desaire con un matrimonio.
Lo más doloroso en “The Rains of Castamere” no es que Robb, su esposa Talisa, su hijo no nacido, su madre Catelyn (Michelle Fairley) y hasta su lobo hayan sido perforados por los Frey en conspiración con las casas Lannister y Bolton, sino que todo eso es coherente con las decisiones del hijo de Ned Stark.
El “joven lobo” cometió error tras error, lo cual se sumó a los problemas intestinos de su gente. No pudo controlar a su madre Catelyn Stark cuando ella liberó a Jaime Lannister, tampoco evitó que su tío Edmure perdiera cientos de hombres para tomar un molino ni que el aliado Rickard Karstark matara a dos niños rehenes; lo cual hizo que el rey le corte la cabeza.
Roose Bolton, al clavarle a Robb un puñal en el corazón tras decir que “los Lannister envían saludos”, solo adelantó lo inevitable.
Con “The Rains of Castamere”, donde tantos personajes desaparecen a punta de puñales y flechas, “Game of Thrones” no entra en desequilibrio. La cuarta temporada fue incluso mejor escrita en general, lo cual demuestra que si tienes personajes tridimensionales, la historia se sostiene.
Este episodio también fue una experiencia colectiva: haberlo visto no basta. La experiencia completa se vivió por necesidad de los suscriptores de HBO, quienes convirtieron Twitter en un velatorio. Los mensajes más descorazonados (“odio ‘Game of Thrones’”, “voy a matar a Roose Bolton”, “no puedo dejar de llorar”, etc.), fueron recopilados por la cuenta Twitter @RedWeddingTears.
“The Roose is loose”, uno de los ‘memes’ más compartidos en día de la Boda Roja.
Con “The Rains of Castamere” de “Game of Thrones” y “Ozymandias” de “Breaking Bad”, 2013 fue un gran año para TV.
FICHA TÉCNICA
Episodio: 29
Título: “The Rains of Castamere”
Director: David Nutter
Guión: David Benioff y D.B. Weiss
Fecha de transmisión: 2 de junio del 2013
PUESTO 1: “Battle of the Bastards” (6x09, 2016)
(Por Alfonso Rivadeneyra)
Los bastardos son vistos como la fuente de muchos males en el mundo de “Game of Thrones”. Esta descripción se ajusta a Ramsay Bolton (Iwan Rheon), quien quien desde su aparición en la serie se construyó como un villano que tenía todo lo necesario para ser odiado, pero sin perder carisma. Su opuesto es Jon Snow (Kit Harington), otro bastardo, pero honorable. Lo peor de uno y lo mejor del otro llegó en “The Battle of the Bastards”.
Daenerys Targaryen (Emilia Clarke) hace lo que todos esperaron desde “Fire and Blood”, el final de la primera temporada: liberó a los tres dragones sobre sus enemigos. Los amos caen y ella se deja sentir como el peligro que es. Además, aparecen los dothraki. Por fin algo de acción en ese lado del mundo.
Lo que vino después en el episodio, en Westeros, es lo que se comentó más en redes, pero no se desliga de Meereen. Los cabecillas del ataque a la ciudad son abandonados por sus soldados, quienes no se atreven a pelear por líderes que no los representan, que solo los tratan como esclavos. Recuerden esto: la misma lealtad traicionada que marcó la muerte de dos amos es la que sella el destino de Ramsay Bolton.
En el norte de Westeros, Ramsay Bolton y Jon Snow tienen una pequeña charla. Ramsay intenta ser tan razonable como puede serlo alguien que pone en su estandarte la figura de un hombre desollado: ríndete bastardo; híncate, bastardo; ¿quieres ver a mis perros, bastardo? No han comido en siete días. Jon no acepta los términos de rendición, pero es Sansa Stark quien la tiene clara: “morirá mañana, lord Bolton. Duerma bien”.
Sansa, víctima de todo lo terrible que puede ser Ramsay, también aprendió cosas de él. Esta es la Sansa que bajó por las escaleras de The Eyrie en la cuarta temporada con una mirada de decisión. Pero no nos adelantemos.
“The Battle of the Bastards” es un ejemplo donde los diálogos ingeniosos y la acción se combinan. Ningún episodio de batalla en esta serie se ha sentido tan intenso. En “Blackwater” tuvimos la sorpresa de la explosión de fuego valyrio, en “The Watchers on the Wall” la lucha fue pareja y emocional, en “Hardhome”, la derrota devastó corazones. El último episodio toma lo mejor de esas otras batallas para mostrar que la serie ha mejorado en narrar con acción.
Cuando Ramsay libera a Rickon para que se encuentre con los suyos, sabemos que algo anda mal. Lord Bolton le lanza flechas de a pocos, pues es un torturador, alguien que no solo hace daño, sino que crea una historia con los silencios y la espera, que te da esperanza y te la quita (pregúntenle a Theon para más detalles). Falla a propósito, vuelve a fallar otras veces hasta que acierta y Rickon ya no existe más.
Con este golpe de efecto, Ramsay empieza como ganador. No solo saca de sus casillas a Jon, también fuerza a sus contrincantes a iniciar la lucha. Él controla desde sus inicios todo lo que ocurre; Jon, Davos y Tormund solo reaccionan. Entonces los arqueros Bolton lanzan sus proyectiles, luego Ramsay ordena el despliegue de la caballería, pide más flechas. El otro bastardo, Jon, se deja el alma en el combate. Mientras Jon mata, Ramsay mira y ordena. El caos reina y por momentos, entre la sangre, parece que vemos el punto débil de los Bolton.
FICHA TÉCNICA
Episodio: 59.
Título: “Battle of the Bastards” (”Batalla de los bastardos”).
Director: Miguel Sapochnik.
Guión: David Benioff & D. B. Weiss.
Fecha de transmisión: 19 de junio de 2016.
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