Celeste Pérez

Por años se afianzó la errada idea de que las mujeres no podían practicar . Se le encasilló, en tanto, como un deporte único de varones, incluso también cargado de estereotipos como la rebeldía y el ocio. Sin embargo (y gracias al aporte de distintas figuras en la disciplina sobre ruedas) el skateboarding es en la actualidad un consolidado deporte olímpico, cuya participación no se reduce solamente a la rampa de los varones. En pleno siglo XXI, las mujeres ya pueden lucirse sobre una tabla, y desafiar en competencias internacionales como los Juegos Panamericanos o el Mundial de Skateboarding.

LEE TAMBIÉN: Los jóvenes deportistas peruanos que destacan en downhill, automovilismo y artes marciales

En Latinoamérica -como en muchos otros ámbitos- el quiebre del deporte se va dando lento pero seguro, con figuras femeninas como Rayssa Leal y Letícia Bufoni en Brasil, o la inspiradora historia de “Imilla Skate” en Bolivia, grupo de mujeres que dominan la tabla enfundadas en polleras y trajes típicos de la localidad. Para orgullo nuestro, Perú no queda atrás: desde 2018, un par de jóvenes decididas y talentosas en el skate decidieron dar vitrina a las mujeres en el deporte a través de una fan page bautizada como “Chicas en llamas” (@chicasenllamas.peru, en Instagram), congregando a más mujeres a disfrutar y aprender de este deporte en un espacio seguro y de compañerismo.

Para este colectivo de jóvenes talentosas el apoyo de la empresa privada es fundamental para avanzar. Es así que desde hace un tiempo fueron elegidas como embajadoras de la marca de sneakers North Star, lo que les ha permitido continuar con sus objetivos. 
(Foto: Elías Alfageme)
Para este colectivo de jóvenes talentosas el apoyo de la empresa privada es fundamental para avanzar. Es así que desde hace un tiempo fueron elegidas como embajadoras de la marca de sneakers North Star, lo que les ha permitido continuar con sus objetivos. (Foto: Elías Alfageme)
/ SOMOS > ELIAS ALFAGEME

-SIN MIEDO A NADA-

Kathi Miranda (27) -una de las fundadoras del colectivo- es oriunda de Huancayo. A los 16 años, aproximadamente, se subió por primera vez a una tabla. Su pasión era alimentada por competencias que veía en internet y logró integrarse poco a poco en un grupo de skaters del lugar. “Todos eran chicos, pero ellos me integraron a su grupo, me enseñaron, me mostraron la disciplina con compañerismo”, recuerda.

(Foto: Chicas en llamas)
(Foto: Chicas en llamas)

Meses después, cuando le tocó migrar a Lima para llevar estudios superiores, el skate se convirtió en un ancla para Miranda. “Era algo nuevo. Pero no estaba sola, fuimos yo y mi tabla contra el mundo”, comenta decidida. Es sobre este punto que la deportista, y también diseñadora gráfica, demuestra el poder que puede tener una disciplina para cambiar la vida positivamente: para ellas, el skateboarding no solo es diversión y libertad, sino también sinónimo de compañerismo, valentía y resiliencia.

Las chicas confiesan que por supuesto el panorama también cambió radicalmente desde la inclusión de Angelo Caro en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. “Este logro puso los ojos sobre el skateboarding y el talento local que hay en el deporte. Además de romper con muchos estereotipos”; destaca Cabrejo. 
 En la foto, esta última posa junto a Kathi Miranda. (Foto: Elías Alfageme)
Las chicas confiesan que por supuesto el panorama también cambió radicalmente desde la inclusión de Angelo Caro en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. “Este logro puso los ojos sobre el skateboarding y el talento local que hay en el deporte. Además de romper con muchos estereotipos”; destaca Cabrejo. En la foto, esta última posa junto a Kathi Miranda. (Foto: Elías Alfageme)
/ SOMOS > ELIAS ALFAGEME

En paralelo (y sin aún conocerse) Nicole Cabrejo (25) también se sumaba al skateboarding con 16 años, pero ella desde Manchay, Pachacamac. En ese entonces eran pocos los skateparks en el país, pero ella encontraría su lugar en el de Musa, La Molina. De hecho, fue allí donde conoció a Kathi. “Al principio fue como ¡Wow! ver a otra chica patinando. Nos hicimos amigas y quedamos los domingos en reencontrarnos para patinar”, revive Cabrejo. Los años fueron pasando y la amistad se fortaleció. Pronto nacería la idea: ¿cómo reunir a todas las chicas que patinan en el país en una plataforma segura y que visibilice su talento?.

-CONQUISTANDO LAS RAMPAS-

Ambas diseñadoras gráficas, Cabrejo y Miranda tenían las herramientas necesarias para iniciar en 2018 con una comunidad femenina de skaters en redes sociales. “El principal objetivo siempre fue visibilizar el hecho de que las mujeres que patinan existen y tienen talento. Hoy, se han sumado otras cosas, como la creación de eventos que impulsen el deporte y la igualdad de género en las rampas y la orientación a niñas y adolescentes que se quieren sumar pero no saben dónde empezar”, explica Cabrejo.

(Foto: Elías Alfageme)
(Foto: Elías Alfageme)
/ SOMOS > ELIAS ALFAGEME

Es así que en la actualidad “Chicas en llamas” es un colectivo conformado por más de mil skaters mujeres en el país, que cada tanto se reúnen para practicar juntas, mejorar sus trucos y aprender en comunidad. “Coordinamos reuniones en distintos skateparks de Lima. También, hace poco, organizamos un campeonato de skate, donde la idea fue crear diferentes categorías para que todas las chicas estuvieran cómodas a su nivel, y no dejen de participar por miedo”, agrega Miranda.

(Foto: Elías Alfageme)
(Foto: Elías Alfageme)
/ SOMOS > ELIAS ALFAGEME

Sobre el panorama local, ambas miran esperanzadas hacia el futuro. Es un buen momento para el skateboarding en general, consideran. “La llegada de Angelo Caro cambió las cosas. La gente dejó de ver al skate como un hobbie para tratarlo como un deporte que requiere de práctica y esfuerzo”, refuerza Cabrejo. Miranda, secunda también este quiebre, y es testigo de cómo la comunidad se hace cada vez más grande. “Hay padres que nos escriben porque sus hijas quieren aprender a montar skate. Nosotras los orientamos. Es emotivo ver que ya estamos en un tiempo donde los padres apoyan a sus hijas y los prejuicios parecen quedar atrás”, concluye. //

Contenido Sugerido

Contenido GEC