Todo el año he preparado las loncheras para mis gemelas. Las considero como un snack, ya que ellas regresan temprano del nido y almuerzan en la casa. ¿Cuál ha sido mi aprendizaje? Que a veces nos complicamos mucho y fracasamos en el intento. Pues la solución está en la simpleza. Mi idea (o fórmula) es introducir los alimentos en su forma más natural posible: esto les sirve a los chicos para familiarizarse con los alimentos y a nosotros nos hace la vida más fácil, ya que no requiere de mucho tiempo de preparación ni ciencia.
Podemos aprovechar este momento para introducir nuevos alimentos. ¡Que no nos gane el estrés de pensar qué enviaremos! No es lo "práctico” lo que realmente gana. Un yogur con sabores artificiales y azúcar no se compara a uno natural, sin azúcar y miel. Un jugo de caja artificial no es igual a un toma-todo con agua y una fruta. Tampoco unas galletas empaquetadas con muchos sellos, a un mix de nueces. Tal vez sea un poco menos económico lo natural y nos tome unos minutos más preparar algunas cosas, pero no es nada que no se pueda lograr. Por otro lado, los chicos comen poquito y podemos inclusive separarles pequeñas porciones listas.
Para los snacks tipo loncheras les recomiendo que les den a probar antes lo que les enviarán (si es algo nuevo) y, si es algo familiar, anticiparles que eso es lo que habrá en la lonchera. Darles la posibilidad de elegir entre las opciones que tengamos.
Tips que me sirven:
-A manera de explorar juntas, jugamos a hacer picnics con los nuevos alimentos. Hay que despertar el interés de los chicos para que esto funcione.
- Tener algún dip/ salsa como complemento para acompañar alguna fruta, verdura, sándwich o tostada. Por ejemplo: puede ser desde jugo de limón con aceite de oliva o miel de abeja, hasta un hummus o paté.
- Todo entra por los ojos: tengamos porciones chiquitas y atractivas; sirve tener contenedores bonitos y cortadores de diferentes formas (siempre los adultos nos podremos comer los retazos que sobren después de usar el cortador)
No soy extremista y creo que se puede comer de todo con moderación. Creo en la armonía y felicidad en sociedad y en compartir buenas vivencias con las que construiremos nuestra vida. No queremos que nuestros hijos se frustren o coman a escondidas y se relacionen mal con los alimentos. Pero es importante que sepan por qué no les enviaremos galletas artificiales en sus loncheras. Mis hijas no se quejan, cuando quieren probar algo se los doy, de esa manera no sienten que es prohibido y así le resto importancia. Creamos conciencia en nuestros hijos, que reconozcan que nosotras (os) queremos lo mejor para ellos y por eso les damos cosas ricas y reales.
La nutricionista Analía Benavides nos dice: “El snack o merienda del niño es un vehículo de alimentos saludables a media mañana, que funciona como merienda boost de energía. Representa un 10% a 15% de la energía diaria y por ningún motivo de reemplazar a una comida como desayuno o almuerzo”. Hay una forma clásica para estos snacks, que es la de incluir alimentos reguladores (frutas y verduras) + energéticos (carbohidratos y grasas) + constructores (proteínas).
Les dejo una lista de algunos de los alimentos que siempre trato de tener para armar los snacks de las chicas:
-Nueces con y sin cascara. Vayan al mercado y compren diferentes variedades. Las pueden poner en pomos de vidrio con sus nombres.
-Semillas tipo de girasol, ajonjolí, de calabaza.
-Frutas frescas y deshidratadas
-Verduras tipo: choclo, tomate, palta, zapallo italiano, zanahoria y brócoli
-Yogur natural
-Miel de abeja
-Aceitunas verdes y botija
-Quesos tipo crema, fresco, Edam, Gouda, mozzarella
-Huevos de codorniz o regulares
-Jamón de pavo (eventualmente)
-Panes: pita, integral, yema, molde, tortilla de harina, sash
-Canchita, avena
-Romero, tomillo, orégano
-Mostaza, aceite de oliva, canela
Debemos organizarnos para los snacks. Recuerden que cuando los chicos -o nosotros- estamos con hambre o apurados comemos lo que encontramos sin importarnos qué tan saludable sea. Pueden parecer pequeños, pero son importantes.