En circunstancias como las que atravesamos, donde el estrés, la ansiedad y el miedo forman parte del menú cotidiano, basta una sola cosa -por mínima que sea- para que estos sentimientos se disparen en cada uno de nosotros. A veces es uno solo; otras todos juntos. ¿Qué podemos hacer para mantener la mente en calma en un entorno que nos lo impide constantemente? La salud mental debe ser, hoy más que nunca, una prioridad.
A un año del comienzo de la pandemia que ha modificado todas nuestras rutinas, consultamos con tres expertos (Giulia Cunningham, Camila Gamero y Diego Swayne) sobre sus lecciones en los últimos 12 meses. Aquí sus recursos y consejos para sobrellevar el día a día.
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A practicar nuevos hábitos
Para Giulia Cunningham –psicoterapeuta racional emotiva– hay pequeñas acciones que tienen más poder del que pensamos. Una de ellas es practicar la gratitud. “Antes de irnos a dormir podemos repasar y agradecer tres cosas positivas que nos pasaron en el día. Ya sea que tienes trabajo, que comiste rico, que tus familiares están bien o que, sencillamente, tienes una cama donde descansar”, sugiere Cunningham. Es más efectivo cuando se ha tenido un mal día (aunque parezca lo contrario).
El orden de los factores
Si bien el descanso es fundamental, llevar una agenda con actividades planificadas nos ayuda a poner nuestra mente en orden. “Por supuesto, sin ser obsesivos con horarios estructurados; tenemos que ser flexibles con nosotros mismos”, indica Diego Swayne, trabajador social especializado en el desarrollo de habilidades blandas. “Es bueno tener variedad y cantidad de actividades organizadas no solo durante el día: también a nivel semanal y mensual, en relación a varias áreas de nuestra vida”, dice.
¡A dormir!
Para Camila Gamero, emprendedora detrás de Madre Tierra Hierbas (propuesta que rescata los beneficios de las hierbas, plantas y árboles del Perú), el impacto de la pandemia puede ser similar a una experiencia traumática prolongada: de ahí el estrés, la ansiedad y la fatiga crónica, entre otras condiciones que se han normalizado. “Dormir bien es esencial para mantener la mente aguda y las emociones balanceadas”, indica. El uso de métodos naturales como infusiones de pasiflora y cedrón puede ser de ayuda.
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El espacio que habitamos
Si trabajamos, comemos y descansamos en la misma área, el cerebro se confunde: no sabe bien qué hacer y cuándo. Después de un año de estar en casa, no podemos seguir mezclando espacios con actividades que no les corresponden. “Delimitarlos es imprescindible. Incluso si vives en un cuarto, que una esquina sea para trabajar, otra para comer, y la cama solo para descansar”, aconseja Diego Swayne. Respetar los horarios es igual de importante, así como comunicarlos a colegas o amigos.
Hablemos claro
“La pandemia nos está enseñando a comunicar lo que sentimos de verdad, a no guardárnoslo”, explica Giulia Cunningham. La comunicación es otra ancla de lo que viene a ser el bienestar, ya sea con familiares, pareja o amigos. “Antes llenábamos nuestros días con muchas actividades; podíamos ‘dejar pasar’ ciertas cosas, como decir lo que nos incomodaba. Ahora es imposible”, continúa la experta. Cuando no comunicamos empiezan las carencias y frustraciones, sobre todo en la convivencia.
El descanso es sagrado
La psicoterapeuta Giulia Cunningham señala un fenómeno que se desprende del teletrabajo (al que ya nos acostumbramos), del cual no somos conscientes. “Hay muchos que se sienten mal de descansar. Cosas tan básicas como tomar una hora para almorzar”, indica. Como ya no hay una comparativa con la oficina, no existe un orden. “Por extraño que suene, tomarse tiempo libre genera angustia. Pero tomarse una pausa no es ‘hacer nada’: es muy necesario”, finaliza Cunningham.
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Tiempo para mí
Del consejo anterior se desprende esto que acota Diego Swayne: incluso el ocio puede organizarse, con el fin de asegurarnos de que lo estamos –efectivamente– cumpliendo. “Hay actividades cortas, como darse una ducha o regar las plantas; versus actividades más largas, como cocinar el almuerzo. Es importante que las identifiquemos”, dice Swayne. “Esto nos ayudará a distraernos sin sentir culpas, porque así no pensamos que estamos ‘dejando’ de hacer algo, sino todo lo contrario”, concluye.
¿Por qué yo?
Entender qué es la ansiedad –y que puede afectarle a todos– es clave. “Las medidas de aislamiento y el temor constante afectan directamente nuestra estabilidad emocional”, sostiene Camila Gamero. “La ansiedad puede causar desde síntomas físicos hasta pensamientos recurrentes que son sumamente negativos. Afecta el desarrollo normal de nuestras actividades”, indica. Existen muchas maneras de contrarrestarla (meditación, ejercicio físico). Si la condición persiste, es recomendable buscar un coach o psicólogo.
Usemos (más) la imaginación
Este es el momento de activar nuestras fantasías. Desde lo más idílico, como el viaje soñado cuando las cosas vuelvan a la normalidad; hasta lo más cotidiano, como el plato que vamos a comer el fin de semana. E incluso, por qué no, las fantasías sexuales. “Es un recurso que nos da ilusión sobre el futuro”, dice Cunningham. Va más allá de dejar volar la imaginación: actividades tan sencillas como cambiar de orden los muebles de la casa o poner la mesa de una manera distinta suman al objetivo.
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¿Cansados todo el tiempo?
La fatiga crónica no es broma. Como bien explica Camila Gamero, de Madre Tierra, con el teletrabajo y las exigencias de la casa, el cuerpo y la mente han aprendido a actuar de manera reactiva. “Esto hace que el período de adaptación sea más corto, pero genera mayor desgaste físico”, dice Gamero. Pausas activas y descansos; bebidas como el matcha, café o té verde; además del consumo de equinacea (planta medicinal), kion o infusiones frutadas, ayudan a mejorar la concentración.
Aplicaciones para sentirnos bien
- Calm: Tener un sueño plácido es fundamental para llevar una vida balanceada. Además de música para dormir, Calm tiene lecciones de meditación, sonidos de la naturaleza, videos y clases.
- Fitbit: El orden ayuda a que nuestros días sean más productivos. Fitbit es un organizador de actividades que lleva registro de todo lo que hacemos: desde la comida hasta los gastos.
- Walk: Aprovechemos el tiempo que tenemos al aire libre para hacer un poco de ejercicio. Map my Walk cuenta los pasos (si caminas) o traza rutas (si corres). La aplicación mide el progreso.
- Meditopia: Como el nombre lo indica, esta aplicación reúne más de un centenar de meditaciones para reducir el estrés, dormir mejor o lidiar con problemas específicos del día a día y la convivencia.
- Habitshare: Un app que nos ayuda a poner en práctica buenos hábitos y compartirlos con amigos y familia. No es una competencia.
Más información:
Camila Gamero: @madretierra.hierbas
Giulia Cunningham: @dear_sex
Diego Swayne: @chuein
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