En la Revolución de Octubre en 1917, Vladimir Illich Ulianov, Lenin, fue el principal líder bolchevique para instaurar una revolución que, supuestamente, traería la "igualdad a los pueblos". Lo que vino fue una historia de opresión, tragedias y atraso. En 1990 el mundo socialista se derrumbó y Rusia se abrió al mundo. Hoy a la entrada del Estadio Luzhniki -El escenario en el cual se ha de inaugurar el Mundial- luce, enorme, la estatua de Lenin y debajo un cartel que es signo de estos tiempos: Official Fan Shop. Ahora es tiempo de otra revolucion.
En todo el canal de acceso al enorme estadio, a cada lado, se levantan los stands de los sponsors mundiales. Apurados obreros dan los detalles finales a las tiendas que este jueves 14 cuando este estadio se abarrote de rusos alentando a su equipo, estos se detendrán, antes de ingresar, para observar las ofertas de las marcas comerciales que la figura de Lenin habría proscrito y que hoy los rusos consumen como cualquier ciudadano de los países occidentales.
Aquí en Moscú, alrededor del Estadio Luzhniki y en todas las calles de Moscú las gentes, uno encuentra a los rusos atentos y agradables disfrutando del orgullo de ser anfitriones. Ahora es tiempo de la hermosa revolución del fútbol que hermana a los pueblos del mundo.
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